Hogar rosas Suárez, Francisco. Francisco Suárez Operaciones restantes de los submarinos enanos japoneses Ataque Diego-Suárez

Suárez, Francisco. Francisco Suárez Operaciones restantes de los submarinos enanos japoneses Ataque Diego-Suárez

Francisco Suárez(Español) Francisco Suárez, interpretación antigua e incorrecta del nombre - Francisco Suárez, 1548-1617) - Filósofo y pensador político español.


Biografía


Perteneció a una familia noble; En la Universidad de Salamanca estudió jurisprudencia, luego ingresó en la orden de los jesuitas y fue profesor. teología en Segovia, Alcalá, Salamanca y Roma. Su aprendizaje fue inmenso; su recuerdo asombró a todos; su dialéctica pareció resucitar la floreciente era de la filosofía escolástica. Todas estas cualidades crearon su fama como el primer filósofo de la época, fama que duró, a juzgar por la autobiografía de Vico, hasta principios del siglo XVIII. Por sugerencia del Papa Pablo V, en 1614 publicó un panfleto político, “Defensio fidei catholicae contra anglicanae sectae errores”, dirigido contra las políticas de Jaime I y quemado por la mano del verdugo no sólo en Londres, sino también en París. . Sus obras, cuya publicación finalizó en 1630, abarcan 23 volúmenes en folio (Maguncia y Lyon). P. Noel hizo un extracto de ellos en 1732 (Ginebra).



Enseñando


No en vano se llama a Suárez el último de los escolásticos. No estaba dispuesto a los nuevos métodos de pensamiento que se crearon en su época. El silogismo y la referencia a autoridades son sus argumentos; lo único que hay en él más o menos original es que la autoridad de Aristóteles pasa a un segundo plano ante la autoridad de los clásicos de la escolástica. La principal obra de Suárez es el tratado De legibus, en el que sigue de cerca a Tomás de Aquino. Se trata de una enciclopedia completa de filosofía escolástica que proporciona un conocimiento exhaustivo de toda la estructura del pensamiento católico medieval con sus puntos de vista sobre todas las áreas del conocimiento humano. Según S., existen dos tipos de leyes: el derecho natural y el derecho positivo; La cuestión de los fundamentos de la primera es el principal problema de la moralidad, la cuestión de los fundamentos de la segunda es el principal problema de la política. Los escolásticos distinguían dos tipos de leyes naturales: la ley indicativa (lex indicativa) y la ley prescriptiva (praeceptiva); el primero se limita a explicar qué es bueno y qué es malo, el segundo ordena hacer o no hacer esto o aquello. Las autoridades escolásticas se dividen a este respecto en dos campos: unos reconocen el derecho natural como exclusivamente indicativo, otros como exclusivamente preceptivo. Suárez está tratando de conciliar ambas soluciones extremas. En su opinión, ambas propiedades están presentes en la ley natural: explica y ordena al mismo tiempo. Esta respuesta al problema principal obliga a Suárez a buscar una salida a otra antinomia escolástica, muy relacionada con la anterior. ¿En qué se basa la ley natural: en la naturaleza de las cosas o en el mandato divino? Suárez es igualmente ajeno tanto al racionalismo como al providencialismo en su forma pura y acepta tanto la razón humana como la voluntad divina como aspectos genéticos de la ley natural.



Doctrina del poder


La política de Suárez se basa en estos fundamentos. Dado que la sociedad es el estado natural del hombre, fuera del cual no puede vivir, es por ello una institución divina; pero como la sociedad no puede existir sin leyes, y las leyes no pueden aparecer sin el poder que las emite, es decir, sin el gobierno, entonces el gobierno es una institución divina. La divinidad de la soberanía es únicamente el resultado de su origen natural; Las palabras del apóstol Pablo: “Toda autoridad proviene de Dios” deben entenderse precisamente en este sentido, y no de tal manera que en el surgimiento de la autoridad suprema exista una delegación incomprensible para la mente humana, un origen directo de Dios. . Puesto que el poder es generado por la ley natural, está sujeto a ella; Habiendo surgido para las necesidades de la sociedad, se basa en un acto de delegación de la sociedad: una sociedad histórica real. En una palabra, el poder supremo pertenece al pueblo y se delega en el gobierno; pero tal delegación no es necesaria: la sociedad (el pueblo) puede retener el poder para sí, y esta decisión será tan legal como la decisión de delegar el poder en una o varias personas, temporalmente o para siempre. Sin negar fundamentalmente ninguna de las posibles formas de gobierno, S., por razones prácticas, se inclina hacia el lado de la monarquía. Pero como el monarca no es el representante de Dios, sino sólo un delegado del pueblo, debe conformarse a la voluntad del pueblo; el consentimiento del monarca y del pueblo es la única fuente de poder del primero; la sucesión al trono está condicionada a la conservación de este consentimiento. Tan pronto como cesa, el soberano supremo -el pueblo- recupera su poder; y sus derechos, según S., en este caso son muy amplios. Sólo puede ofrecer resistencia pasiva al monarca legítimo, pero en relación con un usurpador, un tirano en el antiguo sentido de la palabra, se permiten todo tipo de medidas, sin excluir el asesinato. El asesinato no está prohibido incluso cuando el monarca legítimo es culpable de violar las leyes, pero Suárez aconseja evitarlo si se violan los intereses no de toda la sociedad, sino sólo de un particular. El tirano puede ser asesinado por el último ciudadano por cualquier violación de la ley.


La doctrina política de Suárez en su conjunto no es única. Principios del siglo XVII Fue una época de aguda crisis político-religiosa, en la que los intereses más dispares entraban en conflicto, en la que la oposición al absolutismo, más o menos cubierta por motivos religiosos, estaba abierta o encubiertamente activa en todo Occidente. Europa. El absolutismo interfirió con los católicos porque en su desarrollo socavó la idea de la autoridad del Papa; también interfirió con varios partidos protestantes porque suprimió la libertad de pensamiento; Por tanto, la enseñanza de los monarcómacos, uno de cuyos representantes destacados fue Suárez, reclutó sus partidarios tanto entre los publicistas católicos como entre los protestantes. En particular, la doctrina del tiranicidio, cuya primera expresión encontramos en la Edad Media, era puramente católica y en la época de las guerras religiosas tuvo muchos representantes (Boucher, Mariana), excepto Suárez. No se quedó sólo en un libro, sino que los jesuitas lo pusieron en práctica y lo promovieron activamente. El asesinato de Guillermo de Orange en los Países Bajos (1584) y de los dos Enrique en Francia (1588 y 1610) estuvo relacionado con esta propaganda.



Francisco Suárez, el famoso filósofo y teólogo español, nació en Granada en 1548. En su juventud se unió a la orden de los jesuitas, conocida por sus logros en humanidades, matemáticas y ciencias naturales. Después de doctorarse en teología y sacerdote, Suárez enseñó en las universidades de Coimbra y Salamanca. Las conferencias de Suárez fueron sumamente populares debido a su erudición y santidad personal. En un momento, debido a su apoyo a las tesis del teólogo español Luis Molina (1535-1600), Suárez fue sospechoso de herejía, pero, como otros llamados "Molinistas", absueltos por la Santa Sede. Suárez murió en 1617.




Literatura



    K. Werner, “Suarez und die Scholastic der letzten Jahrhunderte”;



    A. Frank, “Réformateurs et publicistes de l’Europe. Siglo XVII."



    Iván Lupandin. "Discursos metafísicos" de Francisco Suárez y el surgimiento de la filosofía europea moderna.

Estudió jurisprudencia, luego ingresó en la orden de los jesuitas y fue profesor de teología en Segovia, Alcalá, Salamanca y Roma. Su aprendizaje fue inmenso; su recuerdo asombró a todos; su dialéctica pareció resucitar la floreciente era de la filosofía escolástica. Todas estas cualidades crearon su fama como el primer filósofo de la época, fama que duró, a juzgar por la autobiografía de Vico, hasta principios del siglo XVIII. Por sugerencia del Papa Pablo V, publicó en la ciudad un panfleto político, “Defensio fidei catholicae contra anglicanae sectae errores”, dirigido contra la política de Jaime I y quemado por la mano del verdugo no sólo en Londres, sino también en Londres. París. Sus obras, cuya publicación finalizó en 1630, abarcan 23 volúmenes en folio (Maguncia y Lyon). P. Noel hizo un extracto de ellos en 1732 (Ginebra).

Enseñando

No en vano se llama a Suárez el último de los escolásticos. No estaba dispuesto a los nuevos métodos de pensamiento que se crearon en su época. El silogismo y la referencia a autoridades son sus argumentos; lo único que le resulta más o menos original es que la autoridad de Aristóteles pasa a un segundo plano ante la autoridad de los clásicos de la escolástica. La principal obra de Suárez es el tratado "De legibus", en el que sigue de cerca a Tomás de Aquino. Se trata de una enciclopedia completa de filosofía escolástica, que ofrece un conocimiento exhaustivo de toda la estructura del pensamiento católico medieval con sus puntos de vista sobre todas las áreas del conocimiento humano. Según Suárez, existen dos tipos de leyes: la ley natural y la ley positiva; La cuestión de los fundamentos de la primera es el principal problema de la moralidad, la cuestión de los fundamentos de la segunda es el principal problema de la política. Los escolásticos distinguían dos tipos de leyes naturales: la ley indicativa (lex indicativa) y la ley prescriptiva (praeceptiva); el primero se limita a explicar qué es bueno y qué es malo, el segundo ordena hacer o no hacer esto o aquello. Las autoridades escolásticas se dividen a este respecto en dos campos: unos reconocen el derecho natural como exclusivamente indicativo, otros como exclusivamente preceptivo. Suárez está tratando de conciliar ambas soluciones extremas. En su opinión, ambas propiedades están presentes en la ley natural: explica y ordena al mismo tiempo. Esta respuesta al problema principal obliga a Suárez a buscar una salida a otra antinomia escolástica, muy relacionada con la anterior. ¿En qué se basa la ley natural: en la naturaleza de las cosas o en el mandato divino? Suárez es igualmente ajeno tanto al racionalismo como al providencialismo en su forma pura y acepta tanto la razón humana como la voluntad divina como aspectos genéticos de la ley natural.

Doctrina del poder

La política de Suárez se basa en estos fundamentos. Dado que la sociedad es el estado natural del hombre, fuera del cual no puede vivir, es por ello una institución divina; pero como la sociedad no puede existir sin leyes, y las leyes no pueden aparecer sin el poder que las emite, es decir, sin el gobierno, entonces el gobierno es una institución divina. La divinidad de la soberanía es únicamente el resultado de su origen natural; Las palabras del apóstol Pablo: “Toda autoridad proviene de Dios” deben entenderse precisamente en este sentido, y no de tal manera que en el surgimiento de la autoridad suprema exista una delegación incomprensible para la mente humana, un origen directo de Dios. . Puesto que el poder es generado por la ley natural, está sujeto a ella; Habiendo surgido para las necesidades de la sociedad, se basa en un acto de delegación de la sociedad: una sociedad histórica real. En una palabra, el poder supremo pertenece al pueblo y se delega en el gobierno; pero tal delegación no es necesaria: la sociedad (el pueblo) puede retener el poder para sí, y esta decisión será tan legal como la decisión de delegar el poder en una o varias personas, temporalmente o para siempre. Sin negar fundamentalmente ninguna de las posibles formas de gobierno, Suárez, por razones prácticas, se inclina hacia la monarquía. Pero como el monarca no es el representante de Dios, sino sólo un delegado del pueblo, debe conformarse a la voluntad del pueblo; el consentimiento del monarca y del pueblo es la única fuente de poder del primero; la sucesión al trono está condicionada a la conservación de este consentimiento. Tan pronto como cesa, el soberano supremo -el pueblo- recupera su poder; y sus derechos, según Suárez, en este caso son muy amplios. Sólo puede ofrecer resistencia pasiva al monarca legítimo, pero en relación con un usurpador, un tirano en el antiguo sentido de la palabra, se permiten todo tipo de medidas, sin excluir el asesinato. El asesinato no está prohibido incluso cuando el monarca legítimo es culpable de violar las leyes, pero Suárez aconseja evitarlo si se violan los intereses no de toda la sociedad, sino sólo de un particular. El tirano puede ser asesinado por el último ciudadano por cualquier violación de la ley.

Cartel conmemorativo en honor a Suárez en la ciudad de Granada

La doctrina política de Suárez en su conjunto no es única. Principios del siglo XVII Fue una época de aguda crisis político-religiosa, en la que los intereses más dispares entraban en conflicto, en la que la oposición al absolutismo, más o menos cubierta por motivos religiosos, estaba abierta o encubiertamente activa en todo Occidente. Europa. El absolutismo interfirió con los católicos porque en su desarrollo socavó la idea de la autoridad del Papa; también interfirió con varios partidos protestantes porque suprimió la libertad de pensamiento; Por tanto, la enseñanza de los monarcómacos, uno de cuyos representantes destacados fue Suárez, reclutó sus partidarios entre los publicistas tanto católicos como protestantes. En particular, la doctrina del tiranicidio, cuya primera expresión encontramos en la Edad Media, era puramente católica y en la época de las guerras religiosas tuvo muchos representantes, excepto Suárez. No se quedó sólo en un libro, sino que fue puesto en práctica y promovido activamente por los jesuitas. El asesinato de Guillermo de Orange en los Países Bajos (1584) y de los dos Enrique en Francia (1588 y 1610) estuvo relacionado con esta propaganda.

Francisco Suárez, el famoso filósofo y teólogo español, nació en Granada en 1548. En su juventud se unió a la orden de los jesuitas, conocida por sus logros en humanidades, matemáticas y ciencias naturales. Después de convertirse en doctor en teología y sacerdote, Suárez enseñó en las universidades de Coimbra y Salamanca. Las conferencias de Suárez fueron sumamente populares debido a su erudición y santidad personal. En un momento, debido a su apoyo a las tesis del teólogo español Luis Molina (1535-1600), Suárez fue sospechoso de herejía, pero, como otros, fue llamado. "Molinistas", absueltos por la Santa Sede. Suárez murió en 1617.

Literatura

  • K. Werner, “Suarez und die Scholastic der letzten Jahrhunderte”;
  • A. Frank, “Réformateurs et publicistes de l’Europe. Siglo XVII."
  • Iván Lupandin. “Discursos metafísicos” de Francisco Suárez y el surgimiento de la filosofía europea moderna.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Introducción y sección 1 del razonamiento / Transl. M. R. Burgete // Anuario histórico y filosófico. 1987, M., 1987, págs. 218-242.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamiento V. Sobre la unidad individual y su principio (fragmento) / Transl. T. Antonova, comentarios de T. Antonov, D. Shmonin // Verbum. vol. 1. Francisco Suárez y la cultura europea de los siglos XVI-XVII. San Petersburgo, 1999. págs. 180-183.
  • Suárez F. Comentarios sobre “Los libros de Aristóteles “Sobre el alma””. Introducción (fragmento) / Trans. D. V. Shmonina // Verbum. vol. 5. Imágenes de cultura y estilos de pensamiento: la experiencia ibérica. San Petersburgo, 2001. págs. 174-183.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamiento II (fragmentos de los apartados 1, 2, 4) / Transl. G. V. Vdovina // Cuestiones de filosofía. 2003. N° 10.S. 140-156.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Discurso I, sección 3 /Trad. G. V. Vdovina // Anuario histórico y filosófico. 2004. M., 2005.S. 99-106.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamiento XXXI. Sobre la esencia del ser finito como tal, sobre su ser, así como sobre su distinción (fragmento) / Prefacio, traducción y comentarios de K. V. Sutorius // Anuario histórico y filosófico. 2004. M., 2005. págs. 124-179.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamientos I-V. Artículos introductorios de G. V. Vdovina y D. V. Shmonin. Traducción de G. V. Vdovina. M.: Instituto de Filosofía, Teología e Historia de St. Toma, 2007. 776 p.
  • La doctrina de esencia y existencia de Chernyakov A.G. Suárez en la interpretación de Martin Heidegger // Verbum. Almanaque del Centro de Estudios de la Cultura Medieval. vol. I. Francisco Suárez y la cultura europea de los siglos XVI-XVII San Petersburgo, 1999. P.25-43.
  • Shmonin D.V. Enfoque de la metafísica. El orden del ser y la experiencia del conocimiento en la filosofía de Francisco Suárez. San Petersburgo, 2002. 201 p. ISBN 5-94211-093-X
  • Vdovina G.V. El lenguaje de lo no obvio. Doctrinas sobre signos en la escolástica del siglo XVII. M., IFTI, 648 págs. http://iph.ras.ru/uplfile/root/biblio/semiot.pdf

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  • Personalidades en orden alfabético
  • Nacido el 5 de enero
  • Nacido en 1548
  • Nacido en Granada
  • Murió el 25 de septiembre.
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  • festín de bodas
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Mira qué es "Suárez, Francisco" en otros diccionarios:

    FRANCISCO SUÁREZ- (Suárez, Francisco) (1548–1617) Teólogo y filósofo, jesuita. A veces se le llama el último de los grandes escolásticos. Para la teoría política, es de interés la contribución de Suárez a la filosofía del derecho, y especialmente al derecho internacional. El concepto de ius gentium (correcto... ... Ciencias Políticas. Diccionario.

    Francisco Suárez- (Suárez) (1548 1617), teólogo y filósofo católico español, representante de la escolástica tardía (llamada segunda), jesuita. El fundador del suarezismo, oponiéndose al tomismo en la interpretación de la relación entre el libre albedrío y lo divino... ... diccionario enciclopédico

    Suárez, Francisco.- Francisco Suárez (1548 1617), teólogo, filósofo español, representante de la escolástica tardía (llamada segunda), jesuita. El fundador del amplio movimiento del suarezismo, que se oponía al tomismo. Suárez en muchos sentidos... Diccionario enciclopédico ilustrado

    Francisco Suárez- Francisco Suárez (1/5/1548, Granada, 9/25/1617, Lisboa), teólogo y filósofo español, representante de la escolástica tardía (llamada segunda); Jesuita. Licenciado en la Universidad de Salamanca (1570). Impartido en 1570 80 en Salamanca, Segovia, ... ... Gran enciclopedia soviética

    Suárez, Francisco.- Francisco Suárez (español Francisco Suárez, interpretación antigua e incorrecta del nombre Francisco Suárez, 1548 1617) Filósofo y pensador político español. Biografía Perteneció a una familia noble; Estudió ciencias jurídicas en la Universidad de Salamanca, luego... Enciclopedia católica

    SUAREZ Francisco- (Suárez, Francisco) (c. 1548 1617), uno de los más grandes teólogos y filósofos católicos, representante de los llamados. Escolasticismo barroco. Nacido, al parecer, el 5 de enero de 1548 en Granada. En 1561 ingresó en la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios canónicos... ... Enciclopedia de Collier

    Francisco Suárez- ...Wikipedia

    SUÁREZ Francisco (1548-1617)- Pensador español, representante de la escolástica tardía en la historia de la filosofía y la teología medievales. En 1564 se convirtió en miembro de la Orden de los Jesuitas y se educó en el Colegio Jesuita. Estudiar filosofía. Disciplinas teológicas posteriores en... ... Historia de la Filosofía: Enciclopedia

    Suárez- (Español Suárez, Suarez) un apellido español común. Oradores famosos Suárez, Adolfo Presidente del Gobierno español en 1976 1981. Suárez, Blanca actriz española. Suárez, Gonzalo escritor español, ... ... Wikipedia

(15480105 ) , Granada - 25 de septiembre, Lisboa) - Filósofo y pensador político español.

Biografía



Perteneció a una familia noble; Estudió jurisprudencia en la Universidad de Salamanca, luego ingresó en la orden de los jesuitas y fue profesor de teología en Segovia, Alcalá, Salamanca y Roma. Su aprendizaje fue inmenso; su recuerdo asombró a todos; su dialéctica pareció resucitar la floreciente era de la filosofía escolástica. Todas estas cualidades crearon su fama como el primer filósofo de la época, fama que duró, a juzgar por la autobiografía de Vico, hasta principios del siglo XVIII. Por sugerencia del Papa Pablo V, publicó en la ciudad un panfleto político, “Defensio fidei catholicae contra anglicanae sectae errores”, dirigido contra la política de Jaime I y quemado por la mano del verdugo no sólo en Londres, sino también en Londres. París. Sus obras, cuya publicación finalizó en 1630, abarcan 23 volúmenes en folio (Maguncia y Lyon). P. Noel hizo un extracto de ellos en 1732 (Ginebra).

Enseñando

No en vano se llama a Suárez el último de los escolásticos. No estaba dispuesto a los nuevos métodos de pensamiento que se crearon en su época. El silogismo y la referencia a autoridades son sus argumentos; lo único que le resulta más o menos original es que la autoridad de Aristóteles pasa a un segundo plano ante la autoridad de los clásicos de la escolástica. La principal obra de Suárez es el tratado "De legibus", en el que sigue de cerca a Tomás de Aquino. Se trata de una enciclopedia completa de filosofía escolástica, que ofrece un conocimiento exhaustivo de toda la estructura del pensamiento católico medieval con sus puntos de vista sobre todas las áreas del conocimiento humano. Según Suárez, existen dos tipos de leyes: la ley natural y la ley positiva; La cuestión de los fundamentos de la primera es el principal problema de la moralidad, la cuestión de los fundamentos de la segunda es el principal problema de la política. Los escolásticos distinguían dos tipos de leyes naturales: la ley indicativa (lex indicativa) y la ley prescriptiva (praeceptiva); el primero se limita a explicar qué es bueno y qué es malo, el segundo ordena hacer o no hacer esto o aquello. Las autoridades escolásticas se dividen a este respecto en dos campos: unos reconocen el derecho natural como exclusivamente indicativo, otros como exclusivamente preceptivo. Suárez está tratando de conciliar ambas soluciones extremas. En su opinión, ambas propiedades están presentes en la ley natural: explica y ordena al mismo tiempo. Esta respuesta al problema principal obliga a Suárez a buscar una salida a otra antinomia escolástica, muy relacionada con la anterior. ¿En qué se basa la ley natural: en la naturaleza de las cosas o en el mandato divino? Suárez es igualmente ajeno tanto al racionalismo como al providencialismo en su forma pura y acepta tanto la razón humana como la voluntad divina como aspectos genéticos de la ley natural.

Doctrina del poder

La política de Suárez se basa en estos fundamentos. Dado que la sociedad es el estado natural del hombre, fuera del cual no puede vivir, es por ello una institución divina; pero como la sociedad no puede existir sin leyes, y las leyes no pueden aparecer sin el poder que las emite, es decir, sin el gobierno, entonces el gobierno es una institución divina. La divinidad de la soberanía es únicamente el resultado de su origen natural; Las palabras del apóstol Pablo “Toda autoridad proviene de Dios” (Rom.) deben entenderse precisamente en este sentido, y no de tal manera que en el surgimiento de la autoridad suprema haya una delegación incomprensible para la mente humana, un origen directo. de Dios. Puesto que el poder es generado por la ley natural, está sujeto a ella; Habiendo surgido para las necesidades de la sociedad, se basa en un acto de delegación de la sociedad: una sociedad histórica real. En una palabra, el poder supremo pertenece al pueblo y se delega en el gobierno; pero tal delegación no es necesaria: la sociedad (el pueblo) puede retener el poder para sí, y esta decisión será tan legal como la decisión de delegar el poder en una o varias personas, temporalmente o para siempre. Sin negar fundamentalmente ninguna de las posibles formas de gobierno, Suárez, por razones prácticas, se inclina hacia la monarquía. Pero como el monarca no es el representante de Dios, sino sólo un delegado del pueblo, debe conformarse a la voluntad del pueblo; el consentimiento del monarca y del pueblo es la única fuente de poder del primero; la sucesión al trono está condicionada a la conservación de este consentimiento. Tan pronto como cesa, el soberano supremo -el pueblo- recupera su poder; y sus derechos, según Suárez, en este caso son muy amplios. Sólo puede ofrecer resistencia pasiva al monarca legítimo, pero en relación con un usurpador, un tirano en el antiguo sentido de la palabra, se permiten todo tipo de medidas, sin excluir el asesinato. El asesinato no está prohibido incluso cuando el monarca legítimo es culpable de violar las leyes, pero Suárez aconseja evitarlo si se violan los intereses no de toda la sociedad, sino sólo de un individuo privado. El tirano puede ser asesinado por el último ciudadano por cualquier violación de la ley.

La doctrina política de Suárez en su conjunto no es única. Principios del siglo XVII Fue una época de aguda crisis político-religiosa, en la que los intereses más heterogéneos entraron en conflicto, en la que la oposición al absolutismo, más o menos cubierta por motivos religiosos, estaba abierta o encubiertamente activa en toda Europa occidental. El absolutismo interfirió con los católicos porque en su desarrollo socavó la idea de la autoridad del Papa; también interfirió con varios partidos protestantes porque suprimió la libertad de pensamiento; Por tanto, la enseñanza de los monarcómacos, uno de cuyos representantes destacados fue Suárez, reclutó sus partidarios entre los publicistas tanto católicos como protestantes. En particular, la doctrina del tiranicidio, cuya primera expresión encontramos en la Edad Media, era puramente católica y en la época de las guerras religiosas tuvo muchos representantes, excepto Suárez. No se quedó sólo en un libro, sino que fue puesto en práctica y promovido activamente por los jesuitas. El asesinato de Guillermo de Orange en los Países Bajos (1584) y de los dos Enrique en Francia (1588 y 1610) estuvo relacionado con esta propaganda.

Francisco Suárez, el famoso filósofo y teólogo español, nació en Granada en 1548. En su juventud se unió a la orden de los jesuitas, conocida por sus logros en humanidades, matemáticas y ciencias naturales. Después de convertirse en doctor en teología y sacerdote, Suárez enseñó en las universidades de Coimbra y Salamanca. Las conferencias de Suárez fueron sumamente populares debido a su erudición y santidad personal. En un momento, debido a su apoyo a las tesis del teólogo español Luis Molina (1535-1600), Suárez fue sospechoso de herejía, pero, como otros, fue llamado. "Molinistas", absueltos por la Santa Sede. Suárez murió en 1617.

Obras principales

  • De la encarnación (1590-1592)
  • De sacramentis (1593-1603)
  • Razonamiento metafísico (Disputaciones metafísicas), (1597)
  • De divina sustancia eiusque attributis (1606)
  • De divina praedestinatione et reprobatione (1606)
  • De sanctissimo Trinitatis mysterio (1606)
  • De religión (1608-1625)
  • De legibus (1612)
  • De gracia (1619)
  • de angelis (1620)
  • De opere sex dierum (1621)
  • De anima (1621)
  • De fide, spe et charitate (1622)
  • De ultimo fine hominis (1628)

Ensayos

  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Introducción y sección 1 del razonamiento / Transl. M. R. Burgete // Anuario histórico y filosófico. 1987, M., 1987, págs. 218-242.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamiento V. Sobre la unidad individual y su principio (fragmento) / Transl. T. Antonova, comentarios de T. Antonov, D. Shmonin // Verbum. vol. 1. Francisco Suárez y la cultura europea de los siglos XVI-XVII. San Petersburgo, 1999. págs. 180-183.
  • Suárez F. Comentarios sobre “Los libros de Aristóteles “Sobre el alma””. Introducción (fragmento) / Trans. D. V. Shmonina // Verbum. vol. 5. Imágenes de cultura y estilos de pensamiento: la experiencia ibérica. San Petersburgo, 2001. págs. 174-183.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamiento II (fragmentos de los apartados 1, 2, 4) / Transl. G. V. Vdovina // Cuestiones de filosofía. 2003. N° 10.S. 140-156.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Discurso I, sección 3 /Trad. G. V. Vdovina // Anuario histórico y filosófico. 2004. M., 2005.S. 99-106.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamiento XXXI. Sobre la esencia del ser finito como tal, sobre su ser, así como sobre su distinción (fragmento) / Prefacio, traducción y comentarios de K. V. Sutorius // Anuario histórico y filosófico. 2004. M., 2005. págs. 124-179.
  • Suárez F. Razonamiento metafísico. Razonamientos I-V. Artículos introductorios de G. V. Vdovina y D. V. Shmonin. Traducción de G. V. Vdovina. M.: Instituto de Filosofía, Teología e Historia de St. Toma, 2007. 776 p.

Escribe una reseña del artículo "Suárez, Francisco"

Notas

Literatura

en ruso
  • Bandurovsky K.V.// Nueva Enciclopedia Filosófica / ; Nacional científico social fondo; Pred. educación científica. Consejo V. S. Stepin, vicepresidentes: A. A. Guseinov, G. Yu. Semigin, académico. secreto A. P. Ogurtsov. - 2ª ed., rev. y adicional - M.: Pensamiento, 2010. - ISBN 978-5-244-01115-9.
  • Vdovina G.V.M., IFTI, 648 p.
  • Lupandín I.
  • Cherniakov A.G. La doctrina de Suárez sobre la esencia y la existencia en la interpretación de Martín Heidegger // Verbum. Almanaque del Centro de Estudios de la Cultura Medieval. vol. I. Francisco Suárez y la cultura europea de los siglos XVI-XVII San Petersburgo, 1999. P.25-43.
  • Shmonin D.V. Enfoque de la metafísica. El orden del ser y la experiencia del conocimiento en la filosofía de Francisco Suárez. San Petersburgo, 2002. 201 p. ISBN 5-94211-093-X
  • Schmutz Jacob. . Traducción del francés de A. Yu. y V. L. Ivanov. //“ΕΙΝΑΙ: Problemas de filosofía y teología” No. 2 (002), San Petersburgo, 2012.
en otros idiomas
  • K. Werner, “Suarez und die Scholastic der letzten Jahrhunderte”;
  • A. Frank, “Réformateurs et publicistes de l’Europe. Siglo XVII."

Extracto caracterizando a Suarez, Francisco

La princesa María miró a su amiga sin entender lo que decía.
“Oh, si alguien supiera lo mucho que no me importa ahora”, dijo. - Por supuesto, nunca querría dejarlo... Alpatych me dijo algo sobre irse... Habla con él, no puedo hacer nada, no quiero nada...
- Yo hable con el. Espera que mañana tengamos tiempo de partir; pero creo que ahora sería mejor quedarnos aquí”, dijo la señorita Bourienne. - Porque, verás, querida Marie, caer en manos de soldados o de alborotadores en el camino sería terrible. - La señorita Bourienne sacó de su bolso un anuncio en un papel extraordinario no ruso del general francés Rameau de que los residentes no debían salir de sus casas, que recibirían la debida protección de las autoridades francesas, y se lo entregó a la princesa.
"Creo que es mejor ponerse en contacto con este general", dijo m lle Bourienne, "y estoy seguro de que le respetarán debidamente".
La princesa María leyó el periódico y sollozos secos sacudieron su rostro.
-¿A quién le hiciste pasar esto? - ella dijo.
"Probablemente descubrieron que mi nombre es francés", dijo m lle Bourienne, sonrojándose.
La princesa María, con un papel en la mano, se levantó de la ventana y, con el rostro pálido, salió de la habitación y se dirigió al antiguo despacho del príncipe Andrés.
"Dunyasha, llama a Alpatych, Dronushka, a alguien para mí", dijo la princesa Marya, "y dile a Amalya Karlovna que no venga a verme", añadió, escuchando la voz de m lle Bourienne. - ¡Date prisa y vete! ¡Ve rápido! - dijo la princesa Marya, horrorizada ante la idea de que podría permanecer en poder de los franceses.
“¡Para que el príncipe Andrei sepa que está en poder de los franceses! ¡De modo que ella, la hija del príncipe Nikolai Andreich Bolkonsky, le pide al señor general Rameau que le brinde protección y disfrute de sus beneficios! “Este pensamiento la aterrorizó, la hizo estremecerse, sonrojarse y sentir ataques de ira y orgullo que aún no había experimentado. Todo lo que era difícil y, lo más importante, ofensivo en su posición, se lo imaginaba vívidamente. “Ellos, los franceses, se instalarán en esta casa; El señor general Rameau ocupará el cargo del príncipe Andrei; Será divertido clasificar y leer sus cartas y artículos. M lle Bourienne lui fera les honneurs de Bogucharovo. (La señorita Bourien lo recibirá con honores en Bogucharovo.) Por misericordia, me darán una habitación; los soldados destruirán la tumba reciente de su padre para quitarle cruces y estrellas; Me hablarán de las victorias sobre los rusos, fingirán simpatía por mi dolor... - pensó la princesa Marya no con sus propios pensamientos, sino sintiéndose obligada a pensar por sí misma con los pensamientos de su padre y su hermano. Para ella personalmente, no importaba dónde se quedara ni qué le pasara; pero al mismo tiempo se sentía representante de su difunto padre y del príncipe Andrei. Ella involuntariamente pensó con sus pensamientos y los sintió con sus sentimientos. Cualquier cosa que dijeran, cualquier cosa que hicieran ahora, eso es lo que ella sentía necesario hacer. Fue al despacho del príncipe Andrés y, tratando de penetrar en sus pensamientos, reflexionó sobre su situación.
Las exigencias de la vida, que ella consideraba destruida con la muerte de su padre, surgieron de repente con una fuerza nueva, aún desconocida, ante la princesa María y la abrumaron. Emocionada, con el rostro sonrojado, caminó por la habitación, preguntando primero a Alpatych, luego a Mikhail Ivanovich, luego a Tikhon y luego a Dron. Dunyasha, la niñera y todas las niñas no pudieron decir nada sobre hasta qué punto era justo lo que anunciaba la señorita Bourienne. Alpatych no estaba en casa: había ido a ver a sus superiores. El arquitecto Mikhail Ivanovich convocado, que se acercó a la princesa Marya con ojos somnolientos, no pudo decirle nada. Con exactamente la misma sonrisa de acuerdo con la que solía responder desde hacía quince años, sin expresar su opinión, a las llamadas del viejo príncipe, respondió a las preguntas de la princesa María, de modo que de sus respuestas no se podía deducir nada definitivo. El viejo ayuda de cámara convocado Tikhon, con el rostro hundido y demacrado, con la huella de un dolor incurable, respondió "Escucho con" a todas las preguntas de la princesa Marya y apenas pudo evitar sollozar, mirándola.
Finalmente, el Dron mayor entró en la habitación y, haciendo una profunda reverencia ante la princesa, se detuvo en el dintel.
La princesa Marya caminó por la habitación y se detuvo frente a él.
“Dronushka”, dijo la princesa María, que vio en él a un amigo indudable, el mismo Dronushka que, en su viaje anual a la feria de Vyazma, siempre le traía su pan de jengibre especial y le servía con una sonrisa. "Dronushka, ahora, después de nuestra desgracia", comenzó y se quedó en silencio, sin poder hablar más.
“Todos caminamos bajo Dios”, dijo con un suspiro. Ellos guardaron silencio.
- Dronushka, Alpatych se ha ido a alguna parte, no tengo a quién recurrir. ¿Es cierto que me dicen que no puedo irme?
"¿Por qué no va, excelencia? Puede ir", dijo Dron.
"Me dijeron que era peligroso por parte del enemigo". Cariño, no puedo hacer nada, no entiendo nada, no hay nadie conmigo. Definitivamente quiero ir por la noche o mañana temprano por la mañana. – El dron guardó silencio. Miró a la princesa Marya por debajo de sus cejas.
"No hay caballos", dijo, "también se lo dije a Yakov Alpatych".
- ¿Por qué no? - dijo la princesa.
"Todo proviene del castigo de Dios", dijo Dron. "Qué caballos había fueron desmantelados para uso de las tropas, cuáles murieron, qué año es hoy". ¡No se trata de alimentar a los caballos, sino de asegurarnos de no morir de hambre nosotros mismos! Y se quedan así tres días sin comer. No hay nada, están completamente arruinados.
La princesa Marya escuchó atentamente lo que él le decía.
- ¿Están arruinados los hombres? ¿No tienen pan? - ella preguntó.
"Se están muriendo de hambre", dijo Dron, "no como los carros..."
- ¿Por qué no me lo dijiste, Dronushka? ¿No puedes ayudar? Haré todo lo que pueda... - A la princesa Marya le resultaba extraño pensar que ahora, en un momento así, cuando tal dolor llenaba su alma, podría haber gente rica y pobre y que los ricos no podrían ayudar a los pobres. Ella supo y escuchó vagamente que había pan del amo y que se lo daban a los campesinos. También sabía que ni su hermano ni su padre rechazarían las necesidades de los campesinos; sólo tenía miedo de equivocarse de alguna manera en sus palabras sobre esta distribución de pan a los campesinos, del que quería deshacerse. Se alegró de que le hubieran presentado una excusa para preocuparse, una razón por la que no se avergonzaba de olvidar su dolor. Empezó a pedirle a Dronushka detalles sobre las necesidades de los hombres y sobre lo que había de señorial en Bogucharovo.
– Al fin y al cabo, ¿tenemos el pan del amo, hermano? - ella preguntó.
"El pan del amo está intacto", dijo Dron con orgullo, "nuestro príncipe no ordenó que lo vendieran".
“Dáselo a los campesinos, dale todo lo que necesitan: te doy permiso en nombre de mi hermano”, dijo la princesa María.
El dron no dijo nada y respiró hondo.
“Dales este pan si les basta”. Regálalo todo. Os lo mando en nombre de mi hermano, y les digo: lo que es nuestro, también es de ellos. No escatimaremos nada por ellos. Entonces, dime.
El dron miró fijamente a la princesa mientras ella hablaba.
“Despídame mamá, por amor de Dios, dígame que acepte las llaves”, dijo. “Estuve veintitrés años en el servicio, no hice nada malo; Déjame en paz, por el amor de Dios.
La princesa Marya no entendió lo que él quería de ella y por qué pidió despedirse. Ella le respondió que nunca dudó de su devoción y que estaba dispuesta a hacer todo por él y por los hombres.

Una hora después, Dunyasha llegó a la princesa con la noticia de que Dron había llegado y todos los hombres, por orden de la princesa, se reunieron en el granero, queriendo hablar con la amante.
"Sí, nunca los llamé", dijo la princesa Marya, "solo le dije a Dronushka que les diera pan".
"Sólo por el amor de Dios, Princesa Madre, ordena que se vayan y no vayas con ellos". Todo es mentira - dijo Dunyasha - y Yákov Alpatych vendrá y nosotros nos iremos... y, por favor...
- ¿Qué tipo de engaño? – preguntó la princesa sorprendida
- Sí, lo sé, sólo escúchame, por amor de Dios. Pregúntale a la niñera. Dicen que no aceptan irse por orden tuya.
- Estás diciendo algo mal. Sí, nunca ordené irme... - dijo la princesa Marya. - Llama a Dronushka.
El Dron que llegó confirmó las palabras de Dunyasha: los hombres vinieron por orden de la princesa.
“Sí, nunca los llamé”, dijo la princesa. "Probablemente no se lo transmitiste correctamente". Sólo te dije que les dieras el pan.
El dron suspiró sin responder.
“Si ordenas, se irán”, dijo.
"No, no, iré con ellos", dijo la princesa Marya.
A pesar de las disuasiones de Dunyasha y la niñera, la princesa María salió al porche. La siguieron Dron, Dunyasha, la niñera y Mikhail Ivanovich. "Probablemente piensen que les estoy ofreciendo pan para que se queden en sus lugares, y yo me iré, abandonándolos a merced de los franceses", pensó la princesa María. - Les prometeré un mes en un apartamento cerca de Moscú; Estoy segura de que Andre habría hecho aún más en mi lugar”, pensó, acercándose a la multitud que estaba en el prado cerca del granero en el crepúsculo.
La multitud, apiñada, empezó a moverse y rápidamente se quitaron los sombreros. La princesa María, con la mirada baja y los pies enredados en el vestido, se acercó a ellos. Tantos ojos diferentes, viejos y jóvenes, estaban fijos en ella y había tantos rostros diferentes que la princesa María no vio ni un solo rostro y, sintiendo la necesidad de hablar de repente con todos, no supo qué hacer. Pero nuevamente la conciencia de que ella era la representante de su padre y de su hermano le dio fuerzas y comenzó audazmente su discurso.
"Me alegro mucho de que hayas venido", comenzó la princesa Marya, sin levantar los ojos y sintiendo lo rápido y fuerte que latía su corazón. "Dronushka me dijo que la guerra te arruinó". Este es nuestro dolor común y no escatimaré en nada para ayudarte. Voy yo mismo, porque aquí ya es peligroso y el enemigo está cerca... porque... os doy todo, amigos míos, y os pido que os llevéis todo, todo nuestro pan, para que no tengáis cualquier necesidad. Y si os dijeron que os doy pan para que os quedéis aquí, entonces eso no es verdad. Al contrario, le pido que se vaya con todos sus bienes a nuestra región de Moscú, y allí me encargo de ello y le prometo que no lo necesitará. Os darán casas y pan. - La princesa se detuvo. Sólo se escucharon suspiros entre la multitud.
"No estoy haciendo esto sola", continuó la princesa, "lo estoy haciendo en nombre de mi difunto padre, que fue un buen maestro contigo, y de mi hermano y su hijo".

Francisco Suárez (español: Francisco Suárez, interpretación antigua e incorrecta del nombre - Francisco Suárez, 1548-1617) - filósofo y pensador político español.

Biografía

Perteneció a una familia noble; En la Universidad de Salamanca estudió jurisprudencia, luego ingresó en la orden de los jesuitas y fue profesor. teología en Segovia, Alcalá, Salamanca y Roma. Su aprendizaje fue inmenso; su recuerdo asombró a todos; su dialéctica pareció resucitar la floreciente era de la filosofía escolástica. Todas estas cualidades crearon su fama como el primer filósofo de la época, fama que duró, a juzgar por la autobiografía de Vico, hasta principios del siglo XVIII. Por sugerencia del Papa Pablo V, en 1614 publicó un panfleto político, “Defensio fidei catholicae contra anglicanae sectae errores”, dirigido contra las políticas de Jaime I y quemado por la mano del verdugo no sólo en Londres, sino también en París. . Sus obras, cuya publicación finalizó en 1630, abarcan 23 volúmenes en folio (Maguncia y Lyon). P. Noel hizo un extracto de ellos en 1732 (Ginebra).

No en vano se llama a Suárez el último de los escolásticos. No estaba dispuesto a los nuevos métodos de pensamiento que se crearon en su época. El silogismo y la referencia a autoridades son sus argumentos; lo único que le resulta más o menos original es que la autoridad de Aristóteles pasa a un segundo plano ante la autoridad de los clásicos de la escolástica. La principal obra de Suárez es el tratado "De legibus", en el que sigue de cerca a Tomás de Aquino. Se trata de una enciclopedia completa de filosofía escolástica, que ofrece un conocimiento exhaustivo de toda la estructura del pensamiento católico medieval con sus puntos de vista sobre todas las áreas del conocimiento humano. Según S., existen dos tipos de leyes: el derecho natural y el derecho positivo; La cuestión de los fundamentos de la primera es el principal problema de la moralidad, la cuestión de los fundamentos de la segunda es el principal problema de la política. Los escolásticos distinguían dos tipos de leyes naturales: la ley indicativa (lex indicativa) y la ley prescriptiva (praeceptiva); el primero se limita a explicar qué es bueno y qué es malo, el segundo ordena hacer o no hacer esto o aquello. Las autoridades escolásticas se dividen a este respecto en dos campos: unos reconocen el derecho natural como exclusivamente indicativo, otros como exclusivamente preceptivo. Suárez está tratando de conciliar ambas soluciones extremas. En su opinión, ambas propiedades están presentes en la ley natural: explica y ordena al mismo tiempo. Esta respuesta al problema principal obliga a Suárez a buscar una salida a otra antinomia escolástica, muy relacionada con la anterior. ¿En qué se basa la ley natural: en la naturaleza de las cosas o en el mandato divino? Suárez es igualmente ajeno tanto al racionalismo como al providencialismo en su forma pura y acepta tanto la razón humana como la voluntad divina como aspectos genéticos de la ley natural.

Doctrina del poder

La política de Suárez se basa en estos fundamentos. Dado que la sociedad es el estado natural del hombre, fuera del cual no puede vivir, es por ello una institución divina; pero como la sociedad no puede existir sin leyes, y las leyes no pueden aparecer sin el poder que las emite, es decir, sin el gobierno, entonces el gobierno es una institución divina. La divinidad de la soberanía es únicamente el resultado de su origen natural; Las palabras del apóstol Pablo: “Toda autoridad proviene de Dios” deben entenderse precisamente en este sentido, y no de tal manera que en el surgimiento de la autoridad suprema exista una delegación incomprensible para la mente humana, un origen directo de Dios. . Puesto que el poder es generado por la ley natural, está sujeto a ella; Habiendo surgido para las necesidades de la sociedad, se basa en un acto de delegación de la sociedad: una sociedad histórica real. En una palabra, el poder supremo pertenece al pueblo y se delega en el gobierno; pero tal delegación no es necesaria: la sociedad (el pueblo) puede retener el poder para sí, y esta decisión será tan legal como la decisión de delegar el poder en una o varias personas, temporalmente o para siempre. Sin negar fundamentalmente ninguna de las posibles formas de gobierno, S., por razones prácticas, se inclina hacia el lado de la monarquía. Pero como el monarca no es el representante de Dios, sino sólo un delegado del pueblo, debe conformarse a la voluntad del pueblo; el consentimiento del monarca y del pueblo es la única fuente de poder del primero; la sucesión al trono está condicionada a la conservación de este consentimiento. Tan pronto como cesa, el soberano supremo -el pueblo- recupera su poder; y sus derechos, según S., en este caso son muy amplios. Sólo puede ofrecer resistencia pasiva al monarca legítimo, pero en relación con un usurpador, un tirano en el antiguo sentido de la palabra, se permiten todo tipo de medidas, sin excluir el asesinato. El asesinato no está prohibido incluso cuando el monarca legítimo es culpable de violar las leyes, pero Suárez aconseja evitarlo si se violan los intereses no de toda la sociedad, sino sólo de un particular. El tirano puede ser asesinado por el último ciudadano por cualquier violación de la ley.

La doctrina política de Suárez en su conjunto no es única. Principios del siglo XVII Fue una época de aguda crisis político-religiosa, en la que los intereses más dispares entraban en conflicto, en la que la oposición al absolutismo, más o menos cubierta por motivos religiosos, estaba abierta o encubiertamente activa en todo Occidente. Europa. El absolutismo interfirió con los católicos porque en su desarrollo socavó la idea de la autoridad del Papa; también interfirió con varios partidos protestantes porque suprimió la libertad de pensamiento; Por tanto, la enseñanza de los monarcómacos, uno de cuyos representantes destacados fue Suárez, reclutó sus partidarios tanto entre los publicistas católicos como entre los protestantes. En particular, la doctrina del tiranicidio, cuya primera expresión encontramos en la Edad Media, era puramente católica y en la época de las guerras religiosas tuvo muchos representantes (Boucher, Mariana), excepto Suárez. No se quedó sólo en un libro, sino que fue puesto en práctica y promovido activamente por los jesuitas. El asesinato de Guillermo de Orange en los Países Bajos (1584) y de los dos Enrique en Francia (1588 y 1610) estuvo relacionado con esta propaganda.

Francisco Suárez, el famoso filósofo y teólogo español, nació en Granada en 1548. En su juventud se unió a la orden de los jesuitas, conocida por sus logros en humanidades, matemáticas y ciencias naturales. Después de doctorarse en teología y sacerdote, Suárez enseñó en las universidades de Coimbra y Salamanca. Las conferencias de Suárez fueron sumamente populares debido a su erudición y santidad personal. En un momento, debido a su apoyo a las tesis del teólogo español Luis Molina (1535-1600), Suárez fue sospechoso de herejía, pero, como otros llamados "Molinistas", absueltos por la Santa Sede. Suárez murió en 1617.

Literatura

* K. Werner, “Suárez und die Scholastic der letzten Jahrhunderte”;

* A. Frank, “Réformateurs et publicistes de l’Europe. Siglo XVII."

* Iván Lupandin. "Discursos metafísicos" de Francisco Suárez y el surgimiento de la filosofía europea moderna.

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  • - Francisco, teólogo español, filósofo, representante de la escolástica tardía, jesuita. El fundador del amplio movimiento del suarezismo, que se oponía al tomismo...

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Francisco Suárez

Razonamiento metafísico

© Instituto de Filosofía, Teología e Historia de St. Tomás, 2007

© D.V. Shmonin, artículo, 2007

© G.V. Vdovina, artículos, 2007.

© G.V. Vdovina, traducción, 2007

© V.L. Ivanov, traducción en Apéndice, 2007

* * *

profe. A John P. Doyle con gratitud.


Prefacio a la publicación

El jesuita español Francisco Suárez (1548-1617), el “Excelente Doctor” (Doctor Eximius) de la segunda escolasticidad, ocupa una posición clave en la historia de la filosofía de Europa occidental. Estudiante de los grandes teólogos y filósofos de la Edad Media, sistematizador y transformador de una tradición escolástica poderosa e infinitamente rica, él mismo se convirtió en maestro de los filósofos modernos, incluidos Descartes, Leibniz y Wolf. Los Discursos metafísicos de Suárez, publicados por primera vez en Salamanca en 1597, sirvieron como libro de texto básico de metafísica en la mayoría de las universidades europeas, no sólo católicas sino también protestantes, durante un siglo y medio. El tratado de Suárez se convirtió en un vínculo entre las dos épocas; Las huellas de su influencia (en terminología, definición de conceptos, formulación de problemas) se remontan a los siglos XIX y XX: en Brentano, Meinong, Tvardovsky. En las últimas décadas, la metafísica de Suárez ha sido intensamente estudiada por historiadores de la filosofía en Europa y América.

Y, sin embargo, hasta el día de hoy, la figura de Suárez sigue siendo en gran medida misteriosa, y su influencia histórica específica -probablemente precisamente debido a la naturaleza "interépocal" del pensamiento del filósofo español- aún no puede presentarse con total claridad y certeza. El estado de la investigación suáreziana en Rusia es especialmente deplorable: hasta hace muy poco, la metafísica de Suárez seguía siendo una incógnita incluso para muchos filósofos profesionales. La ausencia de secciones relevantes en los cursos universitarios significó la reproducción de esta ignorancia y, con ella, una visión distorsionada del período de formación de la nueva filosofía europea en su conjunto. Para corregir la situación, es necesario, en primer lugar, hacer accesible el texto del tratado "Discursos metafísicos" a los historiadores de la filosofía, profesores y estudiantes. Esta publicación sirve para este propósito.

Gracias al esfuerzo de varios entusiastas de diferentes países, el texto latino completo de la obra de Suárez ahora está disponible en Internet y puede ser utilizado libremente por especialistas que hablen el idioma original. Esta consideración, así como el enorme volumen de la obra de Suárez (más de dos mil páginas de gran formato), nos alejaron del tentador pero prácticamente difícil plan de traducir todo el tratado. Se decidió traducir las secciones más importantes de los "Discursos metafísicos": importantes tanto desde el punto de vista de la estructura interna de la obra misma como desde el punto de vista de su significado histórico. Se espera que la edición terminada conste de cuatro volúmenes; incluirá aquellos capítulos del tratado de Suárez que presentan su doctrina del ser como tal y sus modos básicos, la teología natural, la doctrina de la sustancia y los seres mentales.

Leer textos de filosofía escolástica hoy no es tarea fácil. Pero, al final, no es más difícil que leer a autores modernos -en un sentido amplio-, desde Husserl o Hartmann hasta muchos filósofos vivos que trabajan en el campo de la ontología formal. Pero Suárez, como otros escolásticos, tiene algo que, tal vez, no esté completamente ausente, pero que está bastante oscurecido y confuso en la investigación ontológica moderna: una conciencia viva del significado moral y espiritual de la metafísica, su importancia como uno de los componentes de la humanidad. crecimiento espiritual. La metafísica entra aquí en ese campo de esfuerzo incesante en el que cada logro mental, cada paso hacia la comprensión de los principios y estructuras básicas de la existencia se convierte en un cierto aumento de la calidad espiritual de quien comprende y le aporta no sólo alegría intelectual, sino también fuerza espiritual. , la sabiduría y la fuerza avanzan, hacia adelante y hacia arriba. La especulación pura puede nutrir algo más que la mente. Lo que puede hacer que la metafísica de Suárez para nosotros no sólo sea práctica y teóricamente útil (util), sino también “espiritualmente útil” (fruibile), es decir, necesaria en el sentido más directo y vital, no es sólo su refinamiento conceptual y su profundidad filosófica, sino también su refinamiento conceptual y su profundidad filosófica. y ese “magis”, “más”, que ciertamente está presente aquí en cualquiera de las cuestiones más privadas y técnicas, resaltando desde dentro su significado final.

* * *

La traducción al ruso se realizó según las siguientes publicaciones:

Discursos I–III: Suárez, F., Disputaciones metafísicas I–III, testo latino a fronte, Rusconi, Milán 1996.

“Discursos” IV-V: Suárez F. Disputaciones metafísicas. Edición y traducción de Segio Rábade Romeo, Salvador Caballero Sánchez y Antonio Puigcerver Zanón. V. 1–7. Madrid, Editorial Gredos, 1960–1966.

Al compilar las notas, utilizamos los comentarios de C. Esposito a la indicada edición italiana de los tres primeros. Razonamiento Suárez.

D. V. Shmonin

"Decoración de España"

Francisco Suárez nació el 5 de enero de 1548 en Granada, en Andalucía, la provincia sur del Reino de España. En aquel momento, España era una de las potencias más fuertes de Europa Occidental. El biógrafo de Suárez, Bernardo Sartolo, describe muy solemnemente en 1693 el contexto histórico en el que estaba destinado a nacer el futuro filósofo:

“El año 1548 ha comenzado la cuenta regresiva. La Iglesia estaba bajo la autoridad del Papa Julio III, la Compañía de Jesús -bajo el control de su fundador, San Ignacio, la monarquía española- bajo el cetro de Carlos V, que unía leones y águilas en un solo equipo. Fue en ese momento que el Señor se dignó dar un nuevo sol a este mundo, glorificándolo con el nacimiento de Francisco”.

Gracias a los complejos entrelazamientos genealógicos, las políticas extranjeras activas, incluidas las dinásticas, de los soberanos católicos bajo el cetro del nieto de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, Carlos V (se convirtió en el quinto, habiendo aceptado el título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1519, pero al trono español que tres años antes ascendió bajo el nombre de Carlos I), se unieron vastos territorios. Entre ellos se encontraban Aragón y Castilla con sus posesiones de ultramar (la corona aragonesa poseía: Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Rosellón), Flandes, Artois, Luxemburgo, Franco Condado y otras tierras. En el Nuevo Mundo, bajo el dominio español, además de Cuba y Haití, las Antillas y las Islas del Golfo, se encontraban partes del territorio de Florida, Chiana (México), la actual Panamá, Nicaragua y Honduras. Hernán Cortés, en el curso de varias expediciones, conquistando estados y uniones de tribus indias, conquistó para Carlos, según palabras de una anécdota histórica, "más regiones de las que sus antepasados ​​dejaron a su majestad de ciudades". En América del Norte, las fronteras de la conquista alcanzaron el Gran Cañón, los ríos Colorado y Missouri. Cuando Francisco Suárez nace en Granada, el reino español, representado por Gonzalo Pizarro, está librando una guerra de conquista en el continente sudamericano.

El mayor imperio cristiano tomó forma durante numerosas guerras en América, Europa y el Mediterráneo, así como en enfrentamientos con la oposición interna. Estos últimos incluyen los levantamientos de comuneros que comenzaron en 1520, evidencia de la lucha de las ciudades españolas contra los ataques a sus libertades. El rey logró reprimir el levantamiento sólo durante operaciones militares de larga duración, con la participación de soldados alemanes y represiones brutales en 1522-1524. Además de las ciudades, las clases gravadas, que antes no pagaban impuestos, sufrieron gravemente por parte del rey y el emperador: la nobleza (principalmente el hidalgo) y el clero, que tampoco contribuyó a la estabilidad en el desarrollo de la España. estado.

España tenía muchos enemigos fuertes en Europa. En 1521, el ataque del rey francés Francisco I a Navarra marcó el comienzo de las Guerras Italianas, durante las cuales se formó la “Liga Santa” contra España, formada por Francia, Venecia, Florencia y Milán. La Liga contó con el apoyo de la corte inglesa. Inglaterra rompió relaciones amistosas con España y se acercó a Francia después de que Enrique VIII se divorciara de su esposa, Catalina de Aragón, hija de Fernando e Isabel. Como resultado de varias campañas militares, intercaladas con treguas, se concluyó un tratado de paz entre Carlos y Francisco en septiembre de 1544, que asignó a España todas sus posesiones europeas.

España también tuvo que luchar contra otros enemigos. En las décadas de 1530 y 1540. Llegaron a su máxima tensión las acciones militares contra los piratas argelinos, que no sólo infundieron miedo a los marineros del Mediterráneo, sino que también se permitieron saquear ciudades costeras españolas e incluso invadir bastante profundamente el interior de la Península Ibérica. Además, reconociendo su responsabilidad en la defensa de las fronteras del mundo cristiano occidental, en la década de 1540. Carlos incluso envió tropas al Danubio, apoyando al rey húngaro en su oposición a la expansión turca.

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