Drew Karpyshyn

Darth Bane

Camino de destrucción

Jen quien lo hizo posible

EXPRESIONES DE GRATITUD

Esta novela no hubiera sido posible sin la ayuda de muchas personas.

Me gustaría agradecer a mis editoras, Shelley Shapiro y Sue Rostoni, por darme una oportunidad y no darse por vencidos mientras finalizaba y reescribía el texto. Me estremezco al pensar en cuál podría haber sido el resultado si no fuera por sus valiosos comentarios e ideas. Cualquiera que haya leído la serie de cómics Jedi vs. Sith comprenderá que, como escritor, estoy en deuda con Dark Horse Comics, pero también me gustaría reconocer las contribuciones de mis amigos y colegas de BioWare. La base sobre la que se basa esta novela ha evolucionado en gran medida a partir del material que creamos juntos sobre los Caballeros de la Antigua República, en particular Dave Gaider, Luke Christianson, Peter Thomas y James Ohlen.

Gracias por todo chicos.

Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana….

En los últimos días de la Antigua República, sólo había dos Sith: seguidores del lado oscuro de la Fuerza y ​​antiguos enemigos de la Orden Jedi. Un profesor y un alumno. Pero no siempre fue así. Mil años antes de la caída de la República y la llegada al poder del Emperador Palpatine, los Sith contaban legiones... [La muerte de la Orden Sith y el establecimiento de la Regla de Dos, le dijo George Lucas al escritor Terry Brooks, quien incluía en su novelización de la película Episodio I: La amenaza fantasma. Esta leyenda se complementó luego con otras obras, de las que se desprende la historia contada en este libro por Drew Karpyshyn. (Aquí y abajo - nota. Transl.)]

Lord Kaan, Señor de los Sith y fundador de la Hermandad de la Oscuridad, atravesó el sangriento campo de batalla, proyectando una larga sombra en la noche. Miles de soldados de la República y casi un centenar de Jedi dieron sus vidas defendiendo el planeta de su ejército... en vano, como se vio después. Kaan disfrutó de su angustia y desesperación; esas emociones todavía flotaban en el aire como el hedor de los cadáveres en descomposición que cubrían el valle.

A lo lejos se avecinaba una tormenta. Cada vez que un relámpago iluminaba el cielo, en algún lugar destacaba un gran templo Sith, cuya severa silueta se elevaba sobre el sombrío horizonte.

Dos estaban en medio de la batalla: un hombre y un twi'lek. Incluso en la oscuridad, Kaan los reconoció de inmediato: eran Kordis y Kopezh, los Señores Sith entre los más poderosos. Una vez rivales jurados, ahora ambos eran ambos. en la Hermandad. Sonriendo, Kaan corrió hacia ellos.

Kordis, alto y delgado como un esqueleto, le devolvió la sonrisa.

Esta es una gran victoria, Lord Kaan. Los Sith no han tenido una academia en Korriban desde hace mucho tiempo.

Siento que tenéis ganas de enseñar a la nueva generación - dijo el líder de la Hermandad. - Espero que en los próximos años me prepares muchos adeptos y maestros fuertes y fieles.

¿Para ti? - preguntó Kopezh con presión. - ¿Querías decir: "prepárate para nosotros"? ¿Somos una Hermandad o qué?

Su respuesta fue una risa despreocupada:

Bueno, por supuesto, Kopezh. Acabo de hacer una reserva.

Kopezh no está contento con nuestro triunfo - dijo Kordis. - Hace pucheros toda la noche.

Kaan puso su mano sobre el hombro del corpulento twi'lek.

Esta es una gran victoria para nosotros”, proclamó. - Korriban no es sólo un planeta, es un símbolo. Patria de los Sith. Esta victoria servirá como señal para la República y los Jedi. Conocerán el poder de la Hermandad y le temerán.

Kopez se sacudió la mano de Kaan y se alejó. Los extremos de su largo lekku, enrollado alrededor de su cuello, se movieron furiosamente.

Celebra todo lo que quieras”, espetó mientras se alejaba. - La verdadera guerra apenas comienza.

PARTE UNO

Tres años despues

Dessel estaba tan absorto en su trabajo agotador que apenas notaba nada a su alrededor. Sus manos zumbaban con la constante vibración del martillo neumático. Los trozos de roca que volaron desde la pared frontal rebotaron en las gafas y se clavaron en las manos y la cara desnudas. El polvo más pequeño se elevaba en nubes en el aire, dificultando la visión, y el agudo aullido del martillo ahogaba todos los sonidos. Dolorosamente, centímetro a centímetro, Dessel mordió una enorme vena de cortosis que yacía en la roca.

Para la producción de armaduras y escudos se necesitaba cortosis, un material resistente al calor y a la alta energía. La demanda fue alta tanto entre los empresarios como entre los militares, especialmente porque la guerra en la Galaxia no amainó. Las aleaciones de cortosis protegieron bien de los rayos láser; en teoría, incluso resistieron un golpe con un sable de luz. Por desgracia, debido a las mismas propiedades por las que el mineral era tan valorado, era increíblemente difícil extraerlo. Los cortadores de plasma sirvieron de poca ayuda en este caso: se necesitaron varios días para quemar incluso una pequeña parte de la roca saturada de cortosis. El único remedio eficaz fue la fuerza bruta de los martillos neumáticos, que golpeaban implacablemente la veta, rompiendo trozo tras trozo.

La cortosis era uno de los materiales más duros de la galaxia. Debido a los golpes continuos, la cabeza del martillo se desgastaba y desafilaba rápidamente, volviéndose prácticamente inútil. El polvo obstruyó los pistones y los atascó. La cortosis estaba matando a la herramienta... o más bien, estaba matando a los mineros.

Destruyó la vena durante casi seis horas estándar. El martillo pesaba más de treinta kilos, mantener erguido a este coloso y presionarlo contra la roca era cada vez más difícil. Las manos del minero temblaban de tensión, los pulmones aspiraban aire convulsivamente. Se atragantó con las bocanadas de fino polvo mineral que se elevaban alrededor de la parte superior del guardabarros. Incluso me dolían los dientes: parecía que pronto se caerían por la vibración.

Pero a los mineros de Apatros se les pagaba según el volumen de producción. Si terminamos ahora, vendrá otro minero y continuará extrayendo la veta y se llevará una parte de sus ganancias diarias. A Des no le gustaba compartir.

El chirrido del deflector se elevó más, convirtiéndose en un aullido lastimero que Des conocía bien. A veinte mil revoluciones por minuto, el motor aspiraba polvo como un bantha después de una larga caminata por el desierto. El único remedio para esto era la limpieza y lubricación periódicas, pero Outer Rim Mining prefirió comprar herramientas baratas y simplemente cambiarlas en lugar de invertir en mantenimiento. Des sabía exactamente lo que iba a pasar a continuación. Un segundo después, el motor explotó.

El sistema hidráulico se bloqueó con un terrible crujido y un humo negro salió de debajo de la carcasa del martillo. Maldiciendo a RVC y su política corporativa, Des retiró su dedo rígido del botón y arrojó el instrumento muerto al suelo.

El nombre de este minero era Gerd. Se acercó y trató de alejar a Des para poder cuidar de los vivos él mismo. Gerd había trabajado en las minas durante casi veinte años estándar y su cuerpo se había convertido en una montaña de músculos abultados. Pero Des había trabajado duro desde que era un adolescente (diez largos años ya) y por eso era igual de fuerte... y un poco más macizo al mismo tiempo. Ni siquiera se inmutó.

Aún no he terminado", dijo Des. - El martillo está muerto, eso es todo. Dame el tuyo, trabajaré en ello.

Ya conoces las reglas, chico. Quien dejó de funcionar, libera espacio.

Formalmente, Gerd tenía razón. Pero nadie ha intentado nunca tomar el sitio de otra persona debido a una herramienta rota. A menos que se haya peleado.

Des miró a su alrededor rápidamente. Estaban separados de Gerd por medio metro y no había nadie más en la cara. No es de extrañar que Des normalmente eligiera cuevas que salieran de los túneles principales. El hecho de que Gerd estuviera aquí no fue un accidente.

Des conocía a Gerd desde que tenía uso de razón. Era de mediana edad y era amigo de Hearst, su padre. Des comenzó a trabajar a la edad de trece años y los mayores lo trataron con una crueldad inusual. Sobre todo, lo obtuvo de su padre, pero uno de los principales instigadores fue Gerd, quien se aferró al chico con especial celo, recompensándolo a menudo con bofetadas.

Estos ataques cesaron poco después de que el padre de Des muriera de un ataque cardíaco masivo. Pero no porque los trabajadores de repente sintieran pena por el huérfano. Cuando Hearst falleció, el adolescente alto y delgado al que les encantaba intimidar se había convertido en una montaña de músculos con puños pesados ​​y un temperamento feroz. El trabajo de un minero no era para débiles, casi como el trabajo correctivo en las colonias republicanas. Cualquiera que trabajó duro en Apatros, quisiera o no, se convirtió en un gran hombre, y dio la casualidad de que Des creció hasta convertirse en el más saludable de todos. Media docena de moretones, varias narices rotas y una mandíbula rota en un mes: eso fue lo que convenció a los compinches de Hearst de dejar en paz a Des.

Aún así, parecían culparlo por la muerte de su padre, y cada pocos meses alguien lo intentaba de nuevo. Gerd siempre fue lo suficientemente inteligente como para mantenerse alejado, pero no hoy.

No puedo ver a tus amigos, viejo", refunfuñó Des. Sal de mi sitio y nadie saldrá herido.

Gerd escupió a sus pies:

Ni siquiera recuerdas qué día es, ¿verdad, muchacho? ¡Desgracia!

Estaban tan cerca el uno del otro que Des podía sentir el olor agrio del whisky corelliano en el aliento de Gerd. El minero estaba borracho. Lo suficientemente borracho como para pelear, pero al mismo tiempo no lo suficientemente borracho como para permitir que le hicieran una chuleta.

Hace cinco años. Gerd sacudió la cabeza con tristeza. “¡Tu padre falleció hace cinco años y ni siquiera te acuerdas!”

Érase una vez, la Orden Sith estaba repleta de seguidores. Pero la inevitable rivalidad los arrastró a interminables batallas por su propia superioridad. Esto continuó hasta que un Señor Oscuro finalmente unió a los Sith para esclavizar a la galaxia y erradicar por completo a los Jedi. Sin embargo, luego las riendas del gobierno pasaron a otro, mucho más poderoso que toda la Hermandad de la Oscuridad, quien finalmente se dio cuenta de todo el potencial de los Sith y tomó posesión de un poder del lado oscuro tan temible que la historia no conocía desde hacía mucho tiempo. tiempo.

Darth Bane es el Sith que destruyó el decrépito orden y creó uno completamente nuevo sobre sus cenizas, sujeto a diferentes leyes. Bane, un simple chico de minero, un soldado del ejército y más tarde un estudiante de los Sith, alcanzó las alturas mismas del poder gracias al engaño, la firmeza y, por supuesto, la Fuerza. Revisó completamente el concepto de la antigua filosofía Sith y lo reemplazó por el suyo propio: la Regla de los Dos, que establece que a partir de ahora habrá dos Sith: un maestro y un estudiante. Fue sólo gracias a este hombre sobresaliente que el nuevo orden, secreto, tejiendo intrigas desde las profundidades de la oscuridad, siglos después logró lo que el antiguo no había podido lograr: apretó con puño de hierro la Galaxia enredada en redes de engaños. y destruyó casi por completo a los Jedi.

El Señor Oscuro de los Sith Darth Bane, nacido en las minas de Apatros bajo el nombre de Dessel, y su Regla de Dos fueron concebidos originalmente por el creador de Star Wars, George Lucas, para la trama del Episodio I.

Este personaje, como es habitual, se desarrolló aún más en el Universo Expandido, en el que la novela gráfica Jedi vs. Sith, publicada en todo su esplendor, describía las aventuras de Darth Bane y la Hermandad de las Tinieblas durante la batalla final entre la Luz y la Oscuridad. en el planeta Ruusan. Aunque fragmentos separados posteriores del cuento no escaparon al destino de los apócrifos, la mayor parte, aunque con algunos cambios, se incluyó en este libro.

Una historia que apareció algún tiempo después llamada "Bane of the Sith" del famoso escritor Kevin Anderson aportó muchas cosas nuevas a la biografía de uno de los Sith más intrigantes y contó sobre su destino después de la muerte de la orden. Sin embargo, por el momento, la historia tampoco encaja en parte con el "canon" oficial, y en parte contradice mucho de lo que se escribió más tarde.

Posteriormente, Bane sólo fue mencionado brevemente en diversas fuentes artísticas de la saga, pero casi nunca apareció como personaje independiente.

Para escribir una novela completa sobre Darth Bane, se invitó al escritor Drew Karpyshyn, que ya había logrado establecerse bien en el mundo de Star Wars, quien se destacó como el guionista principal del famoso juego de computadora Knights of the Old. República. Karpyshyn logró describir de manera más completa y colorida la historia de vida del Señor Oscuro y el camino de su transformación al servicio del lado oscuro. De su pluma salió una novela fascinante y emocionante, que fue apreciada por todos los fanáticos de la legendaria saga.

Un dato interesante es que este libro es la primera novela publicada de Star Wars que habla íntegramente de la época de la Galaxia hace casi mil años, y cuyas páginas están casi por completo dedicadas a los seguidores de la Oscuridad. Como lo expresó un crítico occidental en línea: “Aprenderás más sobre el lado oscuro de la Fuerza y ​​los Sith en esta novela que en toda la literatura de Star Wars. De hecho, hay tanta Oscuridad aquí que sólo una fracción insignificante se asigna a la Luz.

Pero, ¿por qué es tan interesante este libro: penetrarlo todo y en todo con una filosofía oscura, de la que se te pone la piel de gallina, pero de la que quieres aprender cada vez más? ¿O la intrigante historia de un hombre que por sí solo mató a toda una orden con el poder de la astucia y la astucia, y cuyo legado finalmente llevó al Emperador Palpatine y su siniestro aprendiz Darth Vader al poder sobre la Galaxia? ¿O tal vez simplemente una historia interesante y entretenida, de la que es imposible separarse hasta la última página?

Path of Destruction tiene todo esto y más. Y ahora por fin se puede leer en ruso.

Para concluir, quisiera expresar mi profundo agradecimiento Natalia Harina alias Mara Jed Magnifique por su inestimable ayuda en la edición y revisión de la traducción, Nadezhda Kontar también conocida como ComO'K por su buen apoyo, así como a todas aquellas personas que estuvieron esperando la novela, ayudaron con consejos y amables palabras, y sin cuya ayuda nunca hubiera podido terminar lo que comencé. ¡Gracias a todos y que la Gran Fuerza esté con ustedes!

En los últimos días de la Antigua República, los Sith (seguidores del lado oscuro de la Fuerza y ​​antiguos enemigos de la Orden Jedi) eran sólo dos: un maestro y un aprendiz. Aunque no siempre fue así. Mil años antes de la caída de la República y el ascenso del Emperador Palpatine, los Sith eran numerosos...

Lord Kaan, Maestro de los Sith y fundador de la Hermandad de la Oscuridad, caminaba como una sombra alta en la oscuridad de la noche a través del sangriento campo de batalla. Miles de soldados de la República y casi un centenar de Jedi dieron sus vidas defendiendo este mundo de su ejército, y perdieron. Disfrutó de su sufrimiento y desesperación; incluso ahora podía sentirlos extendiéndose como el hedor de los muertos esparcidos por el valle.

Una tormenta se avecinaba a lo lejos. Cada relámpago que iluminaba el firmamento iluminaba momentáneamente la silueta de un grandioso templo de Korriban que se elevaba sobre el desolado horizonte.

Un par de figuras esperaban en medio de la carnicería: un humano y un twi'lek. Los reconoció a pesar de la oscuridad: Qordis y Kopej, uno de los Señores Sith más poderosos. Antaño acérrimos rivales, ahora servían juntos en la Hermandad de Kaan. Sonriendo, rápidamente se acercó a ellos.

Kordis, alto y delgado como un esqueleto, entreabrió los labios en una sonrisa de respuesta.

Esta es una gran victoria, Lord Kaan. Había pasado demasiado tiempo desde que los Sith tenían una academia en Korriban.

Veo que estás ansioso por empezar a enseñar a nuevos estudiantes - respondió Kaan. - Espero que en un futuro próximo me complazcas con muchos adeptos y Maestros poderosos y devotos.

por favor tú? - preguntó intencionadamente Kopezh. - ¿No quisiste decir "por favor?" a nosotros"? ¿No somos todos parte de la Hermandad de las Tinieblas?

La pregunta fue recibida con una risa casual.

Por supuesto, Kopezh. Acabo de hacer una reserva.

Kopezh se niega a celebrar nuestro triunfo - dijo Qordis. Ha estado así toda la noche.

Kaan agarró el corpulento hombro del twi'lek.

Esta es una victoria importante para todos nosotros”, afirmó. “Korriban significa más que cualquier otro mundo. Este es un símbolo. Lugar de nacimiento de los Sith. Esta victoria es un mensaje para la República y los Jedi. Ahora definitivamente nos reconocerán y temblarán ante la Hermandad.

Kopez se sacudió la mano de Kaan y se giró con un ligero golpe de las puntas del lekku que llevaba alrededor del cuello.

Celebra si quieres”, dijo por encima del hombro mientras se marchaba. Pero la verdadera guerra acaba de comenzar.

Parte uno

Tres años despues

El trabajo duro agotó a Dessel hasta el punto de que apenas se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Le dolían las manos por la brutal vibración del martillo neumático. Los fragmentos de piedra que volaban de la pared de la cueva rebotaron en sus gafas y le picaron dolorosamente la cara y los brazos expuestos. Nubes de polvo fino flotaban en el aire, oscureciendo sus ojos, y el chirrido del martillo ahogaba por completo todos los demás sonidos mientras, centímetro a centímetro, atravesaba dolorosamente el espesor de la vena de cortosis en la montaña.

Debe haber dos de ellos; ni mas ni menos. Uno, encarnar el poder, el otro, anhelarlo.

Darth Bane, Señor Oscuro de los Sith

Del traductor

Érase una vez, la Orden Sith estaba repleta de seguidores. Pero la inevitable rivalidad los arrastró a interminables batallas por su propia superioridad. Esto continuó hasta que un Señor Oscuro finalmente unió a los Sith para esclavizar a la galaxia y erradicar por completo a los Jedi. Sin embargo, luego las riendas del gobierno pasaron a otro, mucho más poderoso que toda la Hermandad de la Oscuridad, quien finalmente se dio cuenta de todo el potencial de los Sith y tomó posesión de un poder del lado oscuro tan temible que la historia no conocía desde hacía mucho tiempo. tiempo.

Darth Bane es el Sith que destruyó el decrépito orden y creó uno completamente nuevo sobre sus cenizas, sujeto a diferentes leyes. Bane, un simple chico de minero, un soldado del ejército y más tarde un estudiante de los Sith, alcanzó las alturas mismas del poder gracias al engaño, la firmeza y, por supuesto, la Fuerza. Revisó completamente el concepto de la antigua filosofía Sith y lo reemplazó por el suyo propio: la Regla de los Dos, que establece que a partir de ahora habrá dos Sith: un maestro y un estudiante. Fue sólo gracias a este hombre sobresaliente que el nuevo orden, secreto, tejiendo intrigas desde las profundidades de la oscuridad, siglos después logró lo que el antiguo no había podido lograr: apretó con puño de hierro la Galaxia enredada en redes de engaños. y destruyó casi por completo a los Jedi.

El Señor Oscuro de los Sith Darth Bane, nacido en las minas de Apatros bajo el nombre de Dessel, y su Regla de Dos fueron concebidos originalmente por el creador de Star Wars, George Lucas, para la trama del Episodio I.

Este personaje, como es habitual, se desarrolló aún más en el Universo Expandido, en el que la novela gráfica Jedi vs. Sith, publicada en todo su esplendor, describía las aventuras de Darth Bane y la Hermandad de las Tinieblas durante la batalla final entre la Luz y la Oscuridad. en el planeta Ruusan. Aunque fragmentos separados posteriores del cuento no escaparon al destino de los apócrifos, la mayor parte, aunque con algunos cambios, se incluyó en este libro.

Una historia que apareció algún tiempo después llamada "Bane of the Sith" del famoso escritor Kevin Anderson aportó muchas cosas nuevas a la biografía de uno de los Sith más intrigantes y contó sobre su destino después de la muerte de la orden. Sin embargo, por el momento, la historia tampoco encaja en parte con el "canon" oficial, y en parte contradice mucho de lo que se escribió más tarde.

Posteriormente, Bane sólo fue mencionado brevemente en diversas fuentes artísticas de la saga, pero casi nunca apareció como personaje independiente.

Para escribir una novela completa sobre Darth Bane, se invitó al escritor Drew Karpyshyn, que ya había logrado establecerse bien en el mundo de Star Wars, quien se destacó como el guionista principal del famoso juego de computadora Knights of the Old. República. Karpyshyn logró describir de manera más completa y colorida la historia de vida del Señor Oscuro y el camino de su transformación al servicio del lado oscuro. De su pluma salió una novela fascinante y emocionante, que fue apreciada por todos los fanáticos de la legendaria saga.

Un dato interesante es que este libro es la primera novela publicada de Star Wars que habla íntegramente de la época de la Galaxia hace casi mil años, y cuyas páginas están casi por completo dedicadas a los seguidores de la Oscuridad. Como lo expresó un crítico occidental en línea: “Aprenderás más sobre el lado oscuro de la Fuerza y ​​los Sith en esta novela que en toda la literatura de Star Wars. De hecho, hay tanta Oscuridad aquí que sólo una fracción insignificante se asigna a la Luz.

Pero, ¿por qué es tan interesante este libro: penetrarlo todo y en todo con una filosofía oscura, de la que se te pone la piel de gallina, pero de la que quieres aprender cada vez más? ¿O la intrigante historia de un hombre que por sí solo mató a toda una orden con el poder de la astucia y la astucia, y cuyo legado finalmente llevó al Emperador Palpatine y su siniestro aprendiz Darth Vader al poder sobre la Galaxia? ¿O tal vez simplemente una historia interesante y entretenida, de la que es imposible separarse hasta la última página?

Path of Destruction tiene todo esto y más. Y ahora por fin se puede leer en ruso.

Para concluir, quisiera expresar mi profundo agradecimiento Natalia Harina alias Mara Jed Magnifique por su inestimable ayuda en la edición y revisión de la traducción, Nadezhda Kontar también conocida como ComO'K por su buen apoyo, así como a todas aquellas personas que estuvieron esperando la novela, ayudaron con consejos y amables palabras, y sin cuya ayuda nunca hubiera podido terminar lo que comencé. ¡Gracias a todos y que la Gran Fuerza esté con ustedes!

Jade Evyn ()

Prólogo

En los últimos días de la Antigua República, los Sith (seguidores del lado oscuro de la Fuerza y ​​antiguos enemigos de la Orden Jedi) eran sólo dos: un maestro y un aprendiz. Aunque no siempre fue así. Mil años antes de la caída de la República y el ascenso del Emperador Palpatine, los Sith eran numerosos...

Lord Kaan, Maestro de los Sith y fundador de la Hermandad de la Oscuridad, caminaba como una sombra alta en la oscuridad de la noche a través del sangriento campo de batalla. Miles de soldados de la República y casi un centenar de Jedi dieron sus vidas defendiendo este mundo de su ejército, y perdieron. Disfrutó de su sufrimiento y desesperación; incluso ahora podía sentirlos extendiéndose como el hedor de los muertos esparcidos por el valle.

Página actual: 1 (el libro total tiene 24 páginas) [extracto de lectura accesible: 6 páginas]

Darth Bane: Camino de destrucción

Debe haber dos de ellos; ni mas ni menos. Uno es encarnar el poder, el otro es anhelarlo.

Darth Bane, Señor Oscuro de los Sith

Del traductor

Érase una vez, la Orden Sith estaba repleta de seguidores. Pero la inevitable rivalidad los arrastró a interminables batallas por su propia superioridad. Esto continuó hasta que un Señor Oscuro finalmente unió a los Sith para esclavizar a la galaxia y erradicar por completo a los Jedi. Sin embargo, luego las riendas del gobierno pasaron a otro, mucho más poderoso que toda la Hermandad de la Oscuridad, quien finalmente se dio cuenta de todo el potencial de los Sith y tomó posesión de un poder del lado oscuro tan temible que la historia no conocía desde hacía mucho tiempo. tiempo.

Darth Bane es el Sith que destruyó el decrépito orden y creó uno completamente nuevo sobre sus cenizas, sujeto a diferentes leyes. Bane, un simple chico de minero, un soldado del ejército y más tarde un estudiante de los Sith, alcanzó las alturas mismas del poder gracias al engaño, la firmeza y, por supuesto, la Fuerza. Revisó completamente el concepto de la antigua filosofía Sith y lo reemplazó por el suyo propio: la Regla de los Dos, que establece que a partir de ahora habrá dos Sith: un maestro y un estudiante. Fue sólo gracias a este hombre sobresaliente que el nuevo orden, secreto, tejiendo intrigas desde las profundidades de la oscuridad, siglos después logró lo que el antiguo no había podido lograr: apretó con puño de hierro la galaxia enredada en redes de engaños. y destruyó casi por completo a los Jedi.

El Señor Oscuro de los Sith Darth Bane, nacido en las minas de Apatros bajo el nombre de Dessel, y su Regla de Dos fueron concebidos originalmente por el creador de Star Wars, George Lucas, para la trama del Episodio I.

Este personaje, como es habitual, se desarrolló aún más en el Universo Expandido, en el que la novela gráfica Jedi vs. Sith, publicada en todo su esplendor, describía las aventuras de Darth Bane y la Hermandad de las Tinieblas durante la batalla final entre la Luz y la Oscuridad. en el planeta Ruusan. Aunque fragmentos separados posteriores del cuento no escaparon al destino de los apócrifos, la mayor parte, aunque con algunos cambios, se incluyó en este libro.

Una historia que apareció algún tiempo después llamada "Bane of the Sith" del famoso escritor Kevin Anderson aportó muchas cosas nuevas a la biografía de uno de los Sith más intrigantes y contó sobre su destino después de la muerte de la orden. Sin embargo, por el momento, la historia tampoco encaja en parte con el "canon" oficial, y en parte contradice mucho de lo que se escribió más tarde.

Posteriormente, Bane sólo fue mencionado brevemente en diversas fuentes artísticas de la saga, pero casi nunca apareció como personaje independiente.

Para escribir una novela completa sobre Darth Bane, se invitó al escritor Drew Karpyshyn, que ya había logrado establecerse bien en el mundo de Star Wars, quien se destacó como el guionista principal del famoso juego de computadora Knights of the Old. República. Karpyshyn logró describir de manera más completa y colorida la historia de vida del Señor Oscuro y el camino de su transformación al servicio del lado oscuro. De su pluma salió una novela fascinante y emocionante, que fue apreciada por todos los fanáticos de la legendaria saga.

Un dato interesante es que este libro es la primera novela publicada de Star Wars que habla íntegramente de la época de la Galaxia hace casi mil años, y cuyas páginas están casi por completo dedicadas a los seguidores de la Oscuridad. Como lo expresó un crítico occidental en línea: “Aprenderás más sobre el lado oscuro de la Fuerza y ​​los Sith en esta novela que en toda la literatura de Star Wars. De hecho, hay tanta Oscuridad aquí que sólo una fracción insignificante se asigna a la Luz.

Pero, ¿por qué es tan interesante este libro: penetrarlo todo y en todo con una filosofía oscura, de la que se te pone la piel de gallina, pero de la que quieres aprender cada vez más? ¿O la intrigante historia de un hombre que por sí solo mató a toda una orden con el poder de la astucia y la astucia, y cuyo legado finalmente llevó al Emperador Palpatine y su siniestro aprendiz Darth Vader al poder sobre la Galaxia? ¿O tal vez simplemente una historia interesante y entretenida, de la que es imposible separarse hasta la última página?

Path of Destruction tiene todo esto y más. Y ahora por fin se puede leer en ruso.

Para concluir, quisiera expresar mi profundo agradecimiento Natalia Harina alias Mara Jed Magnifique por su inestimable ayuda en la edición y revisión de la traducción, Nadezhda Kontar también conocida como ComO'K por su buen apoyo, así como a todas aquellas personas que estuvieron esperando la novela, ayudaron con consejos y amables palabras, y sin cuya ayuda nunca hubiera podido terminar lo que comencé. ¡Gracias a todos y que la Gran Fuerza esté con ustedes!

Jade Evyn(www.swbook.ru)

Prólogo

En los últimos días de la Antigua República, los Sith (seguidores del lado oscuro de la Fuerza y ​​antiguos enemigos de la Orden Jedi) eran sólo dos: un maestro y un aprendiz. Aunque no siempre fue así. Mil años antes de la caída de la República y el ascenso del Emperador Palpatine, los Sith eran numerosos...

Lord Kaan, Maestro de los Sith y fundador de la Hermandad de la Oscuridad, caminaba como una sombra alta en la oscuridad de la noche a través del sangriento campo de batalla. Miles de soldados de la República y casi un centenar de Jedi dieron sus vidas defendiendo este mundo de su ejército, y perdieron. Disfrutó de su sufrimiento y desesperación; incluso ahora podía sentirlos extendiéndose como el hedor de los muertos esparcidos por el valle.

Una tormenta se avecinaba a lo lejos. Cada relámpago que iluminaba el firmamento iluminaba momentáneamente la silueta de un grandioso templo de Korriban que se elevaba sobre el desolado horizonte.

Un par de figuras esperaban en medio de la carnicería: un humano y un twi'lek. Los reconoció a pesar de la oscuridad: Qordis y Kopej, uno de los Señores Sith más poderosos. Antaño acérrimos rivales, ahora servían juntos en la Hermandad de Kaan. Sonriendo, rápidamente se acercó a ellos.

Kordis, alto y delgado como un esqueleto, entreabrió los labios en una sonrisa de respuesta.

“Esta es una gran victoria, Lord Kaan. Había pasado demasiado tiempo desde que los Sith tenían una academia en Korriban.

"Veo que estás ansioso por empezar a enseñar a nuevos estudiantes", respondió Kaan. – Espero que en un futuro próximo me complazcas con muchos adeptos y Maestros poderosos y devotos.

– por favor tú? -Preguntó Kopez intencionadamente. - ¿No quisiste decir "por favor?" a nosotros"? ¿No somos todos parte de la Hermandad de las Tinieblas?

La pregunta fue recibida con una risa casual.

- Por supuesto, Kopezh. Acabo de hacer una reserva.

"Kopez se niega a celebrar nuestro triunfo", dijo Qordis. Ha estado así toda la noche.

Kaan agarró el corpulento hombro del twi'lek.

"Esta es una victoria importante para todos nosotros", dijo. “Korriban significa más que cualquier otro mundo. Este es un símbolo. Lugar de nacimiento de los Sith. Esta victoria es un mensaje para la República y los Jedi. Ahora definitivamente nos reconocerán y temblarán ante la Hermandad.

Kopez se sacudió la mano de Kaan y se giró con un ligero golpe de las puntas del lekku que llevaba alrededor del cuello.

"Celebra si quieres", dijo por encima del hombro mientras se marchaba. Pero la verdadera guerra acaba de comenzar.

Parte uno

Tres años despues
Capítulo 1

El trabajo duro agotó a Dessel hasta el punto de que apenas se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Le dolían las manos por la brutal vibración del martillo neumático. Los fragmentos de piedra que volaban de la pared de la cueva rebotaron en sus gafas y le picaron dolorosamente la cara y los brazos expuestos. Nubes de polvo fino flotaban en el aire, oscureciendo sus ojos, y el chirrido del martillo ahogaba por completo todos los demás sonidos mientras, centímetro a centímetro, atravesaba dolorosamente el espesor de la vena de cortosis en la montaña.

Inmune al fuego y la energía, la cortosis era muy valorada en la producción de armas y defensa, de interés tanto para los comerciantes como para los militares, especialmente en una galaxia sumida en la guerra. Las aleaciones de cortosis, altamente resistentes a las cargas bláster, supuestamente podrían incluso resistir el impacto de la hoja de un sable de luz. Desafortunadamente, las mismas propiedades que lo hacían tan valioso hacían que fuera extremadamente difícil extraerlo. Las antorchas de plasma eran absolutamente inútiles: recocer incluso un área pequeña de roca llena de cortosis podía llevar más de un día. La única forma eficaz de extraerlo era con la fuerza bruta de un martillo neumático picoteando obstinadamente la vena, arrancando la cortosis trozo a trozo.

La cortosis era uno de los materiales más fuertes de la galaxia. La fuerza del impacto desgastó rápidamente la cabeza del martillo, embotándola hasta que la herramienta quedó completamente inútil. El polvo obstruyó los pistones hidráulicos y los atascó. La minería de Cortosis fue despiadada para el equipo... y aún más despiadada para los mineros.

Des había estado trabajando durante casi seis horas estándar. El martillo neumático pesaba más de treinta kilogramos y la tensión necesaria para sostenerlo y presionarlo contra la roca ya empezaba a pasar factura. Las manos temblaban. Los pulmones luchaban por respirar, ahogándose con las nubes de fino polvo mineral que arrojaba la cabeza del martillo. Incluso me dolían los dientes: la vibración parecía intentar sacármelos de las encías.

Pero a los mineros de Apatros se les pagó por la cantidad de cortosis que extrajeron. Si se va ahora, otro ocupará su lugar, comenzará a desarrollar la veta y se llevará una parte de las ganancias. Y a Des no le gustaba compartir.

El aullido del martillo neumático se hizo significativamente más alto, convirtiéndose en un chirrido que Des conocía muy bien. A 20.000 rpm, el motor aspiraba polvo, como un bantha sediento que aspira agua después de una larga marcha por el desierto. La única forma de mantener la herramienta en funcionamiento era la limpieza y el mantenimiento periódicos, y Outer Rim Mining prefirió comprar equipos baratos y reemplazarlos en lugar de gastar préstamos para mantenimiento. Des sabía exactamente lo que iba a pasar a continuación, y un segundo después sucedió. El motor explotó.

Con un sonido repugnante, el sistema hidráulico se atascó y bocanadas de humo negro brotaron de la parte posterior del martillo. Maldiciendo a RVC y su política corporativa, Des liberó su dedo que se movía convulsivamente del gatillo y arrojó el prematuro equipo muerto al suelo.

Gerd, uno de los otros mineros, intentó empujar a Des a un lado para trabajar la veta con su propio martillo. Gerd había trabajado en las minas durante casi veinte años estándar, tiempo durante el cual su cuerpo había quedado reducido a una masa de músculos duros y anudados. Pero Des había estado en el trabajo durante diez años, desde que llegó aquí cuando era un adolescente. No tenía peor constitución que el anciano y, además, era un poco más grande. Él no se movió.

“Aún no he terminado”, dijo. El martillo está muerto, eso es todo. Dame el tuyo y trabajaré en ellos por ahora.

“Ya conoces las reglas, muchacho. Dejas de trabajar y alguien más ocupa tu lugar.

Técnicamente, Gerd tenía razón. Pero nunca nadie ha ocupado el sitio de otro minero debido a un mal funcionamiento del equipo. A menos que se haya peleado.

Des miró a su alrededor rápidamente. Aparte de ellos dos, a menos de medio metro de distancia, no había nadie aquí. Esto no era sorprendente: Des normalmente elegía cuevas alejadas de la red principal de túneles. Fue una coincidencia que Gerd estuviera aquí.

Des conoce a Gerd desde la mayor parte de su vida adulta. El hombre de mediana edad era amigo de Harst, su padre. Cuando Des comenzó a trabajar en las minas a los trece años, los mineros mayores lo insultaban a menudo. El peor atormentador fue su padre, pero Gerd fue uno de los principales instigadores, que no privó a Des de burlas, insultos y, en ocasiones, incluso bofetadas.

Su persecución terminó poco después de que el padre de Des muriera de un ataque cardíaco masivo. No porque, por supuesto, los mineros sintieran pena por el joven huérfano. Es sólo que cuando Hurst falleció, el adolescente alto y delgado al que les encantaba intimidar se había convertido en una montaña de músculos con manos pesadas y un temperamento feroz. La minería no era un trabajo fácil; se parecía más a trabajos forzados en una colonia penitenciaria de la República. Todos los que trabajaban en las minas crecieron y Des resultó ser el más grande de todos. Media docena de ojos morados, múltiples narices magulladas y una mandíbula rota en un mes fueron suficientes para que los viejos amigos de Hurst pensaran que era mejor dejar a Des en paz.

Y, sin embargo, parecían culparlo por la muerte de Hurst, y cada pocos meses alguien intentaba atraparlo nuevamente. Es cierto que Gerd fue lo suficientemente inteligente como para mantener las distancias... hasta hoy.

"No veo a tus amigos por aquí, viejo", se quejó Des. "Así que sal de mi lote y nadie saldrá lastimado".

Gerd escupió a los pies de Des.

"Ni siquiera recuerdas qué día es, ¿verdad, chico?" La vergüenza de la familia: ¡eso es lo que eres!

Estaban tan juntos que Des podía oler el olor agrio del whisky corelliano en el aliento de Gerd. Este hombre estaba borracho. Lo suficientemente borracho como para venir a buscar pelea, pero lo suficientemente sobrio como para no ir primero.

"Hoy se cumplen cinco años", dijo Gerd, sacudiendo la cabeza abatido. “¡Han pasado cinco años desde que murió tu padre y ni siquiera te acuerdas!”

Des no pensó en su padre en absoluto. No se arrepintió de haberlo perdido. Sus recuerdos de infancia eran sólo de su padre golpeándolo. Ni siquiera podía recordar el motivo; Hurst rara vez lo necesitaba.

“No puedo decir que extraño a Hurst como tú, Gerd.

- ¿Hurst? Gerd resopló. “¿Él te crió después de la muerte de tu mamá, e incluso tienes la audacia de no llamarlo papá?” ¡Oh, mocoso desagradecido del perro gato!

Des le lanzó a Gerd una mirada amenazadora, pero el interlocutor estaba demasiado lleno, estaba seguro de tener razón y lo suficientemente indignado como para tener miedo.

“No esperaba esto de un cachorro tan muerto como tú…” continuó Gerd. “Harst siempre dijo que no servías para nada. Él sabía que no estabas bien... Bane.

Los ojos de Des se entrecerraron con furia, pero no cayó en la provocación. Hurst lo llamaba así cuando estaba borracho. Perdición, maldición. Culpó a su hijo por la muerte de su esposa. Vinilo por estar pegado en Apatros. Creía que su única descendencia sería la pesadilla de su existencia. Se lo decía a Des con demasiada frecuencia en su estupor de borrachera.

Baño. El nombre personificaba toda la crueldad, la mezquindad y la miseria de su padre. Esto despertó los miedos más secretos del bebé: el miedo a la decepción, el miedo a la soledad, el miedo a la crueldad. Cuando Des era niño, este nombre le dolía más que todas las bofetadas en la nuca y las palmadas en el brazo de un padre pesado. Pero creció. Y con el tiempo, aprendió a ignorar tanto el odiado apodo como los insultos que le lanzaba a la cara su padre.

"No tengo tiempo para esto", se quejó. - Tengo que trabajar.

Con una mano, arrancó el martillo neumático de las manos de Gerd. Le puso la otra mano en el hombro y lo empujó. El borracho se tropezó con una piedra y cayó pesadamente al suelo.

Gruñendo, se levantó y apretó los puños.

“Parece que tu papá ha estado fuera por mucho tiempo, muchacho. ¡Es hora de poner tu cerebro en su lugar!

Gerd estaba borracho, pero no era estúpido, se dio cuenta Des. Des era más grande, más fuerte, más joven... pero había pasado las últimas horas trabajando con un martillo neumático. Estaba cubierto de hollín y el sudor le corría por la cara. La camisa estaba empapada. La ropa de Gerd, en cambio, todavía estaba relativamente limpia: sin polvo ni manchas de sudor. Debió haber estado planeando todo esto todo el día, holgazaneando y golpeando mientras Des se desgastaba.

Pero Des no estaba dispuesto a abandonar la lucha. Arrojando el martillo de Gerd al suelo, adoptó una posición de lucha, con las piernas bien separadas y los brazos extendidos frente a él.

Gerd corrió hacia adelante, girando su puño derecho en un gancho. Des recibió el golpe con la palma abierta de su mano izquierda, absorbiendo su poder. Con la otra mano, agarró bruscamente la muñeca derecha de Gerd; Atrayendo al anciano hacia él, Des se agachó y giró, golpeándolo en el pecho con el hombro. Usando el movimiento de su oponente contra él, Des se enderezó y tiró con fuerza de la muñeca de Gerd, tirándolo sobre él y tirándolo al suelo.

Esta pelea debería haber terminado; Des tuvo una fracción de segundo en la que pudo arrodillarse sobre el enemigo, cortando sus pulmones del camino hacia el oxígeno y, inmovilizándolo contra el suelo, desatar con sus puños. Pero eso no sucedió. Tenía la espalda agotada por las largas horas de sostener el peso de un martillo neumático de treinta kilogramos, acalambrada.

El dolor era insoportable; Instintivamente, Des se enderezó, agarrándose la parte baja de su espalda. Esto le dio a Gerd la oportunidad de rodar hacia un lado y volver a ponerse de pie.

De alguna manera, Des logró volver a ponerse en posición de lucha. Le dolía la espalda en señal de protesta e hizo una mueca al sentir dagas calientes de dolor perforar su cuerpo. Gerd vio la mueca y se echó a reír.

- ¿Qué pasa, muchacho? Deberías haber sabido que no debías agitar los puños después de un turno de seis horas en las minas.

Gerd volvió a correr hacia adelante. Esta vez, en lugar de agitar los puños, agitaba sus dedos con garras, listo para agarrar todo lo que pudiera alcanzar. Intentó anular la ventaja de altura del joven acercándose a él. Des intentó esquivarlo, pero sus piernas estaban entumecidas y completamente inconscientes. Gerd agarró a Des por la camisa con una mano, agarró su cinturón con la otra y los tiró a ambos al suelo.

Lucharon entre sí, luchando sobre la dura y áspera piedra de la cueva. Gerd enterró su rostro en el pecho de Des para protegerlo, evitando que le diera un puñetazo o un cabezazo. Todavía sostenía la cintura de Des, pero ahora con su otra mano libre estaba golpeando ciegamente hacia arriba, donde asumió que estaba la cara de Des. Des tuvo que girar sus brazos y envolverlos alrededor de Gerd, bloqueándolos para que ahora ninguno de los dos pudiera golpear.

Mientras estuvieran tan entrelazadas, la estrategia y la técnica significaban poco. La pelea se convirtió en una prueba de fuerza y ​​resistencia a medida que los dos luchadores se desgastaban lentamente. Dessel intentó poner a Gerd boca arriba, pero su cuerpo cansado le falló. Los brazos eran pesados ​​y lentos; no pudo lograr el objetivo deseado. Pero Gerd logró girar y girar, liberando un brazo. Todavía presionó su rostro con fuerza contra el pecho de Des para que permaneciera cerrado.

Des fue menos afortunado… su rostro estaba abierto y vulnerable. Gerd agitó su mano libre, pero golpeó con el puño abierto. Sin calcular la dirección, clavó su pulgar con fuerza en la mejilla de Des, a sólo unos centímetros del objetivo real. Volvió a golpear, con la esperanza de arrancarle uno de los ojos a su oponente, cegarlo y hacerlo retorcerse de dolor.

A Des le tomó un segundo darse cuenta de lo que estaba pasando; su mente cansada se volvió tan lenta y torpe como su cuerpo. Volvió la cara justo cuando el dedo volvió a apuñalar dolorosamente su oreja.

Un odio oscuro hirvió dentro de Des: un destello de pasión ardiente, agotamiento y fatiga incineradores. La mente de repente se aclaró y el cuerpo sintió fuerza y ​​​​energía. Sabía lo que haría a continuación. Además, sabía exactamente qué haría Gerd a continuación.

No podía explicar cómo, pero a veces podía prever el siguiente movimiento del oponente. Instinto, se podría decir. Des estaba seguro de que había más que eso. Era demasiado detallado, demasiado preciso para ser mero instinto. Parece más bien una visión, una mirada rápida hacia el futuro. Y cuando eso sucedía, Des siempre sabía qué hacer. Como si algo lo guiara y guiara sus acciones.

Cuando llegó el momento del siguiente ataque, Des estaba más que preparado para ello. Ya tenía una imagen clara en su mente. Sabía exactamente cuándo esperarlo y dónde se aplicaría. Esta vez giró la cabeza en dirección opuesta, metiendo la cara en el golpe y abriendo la boca. Precisamente en el momento oportuno, apretó los dientes con fuerza, que se hundió profundamente en la carne sucia del dedo de Gerd.

Gerd gritó cuando Des apretó la mandíbula con más fuerza, rasgando tendones y cortando hueso. Pensó que podía morderse el dedo de esa manera, y luego (sucedió como por una ola de pensamiento), se lo arrancó de un mordisco.

El grito se convirtió en un chillido desgarrador cuando Gerd aflojó su agarre y rodó hacia un lado, agarrando su mano destrozada. La sangre carmesí brotó de sus dedos mientras intentaban detener el sangrado del muñón.

Levantándose lentamente, Des escupió su dedo en el suelo. El sabor de la sangre ardía en su boca. El cuerpo ganó fuerza y ​​​​vigor, como si algún tipo de energía poderosa se extendiera por sus venas. El enemigo ya no estaba dispuesto a luchar; Des podría hacerle cualquier cosa a Gerd ahora.

El anciano rodó por el suelo y se llevó la mano al pecho. Gimió y sollozó, pidiendo ayuda.

Des sacudió la cabeza con disgusto; Gerd tenía la culpa de todo. Todo empezó como una simple pelea a puñetazos. El perdedor tuvo que terminar con un ojo morado y algunos moretones, y nada más. Luego, el anciano elevó las apuestas a un nivel más alto al tratar de cegarlo, y respondió apropiadamente. Des había aprendido hace mucho tiempo a no intensificar una pelea a menos que estuviera dispuesto a pagar el precio de perder. Ahora Gerd también ha aprendido esa lección.

Des era de mal genio, pero no era del tipo que acaba con los indefensos. Sin mirar atrás a su oponente derrotado, salió de la cueva y regresó a través del túnel para informar a uno de los jefes de lo que había sucedido. Entonces alguien vendrá y se hará cargo de la herida de Gerd.

No se preocupó por las consecuencias. Los médicos pueden volver a colocar el dedo de Gerd, por lo que, en el peor de los casos, Des se quedará sin sueldo durante uno o dos días. A la corporación no le importaba demasiado lo que hacían sus trabajadores mientras siguieran extrayendo cortosis. Las peleas eran comunes entre los mineros y RVC casi siempre hacía la vista gorda ante ellas. Aunque esta pelea fue terrible, en comparación con otras, feroz y corta, con un final sangriento.

Como la vida en Apatros.

Guerra de las Galaxias

Darth Bane

Camino de destrucción

por Drew Karpyshyn

Guerra de las Galaxias

Darth Bane

Libro 1

Camino de destrucción

traducción: Evyn Jade (www.swbook.ru)

corrector y editor literario: Mara Magnífica

"Debe haber dos, ni más ni menos. Uno, para encarnar el poder, el otro, para anhelarlo".

Darth Bane, Señor Oscuro de los Sith

Del traductor:

Érase una vez, la Orden Sith estaba repleta de seguidores. Pero la inevitable rivalidad los arrastró a interminables batallas por su propia superioridad. Esto continuó hasta que un Señor Oscuro finalmente unió a los Sith para esclavizar a la galaxia y erradicar por completo a los Jedi. Sin embargo, luego las riendas del poder pasaron a otra, mucho más poderosa que toda la Hermandad de la Oscuridad, y finalmente se dio cuenta de todo el potencial de los Sith y tomó posesión de un poder tan aterrador del lado oscuro que la historia no conocía desde hacía mucho tiempo. .

Darth Bane es el Sith que destruyó el decrépito orden y creó uno completamente nuevo sobre sus cenizas, sujeto a diferentes leyes. Bane, un simple chico de minero, un soldado del ejército y más tarde un estudiante de los Sith, alcanzó las alturas mismas del poder gracias al engaño, la firmeza y, por supuesto, la Fuerza. Revisó completamente el concepto de la antigua filosofía Sith y lo reemplazó por el suyo propio: la Regla de los Dos, que establece que a partir de ahora habrá dos Sith: un maestro y un estudiante. Fue sólo gracias a este hombre sobresaliente que el nuevo orden, secreto, tejiendo intrigas desde las profundidades de la oscuridad, siglos después logró lo que el antiguo no había podido lograr: apretó con puño de hierro la Galaxia enredada en redes de engaños. y destruyó casi por completo a los Jedi.

El Señor Oscuro de los Sith Darth Bane, nacido en las minas de Apatros bajo el nombre de Dessel, y su Regla de Dos fueron concebidos originalmente por el creador de Star Wars, George Lucas, para la trama del Episodio I.

Este personaje, como de costumbre, recibió un mayor desarrollo en el "Universo Expandido", publicado en el que la novela gráfica "Jedi vs. Sith" en todo su esplendor describió las aventuras de Darth Bane y la Hermandad de la Oscuridad durante la batalla final entre Light y Oscuridad en el planeta Ruusan. Aunque fragmentos separados posteriores del cuento no escaparon al destino de los apócrifos, la mayor parte, aunque con algunos cambios, se incluyó en este libro.

Una historia que apareció algún tiempo después llamada "Bane of the Sith" del famoso escritor Kevin Anderson aportó muchas cosas nuevas a la biografía de uno de los Sith más intrigantes y contó sobre su destino después de la muerte de la orden. Sin embargo, por el momento la historia tampoco encaja en parte con el "canon" oficial y en parte contradice mucho de lo que se ha escrito.