¿Cómo criar a un hombre? Arcipreste Fyodor Borodin sobre lo que los padres del niño deben recordar. "Todo es como siempre." Ve y despierta a la gente indiferente.

El Arcipreste Fyodor Borodin ha sido el rector de la Iglesia de Moscú de los Santos Unmercenarios Cosme y Damian en Maroseyka durante 12 años. Le pedimos que nos hablara de su camino hacia la fe y de las personas que conoció en el camino.

Tuve suerte con mi madrina

- ¿Cómo sucedió que usted, una persona que creció en la época soviética, llegó a la fe?

Crecí en una familia alejada de la Iglesia. Mi padre recibió el santo bautismo cuando ya estaba sirviendo en el ejército, mi madre fue bautizada en la niñez, pero hasta entonces no tuvo contacto con la vida espiritual. Tuve suerte con mi madrina. En el sitio "La ortodoxia y el mundo" había un artículo "Madre sin hijos". La heroína de este artículo, Vera Gorbacheva, es mi madrina.

Mi padre era un maestro de los deportes en sambo, le gustaba mucho el trabajo físico y languidecía en su trabajo burocrático en Metrostroy. Mi padre siempre estaba dispuesto a ayudar a alguien con una mudanza. Lo hizo de forma gratuita y con gran alegría, para que después pudiera sentarse y hablar con sinceridad. Y luego, un día, ayudó a una familia inteligente normal que se mudó al segundo piso de nuestra casa, vivíamos en Bolshoy Gnezdnikovsky Lane. El padre vio que había íconos en la familia y le pidió a Vera Alekseevna que se convirtiera en la madrina de sus hijos. Yo tenía 9 años, mi hermana tenía 10.

Vera Alekseevna resultó ser una madrina corrosiva y obstinada. Ella nos trajo un libro de oraciones (¡donde lo consiguió en ese momento!) y nos mostró las oraciones para leer por la mañana y por la noche. Ella vino un mes después: "Fedya, ¿estás leyendo?" Dije si. Miró el libro con ojos de maestra y dijo: “¡Estás mintiendo! Las páginas están como nuevas, no dobladas. Tuve que leer.

Nos llevó al templo, a su confesor, el famoso sacerdote moscovita P. Guennady Nefedov. Comulgábamos dos veces al año. Era una vida completamente diferente, de ninguna manera conectada con la vida cotidiana. Durante mucho tiempo, estas dos vidas fueron paralelas, sin cruzarse de ninguna manera. Me uní a los pioneros, fui miembro del Komsomol. No lo tomábamos como algo serio, para nosotros era un trámite. Como no fui criado en la fe desde la infancia, la contradicción que existe y es comprensible para mí ahora no parecía una contradicción entonces. Me parecía natural esconder la fe dentro de mí, como una cruz debajo de una camisa. Empecé a llevar una cruz desde los doce años.

Pero debo decir que la misma situación en mi familia era propicia para ganar la fe, mi padre y mi madre son personas profundamente cultas y bien leídas. De niño, leemos mucho, enseñamos a leer. Para que un niño ame los libros, los padres deben leerle en voz alta. Recuerdo como mi madre nos leía, muy pequeños, "Infancia de Bagrov-nieto", "Odisea" traducida por Gnedich, era maravilloso. Cuando era niño, amaba mucho a Chéjov y Tolstoi. Leí las biografías de los artistas del Renacimiento que pude conseguir. Amaba los álbumes de arte, los libros sobre la Antigua Grecia y Egipto.

Recuerdo que mi padre solía leer la Biblia, al igual que trabajo literario. Conocía muy bien la literatura rusa, escribió poemas, obras de teatro, una de ellas incluso se representó en el Teatro Taganka. Artistas, músicos, poetas nos visitaban a menudo, casi a diario. Recuerdo que Zhanna Bichevskaya, el escultor Pologov, el artista Kocheyshvili y su esposa Leah Akhedzhakova, vinieron a nosotros durante algún tiempo, el joven Limonov, que acababa de llegar de Jarkov en ese momento.

Para la era soviética, las familias numerosas eran una rareza, ¿cómo te sentiste entonces y cómo evalúas tu infancia ahora?

Estoy agradecido con mis padres por el hecho de que éramos tres. Como adulto, supe que mi madre tuvo que soportar un ataque feroz no solo de todos los parientes, sino también de los médicos, para darme a luz. Mi hermana y yo somos del mismo clima, mi hermano tiene nueve años menos que yo, para poder defender su nacimiento, mi madre tuvo que pasar por una verdadera guerra. Entonces incluso una familia con dos hijos era una rareza, por no hablar de tres. Vivimos, por decirlo suavemente, no ricamente, pero mi infancia fue feliz.

Nuestros padres nos cuidaron. Los padres pasaron vacaciones y vacaciones con nosotros. Mi padre solía ir de excursión con nosotros. Recuerdo cómo nos llevó en un trineo por el bulevar Tverskoy. Y también nos contaba cuentos de hadas, él mismo los llamaba cuentos, multiparte, multipasada, y si alguien pasaba por ahí, seguro se paraba a escuchar. Para su época, nuestra familia era muy poco estándar. Mi padre murió en 1990 y lo extraño mucho. Desafortunadamente, cuando tenía 12 años, mis padres se separaron y esta es una herida para mí que todavía me duele. Y cada vez que uno de mis amigos se divorcia, miro este problema a través de los ojos de un niño y me duele de nuevo.

escuela dificil

Tuve suerte con la escuela. Estudié en la escuela especial 31, ahora es el gimnasio No. 1520. Los hijos y nietos de personas de alto rango del país, miembros del Politburó, estudiaron en la clase. Entré a esta escuela solo por el lugar de residencia, tuve suerte. Y tuve suerte con el profesor de historia. Desafortunadamente, enseñó con nosotros solo un año, pero logró despertar el gusto por el trabajo intelectual en muchos de mis compañeros. Recientemente estuve visitando a un amigo de mi infancia, con quien estudié en clases paralelas, su autor habitual Andrei Desnitsky. Y admitió que su fascinación por la antigüedad comenzó desde la escuela, desde este profesor de historia.

La profesora de literatura Elena Konstantinovna Ivanova desempeñó un papel importante en mi vida. Esta es una persona muy querida para mí, gracias a Dios, ella está viva y bien y algunas veces viene a nuestra iglesia. Ella supo convertir su tema en una ventana del mundo rectilíneo soviético a problemas completamente diferentes y con una profundidad diferente.

Del icono a la fe

Mis padres amaban el arte y estaban bien versados ​​en él. Con su ayuda, descubrí el ícono ruso. Y en muchos sentidos, la realización de mí mismo como creyente, la transición a esta parte de mi vida sucedió precisamente a través del conocimiento de la belleza y la grandeza del icono.

Fui a la escuela de arte, quería ser artista. Pero cuando me di cuenta de lo perfecto que es el arte del icono ruso, quise aprender más sobre la fe que genera este arte. Desde mi propia experiencia, afirmo que la crianza del gusto artístico en un niño lo acerca a la fe.

Después de la escuela, ingresé a la escuela de arte, luego al instituto, pero no ingresé, y trabajé como artista en el depósito del metro, pinté carteles, periódicos murales, figuras. Todas estas inscripciones en el metro "Parada del octavo vagón" me son dolorosamente familiares. Y luego entró en el ejército. Mi padre creía que era necesario servir. Le dije entonces: “Papá, ¿y si en Afganistán?”. “Griboedov sirvió allí, y no te avergüenzas”, fue su respuesta.

Fue un milagro que no entrara en Afganistán. Antes del ejército, realicé un entrenamiento de paracaidismo en DOSAAF. Todo nuestro grupo fue llamado al mismo tiempo. Llegamos al punto de recogida. Subieron al autobús. Un oficial vino y contó. Somos 36, pero necesitamos 35. "Borodin, sal". Mi apellido estaba primero en la lista, no había nadie en "a". Luego, a través de la correspondencia, supe que todos terminaron entrenándose en Fergana y luego en Afganistán. El Señor me salvó. Después de todo, incluso si regresara, pero matara a alguien, no podría convertirse en sacerdote según los cánones.

¡Camarada Capitán, traiga el Evangelio!

- ¿Qué le dio servicio en el ejército? ¿Es necesario el servicio militar ahora, es útil?

Creo que es necesario servir si el niño está sano. El ejército está creciendo rápidamente. El joven tiene que aprender a responsabilizarse, a tomar decisiones. Para los propios padres con un hijo así, será más tranquilo y confiable entrar en la vejez. Si algo está mal con la salud, solo entonces es necesario salvarlo del ejército. ¿Novatada? Cuando serví, las novatadas fueron terribles. Por supuesto, enviar a un niño al ejército da miedo tanto en ese momento como ahora. Necesito orar. Mi hijo mayor está sirviendo ahora. Oramos con toda la familia.

Tanto en el ejército como en los últimos grados de la escuela, como creyente, tuve que guardar una defensa sorda. En el grado 9-10, ya entendí claramente que soy diferente y vivo de acuerdo con leyes diferentes, hay cosas que no haré. Sirvió en las Fuerzas Aerotransportadas, el sargento. Yo era el único creyente en la empresa, tenía que defenderme. Me “revisaron” en el comedor, se dieron cuenta de que no como mantequilla durante el ayuno, se la doy a alguien.

Entonces encontraron el Evangelio. Era 1987. Luego, mi madre trabajó en el bautismo de la Catedral de Elokhov, y los sacerdotes, a quienes no se les permitió, le pidieron que realizara al menos una breve catequización, al menos 40 minutos para hablar sobre la fe. Pero, ¿qué es la confesión sin el Evangelio? Y mi madre reescribió el Libro varias veces por la noche. Lo di a leer a tiempo con una devolución. Estos textos escritos a mano, como en la antigüedad, fueron leídos por muchas personas. Y luego, con la bendición del P. La madre de Kirill Pavlov se convirtió en fabricante y distribuidora de literatura espiritual.

Fotocopias encuadernadas en una portada simple - San Ignacio Brianchaninov, cartas de Ambrosio de Optina y otros libros. Las personas que entraron en nuestra casa a través de conocidos, secretamente y con cautela los tomaron en sus manos, conteniendo la respiración, y se los llevaron como un gran tesoro. Calle Chernyakhovsky, 15: para muchos obispos, archimandritas y arciprestes actuales, sus bibliotecas teológicas comenzaron allí. Mi madre me entregó un Evangelio escrito a mano al ejército.

El comandante me encontró el Evangelio, se lo quitó, lo encerró en su caja fuerte, para devolver el libro, abrí su caja fuerte. ¡Robo "justo"! El comandante me tiró al suelo, se arrodilló sobre mi pecho: "¿Tomaste el libro?" Respondí: “¡Es mía, camarada capitán!”. Cuando al final del trimestre había algún tipo de libertad, me iba al bosque a orar.

Por cierto, cuando entré al seminario, me enteré de que los que no servían en el ejército no llevaban documentos. Cuando empezó a correr en el aire que pronto las Iglesias devolverían los templos, aumentó la matrícula en el seminario. Había cuatro clases en nuestro paralelo, y solo había un solicitante que no había servido en el ejército. Primero, convertirse en sacerdote a la edad de 22 años no solo es una gran responsabilidad, sino también un riesgo. En segundo lugar, ¿cómo podéis servir a la Patria celestial si no habéis servido a la terrenal?

Solía ​​ser que si no servías en el ejército, entonces algo andaba mal en tu conciencia o en tu cabeza. Entonces, el servicio militar es, por supuesto, una cuestión de disciplina y crecimiento. Creo que definitivamente se necesita el ejército.

trucos del padre

- ¿Qué es lo más importante para ti en la vida familiar? ¿Cuál es el papel del padre? ¿Cómo te ayudaron tus padres?

Tenemos seis hijos y una hija. El mayor, de veinte años, se fue hace poco a servir en el ejército, y el menor tiene un año. Nuestro matrimonio tiene unos 22 años. Me ayuda el ejemplo de mis padres, repito, nos cuidaron. Era raro en esos días. Entonces los adultos vivían sus vidas, mis amigos pasaban sus vacaciones en campamentos pioneros, y los domingos: con las abuelas, sus padres existían según el principio de "TV-pantuflas-periódico", y he estado comprometido desde la infancia, por lo que tengo gusto y alegría por esto.

Trabajar con niños no es una especie de tarea pesada para mí. Entiendo que este es un momento que no debe perderse. Siguiendo el ejemplo de mi padre, les cuento a mis hijos cuentos de hadas en serie.

- ¿Hay algo que no sabías sobre la paternidad que solo aprendiste por experiencia?

Me parece que todo niño necesita un corazón. Y no dividido por el número de niños, sino - en total. Este vínculo nunca debe romperse, debe ser preservado. Debes reunirte periódicamente con cada uno de ellos. Esto puede ser una vez al año o una vez cada seis meses o una vez al mes. Si siente que algo ha comenzado a "quebrarse" en la relación, que el niño está creciendo y alejándose, necesita encontrar tiempo para estar con él.

Esto es lo que entendí.

Y también me di cuenta de que todos los niños son muy diferentes, que es imposible abordarlos con una medida, con un conjunto de requisitos. Lo que es elemental para uno es muy difícil para otro. Lo que está abierto para uno desde la infancia, otro debe crecer hasta eso. Por supuesto, realmente interferimos con los niños con nuestro orgullo, nuestras ideas sobre lo que deberían ser.

- Cuando hay más niños, no pones tantas esperanzas en una sola persona, ¿se distribuyen de manera uniforme?

Sabes, tengo una esposa increíble, ella tiene a cada hijo como uno. Rastreado, comprendido, bien arreglado. Lo hace muy bien, a pesar de que creció prácticamente sin padre ni madre. El padre de mi esposa abandonó a la familia cuando ella tenía tres años, mi madre trató de construir su vida personal y le dio a su hija a su abuela y tío durante mucho tiempo. Puedo decir que en ese sentido, mi mujer es todo un claro milagro. Una mujer que no vio cómo vive la gente en una familia, no tenía ningún escenario de comportamiento, por la gracia de Dios se convirtió en una buena esposa y madre. En muchos asuntos, ella es mucho más sutil y comprende a los niños más profundamente que yo. La admiro. Pero qué hazaña interior le costó, sólo el Señor lo sabe.

En el sacramento de la boda se piden regalos para la crianza de los hijos. Si una persona los acepta y trabaja, entonces Dios compensará todo lo que la gente no dio. Mi esposa para mí es un ejemplo del hecho de que lo que Dios ha plantado en una persona puede germinar con gracia y todo saldrá bien, aunque parezca imposible.

País Maroseyka

- ¿Qué papel jugó la iglesia de San Nicolás en Klenniki en tu vida?

Tuve mucha suerte de que la primera iglesia a la que llegué fue la iglesia de San Nicolás en Kleniki. Esta es la misericordia de Dios para mí. Serví allí como diácono durante seis meses y luego, durante tres años, serví como sacerdote en paralelo a dos iglesias en Maroseyka.

En la iglesia de San Nicolás, entonces y ahora todo estaba imbuido del espíritu del P. Sergio y el P. Alexy Mechevykh, había santuarios, cosas de sus manos. Encontré a las hijas del padre Sergiy Mechev, las nietas del padre Alexy. Fuimos a la tumba del padre Alexei en el cementerio alemán, luego las reliquias fueron trasladadas a la iglesia.

Irina Sergeevna Mecheva - una persona que vivió increíblemente vida dificil lleno de penalidades y trabajos. Ella nos describió su jornada laboral, así que en comparación con ella yo vivo en vacaciones permanentes. Esta mujer se las arregló para hacer todo y mantuvo la mente más aguda hasta último día. Y la otra hermana, Elizaveta Sergeevna, era aparentemente muy similar al padre Sergio, solo una copia. Cuando lo miramos, vimos que su fotografía cobraba vida, esos ojos grandes y separados, e incluso la expresión de su rostro.

Mi mentor fue el padre Alexander Kulikov, un verdadero portador de la tradición maroseana, sabio, humilde, amoroso, cuando es necesario, estricto. Un hombre que vivía y respiraba adoración. Un confesor asombroso es absolutamente asombroso.

Deja todo y sirve a Dios

- ¿Cuál es la diferencia entre el momento en que comenzaste a servir y el presente?

Entonces hubo tal impulso: dejar todo y servir a Dios. Esto es típico de toda nuestra generación. Ahora ya no hay tantos jóvenes inspirados. Pero hay gran cantidad niños que crecieron en el templo.

- ¿No se van? Por por lo menos- están regresando?

Por supuesto, alguien se va, pero casi nadie rompería con la Iglesia. Hay a quienes la vida les arrastra, les succiona, pero a veces aparecen. Tenemos un grupo de los llamados "Veteranos de la Escuela Dominical" en nuestra iglesia, unos veinte de ellos, a veces más.

- ¿Qué esperanzas de aquellos años no se cumplieron? ¿Qué sucedió diferente a lo que se vio entonces?

Entonces nos pareció que la mentira bolchevique-comunista había caído y Rusia pronto volvería a ser ortodoxa. No estábamos preparados para el hecho de que pudiera aparecer una nueva mentira. Por supuesto, lo hablamos, pero creíamos que no sería así. Resultó que todo es mucho más complicado de lo que parecía entonces.

Cosme y Damián

- Háblanos de los feligreses del templo de Cosme y Damián

Hay pocos habitantes en el centro de Moscú, pero hay muchos templos. “En el lugar de residencia” no tenemos prácticamente feligreses, no más del 3-4%. La mayoría de ellos provienen de las áreas para dormir. Resultó que muchos de mis compañeros de clase se convirtieron en feligreses de nuestra iglesia.

La peculiaridad de nuestra iglesia es que tenemos muchos niños, muchos familias numerosas, y cada domingo cerca de la mitad de la iglesia son niños. Eso pasó.

- ¿Y antes solo había abuelas?

Cuando aparecieron muchos niños, las abuelas se fueron, ahora tenemos pocos. Este es el resultado del hecho de que ajustamos ligeramente la vida litúrgica para cumplir con las expectativas de las madres.

Imagina que una madre va al templo con su hijo. Primero en autobús, luego en metro. En el templo no hay cambiador, ni lugar para alimentar al bebé, todos chasquean y silban a la madre y al niño. ¡Pero en cualquier hipermercado hay sitio para madre e hijo! Esta madre cumplió una hazaña, ella misma vino al templo y trajo al niño, pero el sacerdote lo tomará y no lo confesará, dirá: “Ven a la vigilia”.

V tiempos soviéticos El culto dominical se organizó con la expectativa de una persona sin hijos y sin familia, generalmente los ancianos, y ahora esta tendencia continúa. Imagina una familia con seis personas, donde papá trabaja duro toda la semana. Si se le obliga a asistir a las Vísperas del sábado, entonces puede desmayarse en la iglesia el domingo. Sí, y necesita descansar el sábado, se han acumulado cosas en casa. Por supuesto, si el Papa se está preparando para comulgar, entonces le pedimos que venga a la vigilia en la iglesia cercana a la casa. Pero la actitud hacia las madres es completamente despiadada. De vez en cuando ves a alguna madre que es regañada por un joven sacerdote por llegar tarde.

El templo en el centro de Moscú se elige no por el lugar de residencia, sino porque el Señor llamó aquí. Si una persona ha venido, significa que debemos tratar con él y agradecer a Dios que fue él quien nos lo trajo.

Área de ganado joven

- ¿Encuentras un lenguaje común con la nueva generación?

Tengo un tiempo difícil con ellos. En la Unión Soviética todos éramos parecidos, pero los actuales son diferentes. Cada generación ahora será muy diferente de la anterior, pero si se les muestra a Cristo, se les habla de Él, entonces muchos todavía creerán, porque el alma reconocerá a su Creador. Me parece que con los jóvenes es importante ser extremadamente sincero. De cualquier falsedad, inmediatamente cierran los oídos para siempre. Tampoco soportan un tono arrogante, no soportan cuando les hablan mal. Adolescente moderno debe sentir que el sacerdote lo respeta, idealmente lo ama. Es difícil. A veces apenas soportan lo propio en la adolescencia, pero aquí son unos extraños, con eslóganes, peinados y negaciones.

Y también debemos darles la oportunidad de reunirse en algún lugar del templo. Si les das una plataforma para que después de la lección puedan simplemente tomar té entre ellos, entonces se harán amigos, será más fácil para ellos permanecer en el templo y mantener su fe cuando vayan a la universidad. En nuestra parroquia, como en todas partes, los jóvenes se conocen, se crean familias. Se casan en nuestra iglesia, tocamos bodas con toda la compañía.

Pero debemos entender que no podemos arreglarlos por completo. Todos ellos, incluso aquellos que crecieron en familias ortodoxas todo está roto. Ahora familias normales y establecidas: una o dos por templo. Muchos tienen familias rotas, segundos o terceros matrimonios. Y todo esto se refleja en los niños.

Por lo tanto, uno debe ser sincero con ellos, no esconderse de ellos, no pretender ser uno mismo, sino simplemente amarlos. Cuando los jóvenes sienten que son amados sinceramente en el templo, que se les espera aquí, se regocijan, comienzan a comunicarse, a hacer amigos. ¿Cuál es el problema? El niño viene a la escuela dominical, asiste durante 10 años, está lleno de conocimientos, pero no le dan la oportunidad de hacer amistad con sus compañeros, "van y vienen".

Y ahora se graduó de la escuela dominical, comienza adolescencia. ¡Nuestro niño fue llevado a la iglesia por su madre o abuela, y su padre no era una iglesia! Y el adolescente dice: "Seré como papá". Luego entra en el instituto, donde todos los incrédulos, y eso es todo, se olvidó del templo. Por lo tanto, en el templo debe haber una plataforma donde los jóvenes en crecimiento puedan comunicarse. Parque infantil juvenil. Esto, claro, es duro, hay que invertir en ello, es muy difícil con ellos, hacen algo mal todo el tiempo, pero vale la pena. O¡Eh!

Mamá, todos aquí están equivocados.

En el verano, mis feligreses y yo salimos a la naturaleza, a campamentos. Cien personas se reúnen. Llevamos niños desde el mes de edad, desde los diez años los llevamos de paseo en kayak. pasamos con niños juegos de rol en la carretera durante tres años seguidos, tenemos un feligrés maravilloso que hizo esto

¿Para qué es el campamento? Los niños miran a los adultos, los imitan, aprenden. En parte, logra compensar lo que no se recibe en la familia. Ahora hay muchas familias rotas, la mayoría de las veces, por supuesto, el padre no está en su lugar.

- ¿Y qué está pasando ahora con los hombres? ¿Se ha nivelado el sesgo, que ha existido desde la época soviética?

En nuestro país, durante las represiones, durante la guerra, millones de hombres abandonaron a sus familias. Generaciones enteras fueron criadas por mujeres. Por ejemplo, tanto mi padre como mi madre crecieron sin padres. Quizás por eso se divorciaron, porque en la niñez no vieron lo que es una familia. Incluso cuando la gente llega a la iglesia, llevan consigo todas sus heridas durante mucho tiempo.

El problema masculino más común es la incapacidad de asumir la responsabilidad.

Teníamos una familia en la parroquia que, lamentablemente, aún se desmoronaba. Cuando comenzó la discordia, durante mucho tiempo, sentado en un banco en el templo, traté de hablar con mi padre. Pero no importa de qué lado estés, la esposa tiene la culpa de todo. Es una ocurrencia tan común. Empiezas a preguntar: “¿Al menos algo es tu culpa?”. Él dice: "¡Sí, fui demasiado suave!": este es un enfoque tan estándar para el colapso de la familia. Y cuando ya había agotado todos los argumentos, le pregunté a este hombre: “Cuando te casaste, ¿querías hacer feliz a tu esposa?”. Me mira con sorpresa y dice: “Ni siquiera lo pensé. ¡Que interesante!".

La mayoría de las familias son creadas por personas que no entienden que una familia es un servicio para otra persona. El hecho de que el principio del amor cristiano es la abnegación y el servicio a otra persona, absolutamente nadie quiere entender esto. Y cuando necesitas hacer un esfuerzo para superar algo en ti mismo, entonces una persona simplemente deja este problema. Y luego los hijos de estas personas vienen al templo, los traemos al campamento, tenemos que hacer tremendos esfuerzos para traerlos a sus sentidos y enseñarles disciplina.

Un caso más. Tenemos un niño, creció en una familia con un padre difícil. En la campaña, este chico logró arruinar las relaciones con todos. Se acercó a su madre en la tienda y le dijo: “Mamá, todos aquí están equivocados. ¡Nunca me casaré y no iré al templo! Esto es "¡Mamá, todos aquí están equivocados!" se ha convertido en nuestro proverbio. ¡Y había casi 70 personas en el viaje!

Pero repetiré una vez más que si una persona se acerca sinceramente a Dios, entonces Dios ayudará a ver todo esto primero y luego a superarlo. Yo también, en mi familia y en los niños, como en un espejo, mis defectos son visibles. He aprendido mucho de mi familia.

- Si no te hubieras hecho sacerdote, ¿en qué te hubieras convertido?

De niño quería ser artista. En el noveno grado llegué al Archimandrita Herman (Krasilnikov), era un confesor tan perspicaz. Sirvió en el pueblo de Shemetovo para Lavra. Primero vio, nos llamó una hermana por su nombre. Y dijo que mi hermana iría a la facultad de filología de la Universidad Estatal de Moscú, y sucedió. Y me dijo que ser artista no es mi camino, pero mi camino es otro - el sacerdocio. Estaba tan poco preparado para esto que ni siquiera consideré estas palabras. Regresó a ellos ya sirviendo en el ejército. Y entonces…

El Señor me llevó a ser sacerdote, y no puedo poner nada ni siquiera cerca del servicio de la liturgia.

- ¿Estás feliz?

Cuando sirvo en la liturgia, absolutamente. ¡Estos son los momentos más felices de mi vida!

El arcipreste Fyodor Borodin hizo un informe en un seminario pastoral cerrado "Peculiaridades y problemas de la vida familiar del clero". El video del discurso del rector de la Iglesia de los Santos Unmercenarios Cosme y Damian sobre Maroseyka llegó a la red y generó muchas preguntas. Los editores publican el texto adaptado para la impresión.

- Su Eminencia, queridos padres, hermanos y hermanas, inesperadamente para mí, ya fallecido, nuestro decano, el padre Dionisy Shishigin, me ofreció y me bendijo para hacer un informe, lo hice. Este informe, aparentemente, llegó a un punto doloroso, porque durante el último mes más de 25 clérigos me agradecieron por escrito, por teléfono, en una reunión por este informe. No esperaba esto en absoluto. Hoy me pidieron que lo repitiera. Estando aquí logré leerle los comentarios de las madres, por lo cual les estoy muy agradecida. Es por eso que cambiaré un poco el texto, agregaré algo. Él es emocional.

Cuando lo escribí, estaba muy preocupado. El tema es doloroso. Incluso ahora estoy preocupado, por segunda vez en mi vida hablo frente a obispos.

No solo no serán condenados, sino que también serán elogiados por su honestidad.
Creo que todos los presentes estarán de acuerdo conmigo en que nunca en la historia de la Iglesia se ha enfrentado a tal crisis en las familias del clero. Todos sabemos, aunque no hay estadísticas disponibles, cuántos de nuestros compañeros de estudios en las escuelas teológicas se han separado de sus esposas. Entre mis compañeros practicantes en veinticinco años, unas diez personas se divorciaron y fueron expulsadas.

En nuestra iglesia de dos claros, las estadísticas son las siguientes: en 24 años, tres clérigos han destruido a sus familias y han perdido su rango. Varios sacerdotes más jóvenes que yo por consagración, que crearon sus familias ante mis ojos, han llegado a un callejón sin salida familiar completo, aunque todavía no se han divorciado.

Por supuesto, es claro que la razón principal es el pecado, la terrible caída del clérigo o de su esposa, o de ambos. Las madres me reprochan en los comentarios que confundo el efecto y la causa, que no señalo esto. Simplemente no hablo de eso. Esto es evidente. La fuente del divorcio es el pecado, y todo lo demás son solo excusas.

Si todavía hablamos de las razones, entonces la principal es la crisis general de la familia, como dijo el obispo Anthony en el informe anterior. Muchos de nosotros crecimos en familias monoparentales con padres divorciados: sin experiencia, sin guiones de comportamiento para servir a un cónyuge, para resolver conflictos familiares, para la crianza de los hijos.

Nosotros, nuestras esposas e hijos, como todos, vivimos una tremenda presión antifamiliar: los héroes de las noticias y películas, artículos y redes sociales fornican, engañan, se divorcian y dejan hijos. Incluso tenemos un jefe de estado divorciándose en En Vivo- Es difícil imaginar un golpe más fuerte a la institución de la familia. Todo este trasfondo constante de la vida tienta a una persona. Nuestros hijos pasan mucho más tiempo en este ruido informativo, donde el divorcio y la fornicación se han convertido en una opción normal, que en la comunicación con sus padres. Esto forma la tolerancia por el pecado, por desgracia, como algo que ya es tanto que no tiene sentido combatirlo.

Cualquier persona, también un ex sacerdote, que ha dejado a su familia, puede encontrar fácilmente una comunidad como él a través de Internet. En esta comunidad, no solo no será condenado, sino también alabado por su honestidad. Así, se rompió la barrera de la censura pública, que antes podía evitar que una familia de clérigos se desintegrara durante una crisis. Estos causas externas. Es imposible eliminarlos. Sólo pueden ser resistidos por el trabajo constante, la oración y la profundización en la propia vida espiritual. Construyendo su iglesia local, comunicación sincera, hablando de todos los problemas y desacuerdos que surgen.

Los hijos del sacerdote crecen sin padre, y la esposa se volvió hacia la pared y rugió.
Pero esta crisis de las familias de los clérigos tiene también nuestras causas eclesiásticas, internas, que pueden y deben ser superadas. En primer lugar, esta es la falta de tiempo libre para el clero, en primer lugar, la ausencia de al menos dos días libres normales para muchos.

La jornada laboral de un sacerdote no está estandarizada. A menudo sale de casa temprano en la mañana, mientras su esposa e hijos aún duermen; regresa por la noche después del servicio, la confesión y las conversaciones con la gente, cuando sus hijos ya están durmiendo. La jornada laboral, incluido el deber en el templo, se convierte en una de 12 horas.

Deber obligatorio, que en sí mismo, combinado con una serie de servicios, es muy difícil compaginar con el fin de semana (siéntate y mira el horario de la semana del clérigo). A menudo no deja la oportunidad de visitar a los enfermos en casa en estos días y realizar otros requisitos y obediencias fuera del templo. Hay que trasladarlos al fin de semana.

Todos los clérigos están fuera de la obediencia del templo. A menudo para el rector: este es un servicio en una prisión o una reunión de personas responsables, enseñando en espiritual Instituciones educacionales y así sucesivamente - son un factor molesto que simplemente ignora.

El clérigo tiene que cambiar con los hermanos servidores y volver a compensar el cambio a costa de días libres.

Hay sacerdotes que realizan el servicio administrativo en las estructuras del patriarcado y vicariatos, contestan cartas y trabajan como censores en el consejo editorial. Después de trabajar cinco días entre semana, se pasa a los sábados y domingos, que para cualquier clérigo son días de alegría, pero también de máxima carga de trabajo. Tales clérigos nunca tienen días libres.

Puedo dar un ejemplo de cursos de actualización. Con la bendición de la jerarquía, fui a la primera llamada, que se llevó a cabo en el Monasterio Novospassky. El horario era el siguiente: cinco días a la semana de 9 a 18 horas, el sexto día -sábado- hasta las tres de la tarde. Obviamente, el horario lo hizo algún monje, a quien el señor, el abad del monasterio dio la siguiente obediencia: "Haz un horario". ¡Al final de dos meses de estudio, mi esposa estaba en un estado terrible!

Un horario tan agotador es catastróficamente peligroso para cualquier persona, pero si un monástico solo arriesga su salud, entonces un sacerdote familiar arriesga a su familia.

Sí, todos hicimos un juramento, haremos todo lo que seamos bendecidos, incondicionalmente. Nosotros, si es necesario, nos enfermaremos y moriremos en estas obediencias, estamos listos para esto, por supuesto. Pero la gracia divina, siempre “débil, sanadora y empobrecida, llena de vida”, no fue aceptada por esposas e hijos en nuestra consagración. Puede que no aguanten.

En su único día libre, el sacerdote simplemente duerme y vuelve en sí, de hecho, en este día también está ausente de la familia. Así que mi amigo el cura tiene seis hijos y un día libre. Su mujer, ex feligresa, me dice entre lágrimas: “Los niños crecen sin padre, como si estuviera en la cárcel o en la guerra. No lo vemos en absoluto, duerme los fines de semana”. Repito la frase clave: "Los niños crecen sin padre". Se trata de los niños, y no del padre, de su destino, y no del destino del sacerdote.

Y la esposa está en casa, está cansada de los niños y las tareas del hogar, muchas de las cuales necesitaban ser resueltas hace mucho tiempo. Mayoria chicas modernas no está preparado ni siquiera para tres hijos, ni física ni mentalmente. ¿Qué decir de las familias con cinco, seis y ocho hijos?

El marido llega y cae exhausto sobre la cama. No hay amas de casa, abuelos en la mayoría. familias modernas también no. Resuelva el problema con médicos y maestros, llévelos a la escuela, recójalos, tres reuniones de padres durante una semana, hacer la tarea y cocinar comida para gran familia. Esto al dentista, esto al ortopedista, esto a la logopeda, y todo esto con un bebé en brazos o una mujer embarazada, y todo sin la ayuda de su marido. Aquí está la realidad de una gran familia sacerdotal urbana. El cansancio, la irritación, el resentimiento, la decepción se acumulan.

Conozco a un sacerdote cuya esposa una vez simplemente se acostó y dejó de hacer cualquier cosa, no podía levantarse, se volvió hacia la pared y rugió, no tiene fuerzas. Hubo un colapso mental. Los niños corretean, el padre tiene que ir al templo, nadie ha cancelado los casos. Ya llama el rector irritado, no quiere oír nada, porque tiene un solo hijo, no entiende.

Y el sacerdote deja a la familia por un proyecto exitoso
¿Qué implicaciones tiene esto para la familia del clérigo? catastrófico. La oración conjunta cesa, es decir, desaparece lo más importante, en lo cual iglesia en casa, ni la esposa ni los hijos rezan con su padre casi nunca. Repito, si vive lejos del templo, sale cuando los niños duermen y llega cuando ellos duermen. La familia de un sacerdote la mayoría de los días de la semana no tiene lo principal que hay en las familias eclesiásticas ordinarias: la oración común.

Más terrible consecuencia tal horario de trabajo: la falta de comunicación con su esposa e hijos, que nada puede reemplazar. Año tras año, alejándose de su esposa, el sacerdote puede llegar a la destrucción de la conexión cordial con su esposa, en quien, en primer lugar, descansa toda la familia. A menudo, la situación se agrava por el hecho de que en la parroquia el sacerdote está rodeado de reverencia y obediencia, pero en casa no todo es así y ya no es obedecido. Podemos decir que la vida parroquial es un proyecto exitoso, donde él triunfó, y la familia es un fracaso, porque allí no puede resolverlo. Y el sacerdote deja a la familia cada vez más en un proyecto exitoso, donde está en el podio en los rayos de gloria, y todo salió bien para él.

Pero su futura esposa ella no se casó con el padre John, sino con Vanya, se enamoró solo de un hombre. Ella cambia, él cambia. Una familia son dos personas en constante desarrollo y cambio, y no sólo familia sacerdotal, ningún. Para hacer frente a esto, debe hablar y comunicarse mucho, pasar tiempo juntos, hacer algunas cosas juntos, pero esto no sucede y las relaciones comienzan a colapsar, lo cual es una gran cantidad de ejemplos. Las relaciones con los hijos son las que más sufren, no se pueden construir sin un tiempo conjunto con el padre, sin juegos comunes y cosas alegres que son interesantes para los niños: es imposible, esta es la ley.

Acordémonos del profeta Samuel, el Señor le reveló su voluntad sobre toda la nación, y los niños crecieron inútiles. Razón además de ellos Libre albedrío, sólo puede haber uno - la falta de tiempo conjunto. Incluso para la familia del gran profeta, esta ley es válida, qué decir de nosotros pecadores.

Todos sabemos que el corazón, recalco, es la conexión del corazón con el bebé que se construye a través del contacto físico. Si papá no toma al niño en sus brazos todos los días, no lo aprieta y lo besa, esta estrecha conexión no existirá. Esa parte que debe establecerse en la infancia, nace a través de la caricia. Si el padre no puede hacer esto debido a su carga de trabajo, esta conexión no existirá, será aún más difícil construirla más.

“No oramos juntos con papá. Desayunamos, almorzamos y casi siempre cenamos por separado. Clases y escuela sin él. Los domingos, papá no está en absoluto. Madre con hijos en la iglesia más cercana a la casa, ni hablar con su padre, ni escuchar un cuento de hadas, ni un libro, esto es extremadamente raro. Aunque el clérigo tenga dos días libres completos, nunca coinciden con los días libres de los escolares, ya que caen entre semana (esto no es un problema solucionable, lo entiendo, pero también hay que tenerlo en cuenta).

Es casi imposible que un sacerdote viaje a algún lugar con niños para descansar. Las vacaciones en muchas diócesis nunca se dan por un mes. En Moscú se da, ¡gracias a Dios! En muchas diócesis, dos semanas y luego otra semana, o solo dos semanas. Incluso si tiene un benefactor que pagará un viaje al mar para que pueda descansar y su esposa pueda descansar, no tendrá tiempo para descansar durante este tiempo.

Y escucha: “Divórciate, sacrifica a tu familia”
Un sacerdote de una metrópoli bastante grande del centro de Rusia me dijo: “No solo me dan solo dos semanas, todavía tengo que poner excusas, como si fuera un crimen, de que me voy a algún lado durante estas dos semanas. Me pueden llamar en cualquier momento". Es más, en esta diócesis, cuando el cura llega al obispo y le dice: "Tengo problemas con mi mujer". Él escucha una respuesta estándar, cuyo significado es: divorciarse. Es como un resultado. ¿Por qué? Porque la respuesta es esta: sacrifica tu familia, lo principal es el sacerdocio. Hay que sacrificarlos, es malo, pero es verdad.

¡No tengo palabras! En lugar de sanar, la situación se lleva aún más lejos.
Carga del hogar por separado, culto por separado, criar hijos sin padre: ¿qué le espera a esa familia? Ocurre lo más terrible: la familia deja de ser una actividad conjunta, simplemente cesa de hecho y, en consecuencia, una fuente de alegría conjunta.

Ante la ausencia de una comunicación regular, alegre e interesante, ante la constante ausencia del padre en el hogar, ante su agotamiento y fatiga, ante la tensión de la relación con la madre, que inequívocamente los hijos sienten, ante el empobrecimiento del amor entre ellos, una ruptura en la conexión cordial con un hijo adolescente es casi inevitable. Como resultado, el rechazo del padre al final de la adolescencia y más a menudo con un alejamiento de la fe y la iglesia.

Los sacerdotes desiglesiados son una terrible tentación para nuestros feligreses. Al igual que las madres, Vladyka, tienes toda la razón. Todo lo que predica el padre es cuestionado. Si el padre no pudo construir pequeña iglesia lo que dice allí desde el púlpito, lo escucharemos después. Esta tentación puede alejar a tantos jóvenes de la iglesia, anular todo nuestro trabajo juvenil simplemente por la cantidad. Si me encuentro con el hijo de un sacerdote que me dice: “Todo te miente, lo sé por mi padre”, es inútil seguir predicando. Recordamos cuántos sacerdotes se hicieron revolucionarios.

Si una esposa vive en la pobreza durante 20 años, puede perder la fe en la Iglesia
La segunda razón es nuestra interna, dentro de la Iglesia, mucho menos terrible, pero también muy dolorosa. Todo esto sucede en el contexto de una constante falta de dinero, lo que no nos permite resolver rápidamente muchos problemas. No puede arreglar un automóvil, no hay dinero para médicos convenientes sin cola, los tutores, los círculos y las secciones a menudo no están disponibles. Sin tutores, no puedes ir a la universidad ahora. Cuanto más numerosa es la familia del clérigo, más agudo es este problema.

Hace poco hablé con un sacerdote que tiene muchos hijos, nueve hijos, le pregunto por su sueldo, me dice: “Como todos. ¿No puede un abad con dos hijos simplemente calcular sus gastos para los niños y multiplicarlos por cinco? Añade un salario, ¿a qué está esperando? Cuando la madre del clérigo no puede soportarlo y el trastorno mental¿O cuándo dejará de creer en la iglesia?

Mire, si la esposa de un sacerdote ha estado viviendo en una pobreza tan agotadora y humillante durante 20 años, puede perder la fe en la Iglesia, dirá: “Usted nos predica que esta es una comunidad de amor. ¿Donde?" El rector aumentó recientemente su salario de 30 a 50. ¿Qué es una familia de 11 personas por 50 mil en Moscú? Es simplemente ridículo, ¿sabes? Gracioso. No tienen de dónde sacar dinero, ahora no dan dinero a pedido.

Vamos todos, le damos la comunión a la gente mayor que alguna vez fue a nuestra iglesia, todavía puedes dejar dinero ahí, porque no tienen para comprar medicinas. Si una vez cada tres o cuatro meses consagras algo, y te dan algo, eso es todo. Atrás quedaron los años 90, cuando daban dinero para las necesidades, ahora prácticamente no hay nada de esto. Tal vez alguien más tenga una estadística diferente, yo tengo esto.

¿Qué está esperando? ¿Cuándo un sacerdote se emborrachará o se acercará al completo cinismo? Y hay muchos de estos. ¿Por qué tenemos una indiferencia tan despiadada hacia las familias numerosas? Humillante, ni siquiera la pobreza, sino la pobreza: así viven ahora muchos clérigos con muchos hijos. Puedes soportar esto durante un año, dos, diez, pero no toda tu vida.

Otra cosa muy importante es que los hijos de los sacerdotes no quieren vivir así. He oído tantas veces de las hijas de los sacerdotes: “No me casaré con un seminarista, porque, en primer lugar, no quiero que mi marido sea trasladado. Está bien, todavía en Moscú, otra estación de metro, pero si sirve en algunos Gran ciudad Ruso, que está unido con la diócesis, y el esposo fue llevado y trasladado a más de 400 km o 300. La escuela está aquí, y el esposo está allá, no hay caminos. No quiero que no te vea".

El difunto patriarca Alejo II señaló repetidamente en las reuniones diocesanas que un clérigo no debe tener más de dos días libres, pero puede asegurarse de que no haya menos de dos días libres. Es más estricto vigilar a los clérigos familiares, especialmente a los que tienen muchos hijos, en este asunto, para liberar, si el sacerdote tiene más de cinco hijos, de alguna obediencia adicional fuera de la iglesia, para seguir el salario. Puede pagar desde la llegada de un au pair, cocinero o niñera en una familia de este tipo, o encontrar ayudantes voluntarios con fines benéficos.

Mi conocido, el abad, tiene un hijo adulto y su clérigo tiene siete hijos. En algún momento, este último dijo: "Para salvar a mi familia, necesito dos meses de vacaciones". Y el abad lo suelta en secreto, quedando él mismo casi sin descanso. Honra y alaba a tal persona, esto es misericordia. Desafortunadamente, este fenómeno sigue siendo una excepción.

Consoló a su madre durante dos horas, le dio dinero para un helado, y esto salvó a la familia.
¿Qué se podría ofrecer? Es necesario trabajar con los seminaristas. Cuando me gradué del seminario en 1992, la mayoría de mis compañeros de estudios eran castos, no sabían lo que era una mujer y se acercaban a la formación de la familia sobre una base patrística. Ahora es diferente.

Hace aproximadamente 7 u 8 años, estaba hablando con un seminarista, luego con otro, encontré información completamente desalentadora de que muchos seminaristas (¡esto es en el Seminario Teológico de Moscú!) Creen que solo una madre debe ser virgen antes del matrimonio, y un sacerdote , el seminarista puede permitirse la conexión. Eso es todo, ya ves. Por supuesto, esto no puede sino afectar su futura vida familiar con grandes dolores. Tenemos que hablar de eso, tenemos que arreglarlo.

¿Qué más se puede ofrecer? Vladyka, perdóname, has bendecido, te ofrezco. Me parece que el obispo debería reunirse por separado con las esposas de los sacerdotes, y sin cónyuge, y hacer preguntas. Por partes, y no todas a la vez, porque si esto es un salón de la Catedral de Cristo Salvador, entonces nadie se levantará y no dirá nada. Hay que reunirse y preguntar qué problemas hay, conversar, consolar, fortalecer.

Un sacerdote que conozco hace 15 años tuvo una gran cantidad de obediencias fuera del templo: la restauración de tres iglesias. Su esposa en cierto momento dijo: “Ya está, no puedo más”, y se dirigió al obispo Arseny. Le pregunté después: “Bueno, ¿cómo?”. Ella dice con alegría: "Vladyka empujó su silla hacia atrás, se apoyó en los codos, me miró atentamente, sonrió y dijo: "Vamos, cuéntame". Durante mucho tiempo, dos horas, hubo una cola de los que estaban registrados, y él me habló, me consoló, me fortaleció, me explicó y luego me preguntó: “¿Te gusta el helado?”. - "Sí". Y me dio dinero para un helado”.

Él la sacó del callejón sin salida en el que se encontraba. Quitó parte de la obediencia de su marido. En esta familia, el problema no era la falta de dinero, sino la ausencia total de tiempo para que el sacerdote compartiera con su esposa e hijos.

Salió de allí completamente eufórica. Aquí hay una conversación archipastoral con una mujer, con una madre, que estaba a punto de romper con su marido. Con el tiempo si lo coges. Esta familia todavía existe. Este es un sacerdote maravilloso, rector de una gran iglesia de Moscú. Vladyka Arseniy simplemente la salvó con esta conversación.

No estoy familiarizado con la práctica de las parroquias rurales, estoy hablando de parroquias urbanas: es importante asegurarse cuidadosamente de que los clérigos tengan días libres. ¿Qué se puede hacer? Simplemente puede recopilar una lista y analizar. Además, es necesario preguntar no a los abades, sino al clero mismo, porque los abades pueden no darse cuenta y no tener en cuenta muchas cosas.

Mire, llame al rector y dígale: “Dígame, por favor, por qué tuvo este sacerdote esta semana sin un día libre, y esa semana solo tuvo un día libre. ¿Que estas esperando?". Además, es necesario convencer y obligar a los abades a considerar la obediencia fuera del templo, por ejemplo, la enseñanza en la Universidad de St. Tikhon, como una jornada laboral. Todos conocemos muchos casos en los que el rector no quiere admitir esto, necesita que el sacerdote le sirva, dice: “Estos son sus problemas. ¿Quieres enseñar? Ir los fines de semana y ya está".

Proporcionar algunos beneficios a los clérigos con cinco o más hijos. ¿Qué beneficios podrían ser estos? Exención del deber en el templo. Créame, si un sacerdote tiene cinco o seis hijos, no descansará durante este tiempo, dará vueltas como una ardilla en una rueda.

Exención de ciertas obediencias no litúrgicas. Para tener estos fines de semana.

Organización de ayudas materiales tangibles y ayudas domésticas a familias numerosas de forma periódica.

Puedo ofrecer el siguiente criterio: si después de pasar por la edad de transición todos tus hijos van a la iglesia y están listos para confesarse incluso contigo cuando no hay otra oportunidad, e incluso la madre está lista para hacerlo cuando no hay otra oportunidad , como excepción, es decir, sigue confiando en ti como sacerdote, solo así será posible exhalar y empezar a cuidar de los nietos.

Antes de eso, no puedes respirar, porque los años que pasamos sin comunicarnos con los niños, pueden dispararse a los 17 y 20 años. Me parece que si no tomamos ninguna medida, en unos años tendremos no solo una ola, sino un tsunami de divorcios en las familias de clérigos, o familias extintas, se puede llamar así, cuando no hay alegría, simplemente viven juntos, porque de lo contrario perderá su lugar y no tendrá nada para mantener a su familia. ¿Qué puede enseñar un sacerdote así a sus feligreses? Poco claro.

Liberado de la obediencia por circunstancias familiares
Tuve un caso así, lo siento, te contaré sobre mí. Cuando mi esposa dio a luz a su séptimo hijo (ahora tengo ocho), tenía un coágulo de sangre en la pierna, no necesitaba ser operado, no amenazaba el corazón y no había manera. Mi esposa está acostada, no hay abuelos, ni ayudantes. A mí, gracias a Dios, me quedaban dos semanas de vacaciones, que supuse para el parto. Entonces mis padres me dejaron ir un poco. No podía caminar, no podía levantarse en absoluto, tenía mucho dolor. Cocina, lecciones, todo corre por mi cuenta. Ella se acuesta con el bebé, todo lo demás corre por mi cuenta. Cuando tuve este problema con mi esposa, todavía era obediente en el patriarcado. Todo lo demás lo podía soportar, y esto, siento, no puedo soportarlo más.

Fui al obispo Arseny. Fue lo suficientemente divertido, te lo contaré. Vine, resolví asuntos parroquiales y dije: “¿Puedo preguntar por un asunto personal?” Él dice que sí. Comienzo a contar cómo vivo: esto, aquello, aquello (a pesar de que uno de mis hijos estaba gravemente enfermo y, en general, un adulto separado tenía que lidiar con él todo el tiempo, pero esto es imposible). Vladyka se tensa, me mira así, apretó las manos y dijo: "¿Qué quieres?" Digo: "Libérame, por favor, de la obediencia en la comisión canónica". Él es como, "¡Guau! Vaya, por supuesto".

Tal vez pensó que pediría un bastón, porque por la situación que describí, tiene esos ojos: no sabía cómo vivo. Verás, nadie lo sabía, y nadie debería saberlo. Pero él ahondó en la situación, dice: "Por favor".

Por única vez en las 25 reuniones diocesanas a las que asistí como sacerdote, escuché las palabras "fulano fue relevado anticipadamente de la obediencia por razones familiares". Y se trataba de mí. Antes de la expiración de los tres años de obediencia, fui puesto en libertad. Estoy infinitamente agradecido a Vladyka por esto. No sé si podría manejar esa carga y no romperme. Si usted tiene serios problemas, acércate a él, te escuchará y, a pesar de que no tiene familia, te entenderá.

Pero este no es el caso en todas partes. Si no se aborda este problema, esta ola de divorcios y familias extinguidas será una tentación monstruosa tanto para los creyentes como para los incrédulos.

“Pronto se cumplirán 25 años desde que soy sacerdote. A lo largo de los años, unas 15 personas con las que estuve en diferente tiempo firmar, perdieron su santa dignidad. La razón es la misma en todas partes: la ruptura de la familia, la fornicación ... Un sacerdote que hizo caer incluso a uno, muere como un sacerdote. Inevitablemente. Es como un “trauma incompatible con la vida”, el arcipreste Fyodor Borodin reflexiona sobre por qué se produce un enfriamiento y la gente abandona la Iglesia. Oksana Golovko dirigió la conversación.

Y la ramera dice: “¡Tú eres sacerdote! no estaré contigo"

- Hoy no son infrecuentes las conversaciones, las confesiones públicas de personas que se han desilusionado de la Iglesia. ¿Cómo tratarlos?

“La lámpara para el cuerpo es el ojo. Así que, si tu ojo está limpio, todo tu cuerpo estará resplandeciente” (Mat. 6:22). La forma en que percibo la realidad circundante, ya sea que vea oscuridad o luz en ella, da testimonio de la pureza o impureza de mi corazón. La iglesia es como un enorme edificio de varios pisos, donde hay pisos superiores, desde donde hay una hermosa vista y el cielo está cerca, y hay sótanos.

Y cada uno elige en qué lugar de la Iglesia vivirá. Si una persona busca en la Iglesia a su Maestro - Cristo, busca oraciones, se encontrará con el sacerdote que lo ayudará en el camino, y se encontrará con los mismos hermanos y hermanas. Y para él la Iglesia será la verdadera Iglesia de Cristo.

Y si una persona viene a la Iglesia con un ojo oscuro y malvado, si busca defectos en todas partes, si ni siquiera piensa en luchar contra el pecado de la condenación, entonces se encontrará precisamente con esa realidad de la Iglesia. Y tendrá en cuenta que esto es la Iglesia. Se enojará y se enojará cuando la gente diga: "No, la Iglesia no es eso, la Iglesia es la morada del Señor, Jesucristo y el Espíritu Santo". Desafortunadamente, no hay casi nada que puedas hacer al respecto. Porque si una persona pretende condenar y ver suciedad, la verá. Tarde o temprano, tal persona deja la Iglesia. Después de todo, él no conoció a Cristo allí.

Hay una antigua parábola patrística en la que un anciano le cuenta a un joven monje cómo tres personas terminaron en la plaza central de la ciudad por la noche. Y vieron como un hombre, envuelto en una capa, se escabulle de sombra en sombra por la plaza, tratando de pasar desapercibido. Uno pensó que se trataba de un fornicario que volvió después de su pecado, el segundo pensó que se trataba de un ladrón que había robado a alguien. Y el tercero pensó que se trataba de un amante de la oración solitaria, que buscaba un lugar para ello y quería ocultar sus hazañas. El anciano le dijo al discípulo: "Todos vieron lo que es afín a su corazón".

Si conociste a Cristo, lo amaste, entonces nadie puede separarte de Él.

En la vida del santo justo Alexy Mechev, se cuenta que hubo un tiempo, nueve años, cuando el abad sobre él, pequeño y de apariencia desagradable, se burlaba de él todo el tiempo. Le gritaron, regañaron, humillaron, golpearon. Si el Padre Alexy hubiera visto a la Iglesia en esto, se hubiera quitado el rango, tal vez hubiera escrito un libro llamado “Confesiones de un Ex Diácono”… Pero no lo hizo. Por los pecados del hombre, no dejó de ver a Jesucristo en la Iglesia. Y así se convirtió en un gran santo.

Y lo que concierne a cualquier cristiano que deja la Iglesia o se desilusiona de ella, esto sigue siendo el resultado de un pecado grave en el que vive una persona, o el resultado de un enfriamiento. Cada uno de nosotros debemos ponernos diariamente ante el rostro de Dios y restaurar esta conexión todos los días, recuerda que ninguna acción externa por sí sola restaurará esta conexión, sin nuestro propio esfuerzo y deseo. Si esto no sucede durante mucho tiempo, entonces el fuego interior de una persona se apaga.

- Y cuando los sacerdotes publican tales "confesiones", ¿cómo no decepcionarse con estas historias?

El sacerdote está tan, por desgracia, sujeto a estas tentaciones como cualquier laico. Sí, incluso, tal vez más. Porque nadie controla al cura. Nadie lo ve rezar y confesarse. El sacerdote debe buscar la confesión. La mayoría de los sacerdotes que conozco van a confesarse todo el tiempo, mucho más a menudo que las dos veces al año obligatorias.

La mayoría de los sacerdotes son muy conscientes de que simplemente saldrán si no se confiesan con frecuencia.

Cuando un sacerdote se enfría y al mismo tiempo encuentra algunas pasiones en la Iglesia, principalmente la suya propia, entonces eso lo abruma, lo captura y pierde la capacidad de ver al Señor Jesucristo en la Iglesia. Y él mismo dice: "No entiendo qué estoy haciendo aquí".

Desafortunadamente, el escalofrío de un sacerdote a menudo se debe a sus propios pecados graves, incluidas la embriaguez y la fornicación. Aún así, la mayoría del clero que perdió o renunció a su rango, sin importar lo que declararan, se enfrentó precisamente a esto. Porque el canon es muy estricto. Un sacerdote que ha cometido fornicación no puede celebrar la Divina Liturgia.

Pronto se cumplirán 25 años desde que soy sacerdote. A lo largo de los años, unas 15 personas, con las que estuvo familiarizado en varios momentos, perdieron sus órdenes sagradas. La razón es la misma en todas partes: la ruptura de la familia, la fornicación. A dos de ellas se les prohibió servir debido a un conflicto con el clero, pero aun así un año después terminaron con otras mujeres.

Un sacerdote que hace caer aunque sea a uno, muere como un sacerdote. Inevitablemente. Es como "una lesión incompatible con la vida".

Escribo esto con dolor; y la mayoría de ellos son muy buena gente, algunos todavía me son queridos, pero, al parecer, la traición no viene sola. Y la traición del juramento sacerdotal atrae la traición a su esposa.

Tuve que tomar la confesión de un sacerdote por un cierto período de tiempo. Vivía en otra ciudad. Allí, por razones obvias, no se confesó, sino que vino a Moscú.

Su familia se desmoronó, cayó en la fornicación y simplemente alquilaba prostitutas. Y para tener dinero, "bombardeaba" por la noche, a la luz de la luna como conductor en la carretera. Vestido de civil, de pelo muy corto, apuesto, bastante joven. Y entonces dice: “De alguna manera puse una prostituta en mi casa. Nos marchamos con ella, empezamos a negociar. Ella me mira y directamente grita: “¡Eres un sacerdote! No estaré contigo".

Comienza a negarse y a decir que todo está mal. Pero ella sigue gritando y salta del auto casi en movimiento, no está claro cómo no se estrelló. Es decir, una ramera profesional sintió la gracia de Dios, que le da el sacerdocio. Y ya no lo sentía en sí mismo. A mis palabras de que no podía leer la oración permisiva, que tenía que ir al obispo, no reaccionó.

Lo más llamativo es que vi cómo el sacerdote poco a poco muere en él, cómo comienza a tener miedo de celebrar la Divina Liturgia, en el servicio dejaron de acudir a él para confesarse. Simplemente ya no podía realizar deberes sacerdotales.

Más caso famoso cuando el sacerdote se negó a servir: este es un ejemplo de Alexander Osipov, el famoso luchador contra la Iglesia de la era de Jruschov. Este es un ex maestro y profesor en la antigua Academia y Seminario Teológico de Leningrado. La razón por la que dejó de ver a Cristo en la Iglesia fue su pecado, incompatible con el sacerdocio, el segundo matrimonio.

Más antes de la persona que sale de la Iglesia: ex monje, novicio, sacerdote, dos caminos. El primer camino es permanecer enamorado de Cristo, enamorado de la Iglesia, y pasar por el arrepentimiento a la salvación, para la cual siempre hay esperanza, por más profundas que sean las caídas. La segunda forma es la autojustificación.

V Últimamente la segunda vía, gracias a Internet, se ha vuelto muy atractiva y fácil, porque siempre puedes exponer tu visión de la situación, encontrar personas como tú, que se han asentado de la misma manera, que tienen la misma visión de la Iglesia, y ser justificado a sus ojos. Entonces comienza la crítica de todo en la Iglesia, una visión distorsionada de la Iglesia, llena de hostilidad, de odio, cuando una persona no ve el bien en nada, sino sólo el pecado.

Es mejor no leer tales textos, ya que obviamente, de acuerdo con el propósito de la escritura, casi siempre están sesgados. Echarás a perder tu alma, y ​​no sabrás la verdad. "Anónimo" o "ex" asegurará que todo, absolutamente todo está mal. Pero esta es una visión distorsionada por el pecado de la apostasía.

Escuché la historia de un sacerdote prohibido sobre cómo fue prohibido por un "tirano", un metropolitano por la calumnia de un decano, "un monstruo". Aterrorizado, llamo a mi amigo que sirve en la misma diócesis, en el mismo decanato. Él, el rector de una hermosa parroquia grande, que construyó desde cero, está extremadamente sorprendido. Dice que no es así en absoluto. Cuando se entera de dónde saqué la información, dice: “Deberías haber visto cómo se comportaba este ex sacerdote en cualquier reunión. Nunca había visto tanta rudeza". Resulta, como en una broma: "Maryivanna, ¿por qué arrojaste el felpudo a la olla con borscht otra vez?" Respuesta: "Eres malvado, te dejaré".

Nadie, ninguna circunstancia, ningún obispo o decano que se porte mal, o cualquier otra persona, puede privar a un sacerdote de la fe, excepto él mismo.

Debido a que el mismo sacerdote una vez decidió tomar las órdenes sagradas, fue él quien aceptó el Juramento en sus manos en la consagración, fue él a quien se le dijo que "responderás en el día del Juicio Final".

El Apóstol Pablo, anticipando el final de su vida terrena, habla muy Palabras importantes: “He acabado mi carrera, he guardado la fe” (2 Tim. 4:7). Incluso él tuvo que luchar para mantener su fe.

Sacerdotes y laicos arados, exhaustos por el cansancio

Ahora la gente suele hablar de las oportunidades perdidas por la Iglesia en las décadas de 1990 y 2000. ¿No crees que era necesario tratar más con la gente, comunicarnos abiertamente con ellos?

No me parece que la Iglesia haya perdido un gran número de oportunidades.

Solo recordemos cómo respondió a estas preguntas el difunto patriarca Alexy. Dijo que es difícil exigirle a una persona que recientemente ha sido golpeada por mucho tiempo que se levante, se enderece y trabaje bien. La iglesia se acercó a los años noventa en un estado completamente atormentado. No es que la predicación normal estuviera prohibida hasta hace poco; hubo momentos en que cualquier sermón, incluso pronunciado en un templo, tenía que coordinarse con anticipación con el Comisionado de Asuntos Religiosos.

Y su representante se paró con una copia mecanografiada en el templo y comprobó. Si el sacerdote se desviaba del texto acordado, podía sufrir mucho por ello. Le era imposible predicar abiertamente a la gente, y estaba prohibido hablar con los jóvenes.

Mi futura esposa, todavía una colegiala, si quería acercarse al confesor en la iglesia y hacerle alguna pregunta, tenía que hacerlo, escondiéndose detrás de una columna, para que el cacique de pie sobre los kliros no la viera.

Es decir, la Iglesia no tenía ni podía tener la habilidad de una comunicación abierta con la gente.

No había literatura. Mi madre, para que la gente leyera el Evangelio, lo reescribió a mano unas quince veces.

Las familias tradicionales de sacerdotes eran casi únicas. Así que casi no había nadie de quien aprender. Cuando una ola de personas completamente desprevenidas que se convirtieron en sacerdotes ingresó a la Iglesia, resultó que todavía eran muy pocos. Es decir, tan poco que en los años noventa cualquier sacerdote servía simplemente por desgaste.

Tanto los sacerdotes como los laicos -trabajadores de la iglesia- en los noventa y cero años araban como podían, exhaustos por el cansancio. Muchos clérigos sacrificaron el compañerismo con sus esposas, el compañerismo con los niños y casi siempre su salud, como sacrificio a la edificación de la iglesia. Recuerdo un verano con solo dos días libres. No estoy hablando de vacaciones.

A la edad de 23 años, me convertí en el rector del templo, que tuvo que ser restaurado; es como nombrar a un graduado del instituto médico como médico jefe del hospital. Y había la mayoría como yo, porque se regalaron las iglesias, pero no había sacerdotes.

Una vez tuve que servir en el invierno en el templo en nombre de los Cuarenta Mártires de Sebaste. Y el templo estaba en tal estado que, para no congelarse en absoluto, todos se pusieron de pie por turno hacia el único calentador de ventilador que había en el templo, en los kliros. Los Santos Dones se congelaron en el Cáliz, pero ¡cómo de una manera nueva sentimos entonces la hazaña de los santos que se congelaban en el Lago de Sebastián!

Ahora es una pena escuchar el reproche generalizado de que nos dedicamos a los ladrillos y no a las almas. Porque no es así en absoluto. En esas condiciones, nosotros, en primer lugar, nos dedicamos a la adoración y al pueblo, a la predicación y la confesión. Predicamos donde pudimos, incluso yendo a escuelas y universidades. Al mismo tiempo, se dedicaron a la restauración de templos.

Enseñé durante 17 años. escuelas de educacion general gratis en tus fines de semana. Recorrí cincuenta kilómetros, porque vivo en los suburbios. Y fue duro, pero feliz.

En otras escuelas, institutos, donde solo se daba la oportunidad, donde solo llamaban, una sola vez o sistemáticamente, lo enviaban de inmediato sin dudarlo.

- Pero al final, no todos escucharon y aceptaron el sermón - ¿Cuáles son las razones?

Si hablamos del hecho de que no hicimos algo, entonces la razón principal no es que nos estorbara una mala organización o algo así. El pecado impide la predicación. La fuente principal del fracaso de nuestra predicación es, por un lado, el hecho de que no mostramos a Cristo, por otro lado, el hecho de que la gente no quiere oír hablar de Él.

Debe entenderse que si una persona quiere escuchar acerca de Cristo, escuchará acerca de Él. En la época soviética, se imprimió la llamada "Biblia divertida" de un dibujante checo, que contenía parodias de historias sobre los días de la creación del Libro del Génesis. Y la gente compró este libro para sacar de él al menos aquellas citas que el autor criticaba. Así que buscaron a Dios.

El hecho de que una sociedad no se haya vuelto completamente cristiana es una cuestión de la totalidad de las elecciones de las personas que componen esa sociedad. Porque en los últimos 25 años cualquiera podía tomar el evangelio en sus manos, todos en nuestro país escucharon acerca de Cristo.

En cuanto a la intelectualidad que constantemente criticaba a la Iglesia, recuerdo las palabras de Cristo: “Te tocamos la flauta, y tú no bailaste; os cantamos cánticos de dolor, y no llorasteis” (Mateo 11:17).

Demasiadas personas que están lejos de la Iglesia saben exactamente lo que debería ser, qué y cómo debería hacer. Cuando la Iglesia comienza a hacer algo mal y otra cosa, como decidieron esos "expertos", comienzan a enojarse y regañarla. Así fue con Cristo mismo. Solo aquellos que no le impusieron su visión, sino que estaban dispuestos a aprender y escuchar, permanecieron como discípulos. Después de la resurrección, se apareció a unas 500 personas, que son todos los discípulos en los tres años de Su predicación. ¡Y esto es con Cristo mismo!

Por lo tanto, no hay necesidad de avergonzarse de que vida de la iglesia un pequeño número de personas entró profundamente. Y los demás, habiendo rondado la entrada durante veinte años, deciden desidentificarse de la Iglesia. Tenía que suceder en algún momento.

O una persona da la vuelta y se va, o una persona crece en la Iglesia y comienza a comprender que lo principal que hacen aquí es la salvación del alma, y ​​el resto es secundario o ajeno.

Y no nos olvidemos de un vicio eterno de nuestra intelectualidad: estar siempre en contra de cualquier sistema, si ha ingresado. Recuerdo cómo, a principios de la década de 1990, un excelente trabajador de la iglesia fue ordenado diácono. Después de la consagración, ya no pudo llamar Patriarca al Patriarca. Solo - por apellido. Yo tampoco podía confesarme más al rector. Entró en conflicto abierto y perdió su dignidad. Los críticos llaman abusivamente a la Iglesia - un "sistema", pero sin sistema de tierra una comunidad de muchos millones no puede existir.

Incluso si hay alrededor de una docena de santos ascetas, están buscando un igumen. Entienden que lo necesitan. Incluso en Makovets, a pedido de los discípulos de Abba Sergius, surge un sistema. No por él, por ellos.

Cuando te encuentras con una persona inteligente y culta que ha leído todo excepto el Evangelio, comprendes que simplemente no está interesado en él, y puedes predicarle a esa persona desde la mañana hasta la noche, incluso durante todo un año, sin éxito. . Simplemente no quiere, no le importa lo que esté escrito allí. Y no importa porque sabe perfectamente que tendrá que cambiar. Después de todo, es la elección de las personas mismas.

Los creyentes de hoy recuerdan que en aquel entonces, en los años noventa, cuando rezaban en iglesias derruidas, donde soplaba el viento, todo era diferente, más brillante, más nítido que ahora, en iglesias decoradas y cálidas. ¿Es realmente?

La gente tiende a sentir nostalgia por su juventud. Y según la juventud de nuestra iglesia, también. Por supuesto, esos fueron grandes años. Yo mismo recuerdo bien lo impresionante que fue la noticia de que este monasterio también fue regalado, aquí mañana habrá la primera liturgia.

Nosotros, que entramos en el seminario en 1988, creíamos que ahora se aflojaría un poco más la presión sobre la Iglesia, y entonces podía pasar cualquier cosa. Recuerdo cómo mi compañero de estudios en el seminario, que había solicitado la ordenación, caminaba y se decía a sí mismo: “Señor, al menos sirve una liturgia. Si solo se pudiera realizar una liturgia, entonces la vida estaría llena de significado”. Y el otro, que ya había entrado en el seminario, no pudo, en la semana que faltaba hasta el 1 de septiembre, en su pueblo natal acercarse a la casa: un escuadrón de policía y una patrulla militar lo esperaban por turnos. Para encarcelarlo durante 15 días o enviarlo a un campo de entrenamiento militar de dos meses y obligarlo a negarse a estudiar en el seminario. Y al final de nuestro entrenamiento en el seminario, las iglesias comenzaron a abrirse. Esta alegría no se puede describir con palabras.

Sí, el avivamiento de la iglesia - fue realmente como el amanecer después larga noche como primavera tras invierno. Entonces llegó el momento en que el neofitismo general tuvo que terminar, y comenzó para cada uno el tiempo del enorme trabajo sobre sí mismo. Era necesario, según las palabras del apóstol Pablo, despojarse del hombre viejo y crecer en uno mismo un hombre nuevo a imagen de Cristo. Y este es un trabajo diario, desde hace muchas décadas. Es muy difícil y nada tan bonito como venir y sacar años de basura del templo. Todo está claro aquí, pero cuando cuidas tu alma, es duro y no tan obvio, muy largo y difícil.

- Ahora hay mucha más negatividad hacia la Iglesia que hace veinte años. ¿Por qué?

La mirada de una persona escoge entre una variedad de objetos lo que está buscando. Si quiere ver a un cura en un Mercedes, solo lo verá a él. Y los que viven al borde o más allá del borde de la pobreza no serán vistos.

Basta con leer cualquier entrevista con el padre John Okhlobystin y ver su respuesta a la pregunta de por qué dejó de servir: no podía alimentar a sus seis hijos. Este es un sacerdote, muy una persona famosa que sirvió en el centro de Moscú. ¿Y qué pasa con los demás en la periferia?

A menudo, la crítica de la Iglesia es en gran medida una simple autojustificación. Tuve que escuchar literalmente esto: "No he ido al templo en todos estos años, y hoy entendí por qué, cuando vi al sacerdote en un Mercedes". Ellos, rechazando a la Iglesia, no nos rechazan a nosotros, “sacerdotes gordos”, sino a Cristo, no vienen a nosotros, sino a Él.

Sí, tenemos una responsabilidad enorme, y debemos ser impecables. Todo sacerdote y todo laico debe recordar que, a los ojos de los que le rodean, él constituye la Iglesia.

Un sacerdote nunca debe estar borracho, nunca, ni una sola vez en su vida. Porque si lo ven al menos una vez, si seduce al menos a una persona, es difícil para él responder por esto.

Sí, no puedes conducir. autos caros. Por supuesto, tienes que ser educado, no puedes ser grosero. Sí, necesitas leer, necesitas educarte constantemente.

Nuestros errores son nuestros errores. Pero, por cualquier error de cualquier clero, si una persona ha amado a Cristo, vendrá a Su Iglesia. Porque esta es Su Iglesia, y no la iglesia de los "curas gordos en Mercedes". Y a tal persona no le importará en absoluto cómo peca el sacerdote. Pensará en su alegría al encontrarse con Cristo y en sus pecados.

La persona que ama a la Iglesia debe criticar a la Iglesia.

- ¿Quién puede criticar a la Iglesia?

Pienso que sólo una persona que la ama y la trata como a una madre puede criticar constructivamente a la Iglesia. Solo esa crítica se beneficiará, y nosotros mismos, los miembros de la Iglesia. Aunque es útil para humillarnos. Yo personalmente útil porque soy una persona orgullosa.

Aunque nunca he conducido un Mercedes, y aunque me lo den, no voy a ir. Pero sí, las críticas injustificadas me mantienen alerta.

Recuerdo la época de mi fe: la escuela secundaria. 1982-1985, cuando internamente aprendí a resistir la ideología estatal del ateísmo. En este sentido, es más fácil para mí: hay algo que recordar y simplemente restaurar la habilidad.

El Señor permite la crítica para que no nos relajemos. Y la crítica también nos sirve a nosotros los creyentes para entrenar nuestro intelecto para que podamos defender nuestra fe.

Pero algo se puede cambiar en la Iglesia sólo a través de la crítica del dolor interior, a través de la crítica de alguien que ama, que lleva veinte, treinta años en la Iglesia...

Y cuando viene de afuera, suena extraño. Por ejemplo, dicen: “Aquí la Iglesia recibe dinero del Estado”. Y nadie se acuerda de que la Iglesia lleva 25 años restaurando bienes que no son suyos a sus expensas. Hay una sociedad, y la sociedad tiene monumentos arquitectónicos, y toda la sociedad es responsable de estos monumentos. Incluso las personas incrédulas de esta sociedad son responsables de la preservación de los monumentos. No les corresponde a ellos decidir que la mayoría de estos monumentos son templos. Así lo decidieron nuestros antepasados.

Pero la sociedad de principios de los noventa echaba fácilmente a la Iglesia el problema de la conservación de sus monumentos, de su patrimonio. Y todo este tiempo hemos estado trabajando duro, manteniendo y restaurando lo que no nos pertenece. Ahora algunas iglesias comenzaron a ser transferidas a la propiedad de la Iglesia.

¿Por qué, entonces, cuando la Iglesia recibe algunas migajas de dinero para restaurar la propiedad estatal, comienza el abuso?

¿Por qué la Iglesia no siempre da una valoración adecuada a quienes hablan y hacen cosas inaceptables en su nombre, porque esto afecta negativamente a su reputación?

La Iglesia tiene una práctica centenaria de no hacer nada apresuradamente. Porque si actúas con prisa, no puedes salirte del contexto y mirar la situación desde fuera. Me parece que la Iglesia no debe trabajar al ritmo de presentar una noticia en Internet, cuando pasó hace media hora, y un comentario una hora después.

Pero es claro que el diálogo en nombre de la Iglesia debe ser conducido por personas que tengan el nivel cultural adecuado, preferiblemente con la primera educación superior laica. La sabiduría de los líderes es poner a esas personas en los servicios de prensa y enviarlas a las negociaciones.

Desafortunadamente, cualquier pequeña ocasión, cualquier declaración inadecuada puede explotar en las noticias de toda Rusia. vivimos en esto nueva realidad. Debemos acostumbrarnos a ser completamente responsables de nuestras palabras, acostumbrarnos al hecho de que vivimos como si estuviéramos bajo una tapa de vidrio, donde los focos nos apuntan desde todos los lados, y cualquier acto puede explotarse hasta el punto de discusión. el país. Entonces el sacerdote, antes de decir algo, necesita pensar cuidadosamente.

La gente se ha vuelto más cínica, pero buscan profundidad.

- De los sacerdotes de hoy se puede escuchar que la Iglesia se ha vuelto un trabajo más formal, ¿es esto cierto?

Desafortunadamente, esto es parcialmente cierto. Sencillamente, si inicia algún negocio nuevo en Rusia (por ejemplo, la catequesis, que debe llevarse a cabo en todas las parroquias, o el servicio misionero), no puede completar un negocio o realizar cambios en él sin un informe sistemático, ya que esto es lo más importante. imagen accesible de las conexiones inversas.

Otra cosa es que informar se convierta en un fin en sí mismo. Entonces ella mata el trato real. Si por ejemplo exigen que haya un líder juvenil en la parroquia, pero no hay líder juvenil. Y entonces, por ejemplo, llamo a una persona y le digo: “Escucha, sé un líder juvenil, porque me exigen. Ir a las reuniones." En esta situación, simplemente perderá la confianza en mí, porque la juventud suele ser intransigente, y aquí me veo obligado a sugerir que sea falso.

Así que esas cosas son muy peligrosas cuando los reportajes pueden comenzar a vivir según su propia lógica y matar la vida. Recuerdo la historia de un sacerdote, que dijo que tenía una gran cantidad de jóvenes en la parroquia, su obispo bendijo para formalizar el movimiento juvenil. Y cuando empezó a formalizarlo, todo estaba vacío.

Por ejemplo, para mí es difícil encontrar a alguien responsable del trabajo juvenil, porque tenemos muchos jóvenes y niños en la parroquia, pero todos están incluidos en vida comun. No puedo formalizarlos en un movimiento separado y creo que esto está mal en la situación de nuestra parroquia particular.

Con cualquier reportaje, me parece que uno debe ser muy cuidadoso y reverente sobre el hecho de que todas las situaciones son diferentes.

- ¿Hay algo en la Iglesia que hoy nos oscurece a Cristo?

Si busco a Cristo, nadie me lo puede esconder. Sólo hay razones a mi alrededor, las razones de la pérdida de Cristo siempre estarán dentro de mí. Este es el axioma del ascetismo. La causa de todo pecado está dentro de mí, el pecado nace en mi libertad. Nadie puede perder el contacto con Cristo por mí, nadie puede perder la fe por mí. El exterior sólo puede ofrecer una excusa.

En cuanto a las pruebas, recordemos las palabras del Apóstol Pablo: “A los que aman a Dios, todos se apresuran al bien” (Rom. 8:28). Y si Dios envía dificultades a sus siervos, significa que las considera necesarias.

¿De dónde viene la arrogancia de los creyentes, incluidos los sacerdotes, hacia el pueblo “bautizado, pero no ilustrado”, y es necesario combatirla?

Debemos aprender a aceptar a las personas y convertir cada oportunidad en una ocasión para predicar. Si una persona vino al templo para encender una vela para alguien, hay que entender que no vino a mí, al sacerdote, sino que vino en busca de Dios. El hecho de que sepa mucho más acerca de Dios (como me parece con confianza en mí mismo) no es una razón para que me eleve por encima de esta persona.

En general, el templo es el lugar de encuentro de Cristo con el hombre. Y el sacerdote es la persona que sirve a esta reunión.

Esto significa que este movimiento, si está dirigido hacia el Señor, tal vez aún no formalizado o mal entendido, o tal vez incluso un poco estúpido, una especie de ridículo, necesita ser recogido, apoyado y llevado un poco más hacia Cristo. Di algo bueno, sonríe, regala un libro, cuenta algo.

Se necesita bastante para que una persona entienda que un sacerdote es alguien con quien se puede hablar. Vendrá la próxima vez, hará preguntas más profundas.

Nuestro templo está ubicado en la calle Maroseyka, y las excursiones vienen a nosotros. Sin pedir permiso, las personas pueden tomar fotografías y hacer ruido. Parecería que ¿qué se puede hacer? Estrictamente di: “¿Quién te bendijo para tomar fotos aquí? ¿Quién te bendijo para predicar en este templo? ¡Vamos, sal de aquí!” Pero será una oportunidad perdida. Por lo tanto, me aferro a ella, me acerco y ofrezco cortésmente: "Déjame contarte sobre este templo, soy el rector aquí". Incluso un guía turístico con mentalidad anti-iglesia no puede negarse.

Y empiezas: “Ven aquí, por favor. Y he aquí tal o cual icono, su historia. Y aquí hay algunas personas. Dostoievski a menudo, cuando estaba en Moscú, visitaba nuestra iglesia. Los Botkins eran nuestros mayores…” La gente de repente descubre todo esto por sí misma y prospera.

Repito, hay que aprovechar cualquier paso que se dé hacia Dios para recogerlo y encaminarlo más. ¿Recuerda cómo el apóstol Pablo elogió a los atenienses por ser personas piadosas? Aunque desde el punto de vista tanto del judío fiel como del cristiano, era una ciudad pagana impía. Pero el apóstol primero vio el bien en ellos, y luego comenzó a predicar.

- ¿Las personas que llegaron a la fe en los noventa difieren de las que vienen ahora?

Personas notables vinieron y vienen a Dios. Cristo es el mismo ayer y hoy. Y el alma, si anhela tocarlo, como un ciervo a una fuente de agua, sigue siendo la misma que hace mil años, aquel año y medio. Estas son las almas de los hijos e hijas amados de Dios, atormentados y mutilados por el pecado.

Pero todavía hay diferencias. Por un lado, la gente se ha vuelto más cínica. Por otro lado, muchas personas buscan en la Iglesia no lo externo y ritual, sino respuestas a las preguntas más apremiantes sobre la salvación, buscan conversaciones sobre cómo vive la Iglesia en su profundidad.

¿Cómo has cambiado a lo largo de los años?

A cualquier persona, ya mí también, el Señor conduce por la vida y enseña la humildad. La fuerza ha disminuido con la edad. En mi juventud, parecía que, ahora, movería montañas. Ahora entiendo que puedo hacer muy poco.

Mi tarea es captar el momento de mi enfriamiento y volver a mí mismo a ese ardor tal vez inexperto, pero sincero, que estaba al principio. Pregúntese: “Fedya, ¿dónde está ese chico, ese aspirante a sacerdote?” Y tratar de volver a él. Servir de nuevo a la liturgia de la misma manera, con el temor de Dios.

El Arcipreste Fyodor Borodin ha sido el rector de la Iglesia de Moscú de los Santos Unmercenarios Cosme y Damian en Maroseyka durante 12 años. Hay ocho hijos en la familia del padre Fyodor. El más pequeño no tiene ni dos meses. Y madre Lyudmila seriamente enfermo. Ella necesita cuidar su salud, pero ¿quién cuidará de los niños en este momento? Necesita urgentemente una niñera por un largo período, necesitamos nuestra ayuda. Es necesario recolectar 312 mil rublos. Puedes ayudar.

Tuve suerte con mi madrina

- ¿Cómo sucedió que usted, una persona que creció en la época soviética, llegó a la fe?

Crecí en una familia alejada de la Iglesia. Mi padre recibió el santo bautismo cuando ya estaba sirviendo en el ejército, mi madre fue bautizada en la niñez, pero hasta entonces no tuvo contacto con la vida espiritual. Tuve suerte con mi madrina. Había un artículo en el sitio web "La ortodoxia y el mundo". La heroína de este artículo, Vera Gorbacheva, es mi madrina.

Mi padre era un maestro de los deportes en sambo, le gustaba mucho el trabajo físico y languidecía en su trabajo burocrático en Metrostroy. Mi padre siempre estaba dispuesto a ayudar a alguien con una mudanza. Lo hizo de forma gratuita y con gran alegría, para que después pudiera sentarse y hablar con sinceridad. Y luego, un día, ayudó a una familia inteligente normal que se mudó al segundo piso de nuestra casa, vivíamos en Bolshoy Gnezdnikovsky Lane. El padre vio que había íconos en la familia y le pidió a Vera Alekseevna que se convirtiera en la madrina de sus hijos. Yo tenía 9 años, mi hermana tenía 10.

Vera Alekseevna resultó ser una madrina corrosiva y obstinada. Ella nos trajo un libro de oraciones (¡donde lo consiguió en ese momento!) y nos mostró las oraciones para leer por la mañana y por la noche. Ella vino un mes después: "Fedya, ¿estás leyendo?" Dije si. Miró el libro con ojos de maestra y dijo: “¡Estás mintiendo! Las páginas están como nuevas, no dobladas. Tuve que leer.

Nos llevó al templo, a su confesor, el famoso sacerdote moscovita P. Guennady Nefedov. Comulgábamos dos veces al año. Era una vida completamente diferente, de ninguna manera conectada con la vida cotidiana. Durante mucho tiempo, estas dos vidas fueron paralelas, sin cruzarse de ninguna manera. Me uní a los pioneros, fui miembro del Komsomol. No lo tomábamos como algo serio, para nosotros era un trámite. Como no fui criado en la fe desde la infancia, la contradicción que existe y es comprensible para mí ahora no parecía una contradicción entonces. Me parecía natural esconder la fe dentro de mí, como una cruz debajo de una camisa. Empecé a llevar una cruz desde los doce años.

Pero debo decir que la misma situación en mi familia era propicia para ganar la fe, mi padre y mi madre son personas profundamente cultas y bien leídas. De niño, leemos mucho, enseñamos a leer. Para que un niño ame los libros, los padres deben leerle en voz alta. Recuerdo como mi madre nos leía, muy pequeños, "Infancia de Bagrov-nieto", "Odisea" traducida por Gnedich, era maravilloso. De niño, amaba mucho a Tolstoi. Leí las biografías de los artistas del Renacimiento que pude conseguir. Amaba los álbumes de arte, los libros sobre la Antigua Grecia y Egipto.

Recuerdo que mi padre leía la Biblia, simplemente como una obra literaria. Conocía muy bien la literatura rusa, escribió poemas, obras de teatro, una de ellas incluso se representó en el Teatro Taganka. Artistas, músicos, poetas nos visitaban a menudo, casi a diario. Recuerdo que Zhanna Bichevskaya, el escultor Pologov, el artista Kocheyshvili y su esposa Leah Akhedzhakova, vinieron a nosotros durante algún tiempo, el joven Limonov, que acababa de llegar de Jarkov en ese momento.

Para la era soviética, las familias numerosas eran una rareza, ¿cómo te sentiste entonces y cómo evalúas tu infancia ahora?

Estoy agradecido con mis padres por el hecho de que éramos tres. Como adulto, supe que mi madre tuvo que soportar un ataque feroz no solo de todos los parientes, sino también de los médicos, para darme a luz. Mi hermana y yo somos del mismo clima, mi hermano tiene nueve años menos que yo, para poder defender su nacimiento, mi madre tuvo que pasar por una verdadera guerra. Entonces incluso una familia con dos hijos era una rareza, por no hablar de tres. Vivimos, por decirlo suavemente, no ricamente, pero mi infancia fue feliz.

Nuestros padres nos cuidaron. Los padres pasaron vacaciones y vacaciones con nosotros. Mi padre solía ir de excursión con nosotros. Recuerdo cómo nos llevó en un trineo por el bulevar Tverskoy. Y también nos contaba cuentos de hadas, él mismo los llamaba cuentos, multiparte, multipasada, y si alguien pasaba por ahí, seguro se paraba a escuchar. Para su época, nuestra familia era muy poco estándar. Mi padre murió en 1990 y lo extraño mucho. Desafortunadamente, cuando tenía 12 años, mis padres se separaron y esta es una herida para mí que todavía me duele. Y cada vez que uno de mis amigos se divorcia, miro este problema a través de los ojos de un niño y me duele de nuevo.

escuela dificil

Tuve suerte con la escuela. Estudié en la escuela especial 31, ahora es el gimnasio No. 1520. Los hijos y nietos de personas de alto rango del país, miembros del Politburó, estudiaron en la clase. Entré a esta escuela solo por el lugar de residencia, tuve suerte. Y tuve suerte con el profesor de historia. Desafortunadamente, enseñó con nosotros solo un año, pero logró despertar el gusto por el trabajo intelectual en muchos de mis compañeros. Hace poco estuve visitando a un amigo de la infancia con quien estudié en clases paralelas, tu autor habitual. Y admitió que su fascinación por la antigüedad comenzó desde la escuela, desde este profesor de historia.

La profesora de literatura Elena Konstantinovna Ivanova desempeñó un papel importante en mi vida. Esta es una persona muy querida para mí, gracias a Dios, ella está viva y bien y algunas veces viene a nuestra iglesia. Ella supo convertir su tema en una ventana del mundo rectilíneo soviético a problemas completamente diferentes y con una profundidad diferente.

Del icono a la fe

Mis padres amaban el arte y estaban bien versados ​​en él. Con su ayuda, descubrí el ícono ruso. Y en muchos sentidos, la realización de mí mismo como creyente, la transición a esta parte de mi vida sucedió precisamente a través del conocimiento de la belleza y la grandeza del icono.

Fui a la escuela de arte, quería ser artista. Pero cuando me di cuenta de lo perfecto que es el arte del icono ruso, quise aprender más sobre la fe que genera este arte. Desde mi propia experiencia, afirmo que la crianza del gusto artístico en un niño lo acerca a la fe.

Después de la escuela, ingresé a la escuela de arte, luego al instituto, pero no ingresé, y trabajé como artista en el depósito del metro, pinté carteles, periódicos murales, figuras. Todas estas inscripciones en el metro "Parada del octavo vagón" me son dolorosamente familiares. Y luego entró en el ejército. Mi padre creía que era necesario servir. Le dije entonces: “Papá, ¿y si en Afganistán?”. “Griboedov sirvió allí, y no te avergüenzas”, fue su respuesta.

Fue un milagro que no entrara en Afganistán. Antes del ejército, realicé un entrenamiento de paracaidismo en DOSAAF. Todo nuestro grupo fue llamado al mismo tiempo. Llegamos al punto de recogida. Subieron al autobús. Un oficial vino y contó. Somos 36, pero necesitamos 35. "Borodin, sal". Mi apellido estaba primero en la lista, no había nadie en "a". Luego, a través de la correspondencia, supe que todos terminaron entrenándose en Fergana y luego en Afganistán. El Señor me salvó. Después de todo, incluso si regresara, pero matara a alguien, no podría convertirse en sacerdote según los cánones.

¡Camarada Capitán, traiga el Evangelio!

- ¿Qué le dio servicio en el ejército? ¿Es necesario el servicio militar ahora, es útil?

Creo que es necesario servir si el niño está sano. El ejército está creciendo rápidamente. El joven tiene que aprender a responsabilizarse, a tomar decisiones. Para los propios padres con un hijo así, será más tranquilo y confiable entrar en la vejez. Si algo está mal con la salud, solo entonces es necesario salvarlo del ejército. ¿Novatada? Cuando serví, las novatadas fueron terribles. Por supuesto, enviar a un niño al ejército da miedo tanto en ese momento como ahora. Necesito orar. Mi hijo mayor está sirviendo ahora. Oramos con toda la familia.

Tanto en el ejército como en los últimos grados de la escuela, como creyente, tuve que guardar una defensa sorda. En el grado 9-10, ya entendí claramente que soy diferente y vivo de acuerdo con leyes diferentes, hay cosas que no haré. Sirvió en las Fuerzas Aerotransportadas, el sargento. Yo era el único creyente en la empresa, tenía que defenderme. Me “revisaron” en el comedor, se dieron cuenta de que no como mantequilla durante el ayuno, se la doy a alguien.

Entonces encontraron el Evangelio. Era 1987. Luego, mi madre trabajó en el bautismo de la Catedral de Elokhov, y los sacerdotes, a quienes no se les permitió, le pidieron que realizara al menos una breve catequización, al menos 40 minutos para hablar sobre la fe. Pero, ¿qué es la confesión sin el Evangelio? Y mi madre reescribió el Libro varias veces por la noche. Lo di a leer a tiempo con una devolución. Estos textos escritos a mano, como en la antigüedad, fueron leídos por muchas personas. Y luego, con la bendición del P. La madre de Kirill Pavlov se convirtió en fabricante y distribuidora de literatura espiritual.

Fotocopias encuadernadas en una portada simple - San Ignacio Brianchaninov, cartas de Ambrosio de Optina y otros libros. Las personas que entraron en nuestra casa a través de conocidos, secretamente y con cautela los tomaron en sus manos, conteniendo la respiración, y se los llevaron como un gran tesoro. Calle Chernyakhovsky, 15: para muchos obispos, archimandritas y arciprestes actuales, sus bibliotecas teológicas comenzaron allí. Mi madre me entregó un Evangelio escrito a mano al ejército.

El comandante me encontró el Evangelio, se lo quitó, lo encerró en su caja fuerte, para devolver el libro, abrí su caja fuerte. ¡Robo "justo"! El comandante me tiró al suelo, se arrodilló sobre mi pecho: "¿Tomaste el libro?" Respondí: “¡Es mía, camarada capitán!”. Cuando al final del trimestre había algún tipo de libertad, me iba al bosque a orar.

Por cierto, cuando entré al seminario, me enteré de que los que no servían en el ejército no llevaban documentos. Cuando empezó a correr en el aire que pronto las Iglesias devolverían los templos, aumentó la matrícula en el seminario. Había cuatro clases en nuestro paralelo, y solo había un solicitante que no había servido en el ejército. Primero, convertirse en sacerdote a la edad de 22 años no solo es una gran responsabilidad, sino también un riesgo. En segundo lugar, ¿cómo podéis servir a la Patria celestial si no habéis servido a la terrenal?

Solía ​​ser que si no servías en el ejército, entonces algo andaba mal en tu conciencia o en tu cabeza. Entonces, el servicio militar es, por supuesto, una cuestión de disciplina y crecimiento. Creo que definitivamente se necesita el ejército.

trucos del padre

- ¿Qué es lo más importante para ti en la vida familiar? ¿Cuál es el papel del padre? ¿Cómo te ayudaron tus padres?

Tenemos seis hijos y una hija. El mayor, de veinte años, se fue hace poco a servir en el ejército, y el menor tiene un año. Nuestro matrimonio tiene unos 22 años. Me ayuda el ejemplo de mis padres, repito, nos cuidaron. Era raro en esos días. Luego, los adultos vivían sus propias vidas, mis amigos pasaban sus vacaciones en campamentos de pioneros, y los domingos con sus abuelas, sus padres existían según el principio de "TV-pantuflas-periódico", y me comprometí desde la infancia, así que tengo un gusto. por esto, y alegría.

Trabajar con niños no es una especie de tarea pesada para mí. Entiendo que este es un momento que no debe perderse. Siguiendo el ejemplo de mi padre, les cuento a mis hijos cuentos de hadas en serie.

- ¿Hay algo que no sabías sobre la paternidad que solo aprendiste a través de la experiencia?

Me parece que todo niño necesita un corazón. Y no dividido por el número de niños, sino - en total. Este vínculo nunca debe romperse, debe ser preservado. Debes reunirte periódicamente con cada uno de ellos. Esto puede ser una vez al año o una vez cada seis meses o una vez al mes. Si siente que algo ha comenzado a "quebrarse" en la relación, que el niño está creciendo y alejándose, necesita encontrar tiempo para estar con él.

Esto es lo que entendí.

Y también me di cuenta de que todos los niños son muy diferentes, que es imposible abordarlos con una medida, con un conjunto de requisitos. Lo que es elemental para uno es muy difícil para otro. Lo que está abierto para uno desde la infancia, otro debe crecer hasta eso. Por supuesto, realmente interferimos con los niños con nuestro orgullo, nuestras ideas sobre lo que deberían ser.

- Cuando hay más niños, no pones tantas esperanzas en una sola persona, ¿se distribuyen de manera uniforme?

Sabes, tengo una esposa increíble, ella tiene a cada hijo como uno. Rastreado, comprendido, bien arreglado. Lo hace muy bien, a pesar de que creció prácticamente sin padre ni madre. El padre de mi esposa abandonó a la familia cuando ella tenía tres años, mi madre trató de construir su vida personal y le dio a su hija a su abuela y tío durante mucho tiempo. Puedo decir que en ese sentido, mi mujer es todo un claro milagro. Una mujer que no vio cómo vive la gente en una familia, no tenía ningún escenario de comportamiento, por la gracia de Dios se convirtió en una buena esposa y madre. En muchos asuntos, ella es mucho más sutil y comprende a los niños más profundamente que yo. La admiro. Pero qué hazaña interior le costó, sólo el Señor lo sabe.

En el sacramento de la boda se piden regalos para la crianza de los hijos. Si una persona los acepta y trabaja, entonces Dios compensará todo lo que la gente no dio. Mi esposa para mí es un ejemplo del hecho de que lo que Dios ha plantado en una persona puede germinar con gracia y todo saldrá bien, aunque parezca imposible.

- ¿Qué papel jugó la iglesia de San Nicolás en Klenniki en tu vida?

Tuve mucha suerte de que la primera iglesia a la que llegué fue la iglesia de San Nicolás en Klenniki. Esta es la misericordia de Dios para mí. Serví allí como diácono durante seis meses y luego, como sacerdote, serví en paralelo durante tres años en dos iglesias en Maroseyka.

En la iglesia de San Nicolás, entonces y ahora todo estaba imbuido del espíritu del P. Sergio y el P. Alexy Mechevykh, había santuarios, cosas de sus manos. Encontré a las hijas del padre Sergiy Mechev, las nietas del padre Alexy. Fuimos a la tumba del padre Alexei en el cementerio alemán, luego las reliquias fueron trasladadas a la iglesia.

Irina Sergeevna Mecheva es una persona que vivió una vida increíblemente difícil, llena de dificultades y trabajos. Ella nos describió su jornada laboral, así que en comparación con ella yo vivo en vacaciones permanentes. Esta mujer manejó todo y mantuvo la mente más aguda hasta el último día. Y la otra hermana, Elizaveta Sergeevna, era aparentemente muy similar al padre Sergio, solo una copia. Cuando lo miramos, vimos que su fotografía cobraba vida, esos ojos grandes y separados, e incluso la expresión de su rostro.

Mi mentor fue el padre Alexander Kulikov, un verdadero portador de la tradición maroseana, sabio, humilde, amoroso, cuando es necesario, estricto. Un hombre que vivía y respiraba adoración. Un confesor asombroso es absolutamente asombroso.

Deja todo y sirve a Dios

- ¿Cuál es la diferencia entre el momento en que comenzaste a servir y el presente?

Entonces hubo tal impulso: dejar todo y servir a Dios. Esto es típico de toda nuestra generación. Ahora ya no hay tantos jóvenes inspirados. Pero hay una gran cantidad de niños que crecieron en el templo.

- ¿No se van? ¿Al menos volverán?

Por supuesto, alguien se va, pero casi nadie rompería con la Iglesia. Hay a quienes la vida les arrastra, les succiona, pero a veces aparecen. Tenemos un grupo de los llamados "Veteranos de la Escuela Dominical" en nuestra iglesia, unos veinte de ellos, a veces más.

- ¿Qué esperanzas de aquellos años no se cumplieron? ¿Qué sucedió diferente a lo que se vio entonces?

Entonces nos pareció que la mentira bolchevique-comunista había caído y Rusia pronto volvería a ser ortodoxa. No estábamos preparados para el hecho de que pudiera aparecer una nueva mentira. Por supuesto, lo hablamos, pero creíamos que no sería así. Resultó que todo es mucho más complicado de lo que parecía entonces.

Cosme y Damián

- Háblanos de los feligreses del templo de Cosme y Damián

Hay pocos habitantes en el centro de Moscú, pero hay muchos templos. Prácticamente no tenemos feligreses "en el lugar de residencia" - 3-4%, no más. La mayoría de ellos provienen de las áreas para dormir. Resultó que muchos de mis compañeros de clase se convirtieron en feligreses de nuestra iglesia.

La peculiaridad de nuestra iglesia es que tenemos muchos niños, muchas familias con muchos niños, y cada domingo como la mitad de la iglesia son niños. Eso pasó.

- ¿Y antes solo había abuelas?

Cuando aparecieron muchos niños, las abuelas se fueron, ahora tenemos pocos. Este es el resultado del hecho de que ajustamos ligeramente la vida litúrgica para cumplir con las expectativas de las madres.

Imagina que una madre va al templo con su hijo. Primero en autobús, luego en metro. En el templo no hay cambiador, ni lugar para alimentar al bebé, todos chasquean y silban a la madre y al niño. ¡Pero en cualquier hipermercado hay sitio para madre e hijo! Esta madre cumplió una hazaña, ella misma vino al templo y trajo al niño, pero el sacerdote lo tomará y no lo confesará, dirá: “Ven a la vigilia”.

En la época soviética, el culto dominical se organizaba con la expectativa de una persona sin hijos y sin familia, generalmente una persona mayor, y ahora esta tendencia continúa. Imagina una familia con seis personas, donde papá trabaja duro toda la semana. Si se le obliga a asistir a las Vísperas del sábado, entonces puede desmayarse en la iglesia el domingo. Sí, y necesita descansar el sábado, se han acumulado cosas en casa. Por supuesto, si el Papa se está preparando para comulgar, entonces le pedimos que venga a la vigilia en la iglesia cercana a la casa. Pero la actitud hacia las madres es completamente despiadada. De vez en cuando ves a alguna madre que es regañada por un joven sacerdote por llegar tarde.

El templo en el centro de Moscú se elige no por el lugar de residencia, sino porque el Señor llamó aquí. Si una persona ha venido, significa que debemos tratar con él y agradecer a Dios que fue él quien nos lo trajo.

Área de ganado joven

- ¿Encuentras un lenguaje común con la nueva generación?

Tengo un tiempo difícil con ellos. En la Unión Soviética todos éramos parecidos, pero los actuales son diferentes. Cada generación ahora será muy diferente de la anterior, pero si se les muestra a Cristo, se les habla de Él, entonces muchos todavía creerán, porque el alma reconocerá a su Creador. Me parece que con los jóvenes es importante ser extremadamente sincero. De cualquier falsedad, inmediatamente cierran los oídos para siempre. Tampoco soportan un tono arrogante, no soportan cuando les hablan mal. Un adolescente moderno debe sentir que el sacerdote lo respeta, idealmente lo ama. Es difícil. A veces apenas soportan lo propio en la adolescencia, pero aquí son unos extraños, con eslóganes, peinados y negaciones.

Y también debemos darles la oportunidad de reunirse en algún lugar del templo. Si les das una plataforma para que después de la lección puedan simplemente tomar té entre ellos, entonces se harán amigos, será más fácil para ellos permanecer en el templo y mantener su fe cuando vayan a la universidad. En nuestra parroquia, como en todas partes, los jóvenes se conocen, se crean familias. Se casan en nuestra iglesia, tocamos bodas con toda la compañía.

Pero debemos entender que no podemos arreglarlos por completo. Todos ellos, incluso aquellos que crecieron en familias ortodoxas, tienen todo roto. Ahora familias normales y establecidas: una o dos por templo. Muchos tienen familias rotas, segundos o terceros matrimonios. Y todo esto se refleja en los niños.

Por lo tanto, uno debe ser sincero con ellos, no esconderse de ellos, no pretender ser uno mismo, sino simplemente amarlos. Cuando los jóvenes sienten que son amados sinceramente en el templo, que se les espera aquí, se regocijan, comienzan a comunicarse, a hacer amigos. ¿Cuál es el problema? El niño viene a la escuela dominical, asiste durante 10 años, está lleno de conocimientos, pero no le dan la oportunidad de hacer amistad con sus compañeros, "van y vienen".

Y ahora que se graduó de la escuela dominical, comienza la adolescencia. ¡Nuestro niño fue llevado a la iglesia por su madre o abuela, y su padre no era una iglesia! Y el adolescente dice: "Seré como papá". Luego entra en el instituto, donde todos los incrédulos, y eso es todo, se olvidó del templo. Por lo tanto, en el templo debe haber una plataforma donde los jóvenes en crecimiento puedan comunicarse. Parque infantil juvenil. Esto, claro, es duro, hay que invertir en ello, es muy difícil con ellos, hacen algo mal todo el tiempo, pero vale la pena. O¡Eh!

Mamá, todos aquí están equivocados.

En el verano, mis feligreses y yo salimos a la naturaleza, a campamentos. Cien personas se reúnen. Llevamos niños desde el mes de edad, desde los diez años los llevamos de paseo en kayak. Hemos estado haciendo juegos de rol con niños en el camino durante tres años seguidos, tenemos un feligrés maravilloso que hizo esto.

¿Para qué es el campamento? Los niños miran a los adultos, los imitan, aprenden. En parte, logra compensar lo que no se recibe en la familia. Ahora hay muchas familias rotas, la mayoría de las veces, por supuesto, el padre no está en su lugar.

- ¿Y qué está pasando ahora con los hombres? ¿Se ha nivelado el sesgo, que ha existido desde la época soviética?

En nuestro país, durante las represiones, durante la guerra, millones de hombres abandonaron a sus familias. Generaciones enteras fueron criadas por mujeres. Por ejemplo, tanto mi padre como mi madre crecieron sin padres. Quizás por eso se divorciaron, porque en la niñez no vieron lo que es una familia. Incluso cuando la gente llega a la iglesia, llevan consigo todas sus heridas durante mucho tiempo.

El problema masculino más común es la incapacidad de asumir la responsabilidad.

Teníamos una familia en la parroquia que, lamentablemente, aún se desmoronaba. Cuando comenzó la discordia, durante mucho tiempo, sentado en un banco en el templo, traté de hablar con mi padre. Pero no importa de qué lado estés, la esposa tiene la culpa de todo. Es una ocurrencia tan común. Empiezas a preguntar: “¿Al menos algo es tu culpa?”. Él dice: "¡Sí, fui demasiado suave!": este es un enfoque tan estándar para el colapso de la familia. Y cuando ya había agotado todos los argumentos, le pregunté a este hombre: “Cuando te casaste, ¿querías hacer feliz a tu esposa?”. Me mira con sorpresa y dice: “Ni siquiera lo pensé. ¡Que interesante!".

La mayoría de las familias son creadas por personas que no entienden que una familia es un servicio para otra persona. El hecho de que el principio del amor cristiano es la abnegación y el servicio a otra persona, absolutamente nadie quiere entender esto. Y cuando necesitas hacer un esfuerzo para superar algo en ti mismo, entonces una persona simplemente deja este problema. Y luego los hijos de estas personas vienen al templo, los traemos al campamento, tenemos que hacer tremendos esfuerzos para traerlos a sus sentidos y enseñarles disciplina.

Un caso más. Tenemos un niño, creció en una familia con un padre difícil. En la campaña, este chico logró arruinar las relaciones con todos. Se acercó a su madre en la tienda y le dijo: “Mamá, todos aquí están equivocados. ¡Nunca me casaré y no iré al templo! Esto es "¡Mamá, todos aquí están equivocados!" se ha convertido en nuestro proverbio. ¡Y había casi 70 personas en el viaje!

Pero repetiré una vez más que si una persona se acerca sinceramente a Dios, entonces Dios ayudará a ver todo esto primero y luego a superarlo. Yo también, en mi familia y en los niños, como en un espejo, mis defectos son visibles. He aprendido mucho de mi familia.

- Si no te hubieras hecho sacerdote, ¿en qué te hubieras convertido?

De niño quería ser artista. En el noveno grado llegué al Archimandrita Herman (Krasilnikov), era un confesor tan perspicaz. Sirvió en el pueblo de Shemetovo para Lavra. Primero vio, me llamó a mí ya mi hermana por nuestro nombre. Y dijo que mi hermana iría a la facultad de filología de la Universidad Estatal de Moscú, y sucedió. Y me dijo que ser artista no es mi camino, pero mi camino es otro - el sacerdocio. Estaba tan poco preparado para esto que ni siquiera consideré estas palabras. Regresó a ellos ya sirviendo en el ejército. Y entonces…

El Señor me llevó a ser sacerdote, y no puedo poner nada ni siquiera cerca del servicio de la liturgia.

- ¿Estás feliz?

Cuando sirvo en la liturgia, absolutamente. ¡Estos son los momentos más felices de mi vida!

A menudo, los sacerdotes jóvenes "tocan" a los feligreses ancianos, les prohíben comulgar sin razón y pueden causar un dolor real a las personas. El Arcipreste Fyodor Borodin, rector de la iglesia de Cosme y Damian en Maroseyka (Moscú), discute los límites del poder del sacerdote.

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El sacerdote debe ganarse el respeto por sí mismo

– ¿Puede un sacerdote no permitir que una persona comulgue porque, por ejemplo, no leyó la regla?

- El sacerdote no puede permitirlo sólo si una persona comete algún tipo de pecado mortal.

En todos los demás casos, el sacerdote no tiene derecho a impedir la comunión. Esto fue confirmado por las resoluciones sinodales prerrevolucionarias del primer la mitad del XVIII siglo. Además, si mi memoria no me falla, entonces estas resoluciones sinodales dicen que el obispo gobernante también debe decidir sobre el tema de no permitir que una persona reciba la comunión por los pecados.

Técnicamente, esta decisión es imposible de implementar, pero está claro que nace de una situación en la que los sacerdotes se permiten demasiado.

Por desgracia, nos enfrentamos a tal imagen cuando un sacerdote no permite que una persona reciba la comunión sin razones canónicas, y esto a veces hiere el alma de una persona.

Así fue con mi madre cuando no le permitieron recibir la comunión, y por primera vez en su vida se estaba preparando para comenzar el sacramento. Pasó por un período muy difícil en su vida. La familia se separó, recuerdo cómo perdió 16 kilogramos en un mes. Llegó al templo que no cerraba, y había tal aglomeración de gente que hubo que empujar para recibir la comunión. Sin embargo, cuando ella se dio cuenta de que le estaban quitando el Cáliz y comenzó a empujar, el sacerdote que comulgaba la vio y le dijo: “No puedes”. Y fue con el Cáliz al altar. Era demasiado perezoso para volverse hacia esta mujer doliente y afligida y darle el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Aunque ella ayunó y confesó, y leyó la regla.

Fue un calvario terrible para ella. Gracias a Dios eso no la alejó de la Iglesia.

– Es decir, ¿el sacerdote en tales casos, de hecho, abusa de su poder?

“A menudo, un sacerdote simplemente no comprende la naturaleza de la autoridad que proviene de la dignidad. La naturaleza de la autoridad del sacerdote se asemeja a la autoridad de Cristo. Y el poder de Cristo es morir en la cruz por las personas. Este poder fue explicado exhaustivamente por Él en la Última Cena, cuando el Señor, como un esclavo (porque sólo los esclavos lavan los pies de los invitados), lavó los pies de sus discípulos.

Recordemos la reacción de los santos apóstoles. Estaban categóricamente en contra. Se pueden entender. Ellos estaban asustados. No debería haber sucedido, su Maestro no podía lavarles los pies. Pero Él insistió y luego explicó: “Entonces, si Yo, el Señor y Maestro, les he lavado los pies, entonces ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Porque ejemplo os he dado, para que vosotros también hagáis lo que yo he hecho por vosotros.” (Juan 13:14-15).

Esto es sólo sobre el poder del sacerdote. Los apóstoles estaban tan en contra también porque el liderazgo anterior de esa comunidad Cristo lo llevó a cabo de una manera completamente diferente. Primero, los guió incondicionalmente, no consultó con ellos. No escuchó sus opiniones. Definitivamente fue un maestro para ellos. Además, era muy estricto con ellos. No se entregó a sus errores, pasiones. Y basta recordar las palabras que le dice al apóstol Pedro: “¡Aléjate de mí, Satanás!”. (Mateo 16:23). Quizás estas son las palabras más duras del evangelio. Se dirige al más devoto y mayor de Sus discípulos.

Este modelo de comportamiento entre el maestro y los alumnos fue completamente roto por Cristo en la Última Cena al lavar los pies.

El sacerdote en relación con los feligreses debe guiarse por ambos. Y el lavatorio de pies, como principio de servicio a los feligreses, siempre debe ser implementado.

Pero el respeto por sí mismo, como maestro, el sacerdote debe ganárselo y ganárselo. No tiene derecho a insistir en ello.

Cuando un sacerdote toca a un feligrés anciano

– Sucede que un sacerdote recurre a “usted” a una persona que tiene casi el doble de edad que él…

– Cuando un joven sacerdote, que ayer se graduó del seminario, “toca” a una feligresa anciana que tiene la edad suficiente para ser su abuela y la llama “tú”, le señala sus pecados generalmente imaginarios, me da pena que su padre no esté para acompañarlo. dale una buena paliza. Porque una persona que no ha aprendido a ser simplemente cortés no puede ser sacerdote de Dios. Esto es inaceptable, simplemente repugnante. No puedo encontrar otra palabra.

Un sacerdote es una persona que primero debe convertirse en un cristiano impecable. Y un cristiano impecable es una persona que primero debe aprender a ser una persona buena, decente y educada. Una persona educada no puede ser un patán.

Entonces, no puedes ser grosero y ser un buen cristiano. Y más aún, no puedes ser una persona grosera y ser un sacerdote.

Recientemente, mi hijo de veintidós años dijo: "Papá, no quiero ser sacerdote". No presiono a ninguno de mis hijos, ellos mismos decidirán este tema, pero pregunté: "¿Por qué?" Y me dijo que presenció el siguiente episodio en una iglesia cerca de Moscú.

Un joven sacerdote se sienta en un banco en el templo después del servicio: un hombre fuerte y majestuoso, de unos treinta años. Doblado por el dolor se le acerca para hablar anciana. Todos los ojos están llorando. Y entre sollozos empieza a hablar de que su marido bebe, su hijo bebe, la familia de su hija se está desmoronando, también por la borrachera, no le dan nietos, caminan, no estudian.

En general, todo el tejido de la vida en sus manos se desmorona en sus seres queridos y en ella misma. Y este sacerdote en voz alta, a todo el templo, le responde, por supuesto, a “usted”: “Sí, usted mismo tiene la culpa de todo. Se trata de tus pecados. ¡Ve a cantar! ¿No te avergüenzas? que viniste a mi. Tienes que mirarte a ti mismo".

Creo que tarde o temprano este sacerdote se encontrará con su dolor, y si no cambia en este momento, nadie lo consolará, nadie lo apoyará. Para no entender que una persona es mala y, al mismo tiempo, hablar de una manera tan grosera de arriba a abajo, ¡uno debe tener un corazón así, un alma tan insensible!

Todo esto sorprendió tanto a su hijo que dijo: “Tengo miedo incluso de pensar que de repente puedes volverte así. No quiero pecar tanto".

Esta manera de juzgar, inmediatamente, inmediatamente denunciando todo, muchas veces sin ninguna experiencia, mata la confianza de la gente en el sacerdocio. No es casualidad que en Grecia, por ejemplo, un número muy pequeño y solo sacerdotes experimentados y ancianos tengan la bendición de un obispo para confesar. Porque si un sacerdote no tiene la humildad suficiente para comprender su lugar, entonces las consecuencias del dolor que puede traer a las personas desde su complacencia, pomposidad, confianza en sí mismo pueden ser simplemente terribles.

Todos conocemos muchos casos en los que las palabras acusatorias de un sacerdote se convirtieron en una carga exorbitante para una persona, la doblaron al suelo y la pisotearon en un terrible abatimiento.

Conozco una historia sobre cómo una "reunión" con un sacerdote en el templo fue la gota que colmó el vaso para un joven, después de lo cual se suicidó. No sé de qué sacerdote estoy hablando, no quiero acusar a nadie de un pecado tan grave, pero el hecho es que una persona llegó al templo con la última chispa de esperanza ... Después del sacerdote lo "aceptó", no le quedaba esperanza...

- ¿Qué hacer?

- No es casualidad que limite de edad para la ordenación - 30 años. No es casualidad que el apóstol Pablo diga: "No impongas las manos a nadie apresuradamente" (Tim. 5:22). Es decir, es imposible ordenar a una persona sin probarla.

Una persona debe tener cierta experiencia de vida. Y es la vida espiritual. Debe tener tiempo para ser humilde por esta experiencia hasta la consagración. ¿Por qué se le dan al Apóstol Pedro las llaves del Reino de Dios? Porque Cristo sabe que traicionará y será perdonado. Y aquí hay un símbolo de autoridad espiritual: estas llaves de Cristo se pueden dar a esa persona. Y a los demás apóstoles, porque también ellos rechazaron a Cristo y se volvieron a Él.

Cuando una persona es joven, cuando le parece que puede mover fácilmente montañas, cuando aún no ha conocido sus debilidades, como cristiano, tiene la ilusión de que una vez que sirve a la liturgia, tiene poder sobre las personas, el poder para decidir cómo ser, porque sabe lo que es correcto. Y esto, lamentablemente, no es así.

Vladyka Anthony (Bloom) dijo espléndidamente que en el sacramento de la consagración a una persona se le da la gracia de la ordenación, pero no se le da la sabiduría.

Tienes que ser una persona muy inteligente para entrar en el destino de otra persona. no todo el mundo tiene esto regalo - regalo sabiduría espiritual. Alguien predica, alguien sirve y hay confesores. Y si entiendes que no eres confesor, no tienes este don o no tienes aún esta experiencia, dices que de las Escrituras, de los cánones, de los Mandamientos de Dios, te daría tal respuesta , pero no puedo insistir.

El sacerdote se destetó de la idea de que podría estar equivocado.

“Es difícil para un sacerdote no desmoronarse si los mismos feligreses casi se miran a la boca y escuchan cada palabra como si fuera la verdad…

– Sí, se ha dicho muchas veces que la demanda crea la oferta, y algunos feligreses mismos buscan la falta de libertad espiritual. De hecho, sucede a menudo que una persona realmente quiere responsabilizar a alguien por las decisiones que Dios requiere personalmente de él. Sí, hay gente que pide la bendición del sacerdote para todas, todas las cuestiones cotidianas.

Y hay sacerdotes que sucumben a esto y están felices de aceptar tal liderazgo de personas. Pero hay muy pocos sacerdotes, literalmente unos pocos, que realmente puedan liderar de esta manera. La mayoría de las veces, tal "liderazgo" es simplemente malinterpretado, en mi opinión, el sacerdocio, implicado en el ansia de poder.

Yo, como sacerdote, en los últimos años pude ofender o alienar a un gran número de personas. Se fueron en silencio, sin pelear ni discutir. Simplemente desaparecen de la vista. Y los que quedan están dispuestos a estar de acuerdo conmigo. Y puedo tener la ilusión de que siempre tengo la razón, porque estoy rodeado de gente que lo confirma. Esta es una gran tentación para un sacerdote. Porque el cura se está haciendo a la idea de que puede estar equivocado.

Un cristiano es, ante todo, una persona libre. Y la tarea del confesor, la tarea del sacerdote es tratar de que cada feligrés sepa usar correctamente su libertad, para que una persona sepa tomar las decisiones correctas. Es decir, la tarea es exactamente la misma que la de los padres. Nosotros, como padres, tenemos la tarea de criar a los hijos y enseñarles a usar correctamente su libertad, a hacer lo correcto sin cometer errores.

Si un sacerdote durante muchos años toma decisiones por su parroquiano o feligresa, no le enseñará a ser cristianamente libre.

El Apóstol Pablo dice: “A libertad fuisteis llamados, hermanos, para que vuestra libertad no sea ocasión de agradar a la carne, sino de serviros unos a otros por amor”. (Gálatas 5:13)

Un sacerdote sólo puede testimoniar cómo entiende lo que significa actuar correctamente de manera cristiana en tal o cual situación. Y entonces la persona debe actuar por su cuenta. Y debería aparecer en todo. Incluso en la preparación para la comunión. El sacerdote debe ayudar a una persona a crecer para que ella misma sepa cómo prepararse adecuadamente para la comunión.

Os recuerdo que las condiciones sin las cuales es imposible recibir la comunión son las siguientes: Primera, recta fe. El segundo es el deseo de participar. El tercero es un corazón roto. Y el cuarto, si es posible, la paz con todos, el quinto, la ausencia de pecados mortales. Además, se requiere observar el ayuno eucarístico (excepto en situaciones en las que una persona necesite tomar medicamentos) y la abstinencia marital el día anterior. Los cánones y el ayuno no son condición necesaria a la comunión Son sólo herramientas para adquirir la contrición del corazón.

Y al comienzo del viaje, ofrecemos a una persona herramientas conocidas y que funcionan bien. Como los tres cánones, el ayuno, el akathist... Además, la persona misma debe comprender qué le ayuda a encontrarse con Cristo más correctamente. Y si una persona ha estado yendo a la iglesia durante 10-15 años y todavía no siente lo que lo ayuda y lo que no lo ayuda y se aferra a una sola regla, entonces este es un mal indicador para él y para su confesor.

Porque todas las personas son diferentes. Alguien necesita leer las Sagradas Escrituras antes de comulgar. Para algunos, sólo el Salterio. Para algunos, el evangelio. Alguien debería leer la Oración de Jesús. Y alguien debería quedarse en silencio en el rincón sagrado. Y ahora, en este período de su vida, en el estado en que se encuentra, esto lo preparará mejor para la comunión de los Santos Misterios de Cristo. Y él mismo debe saber qué le ayuda a prepararse, y qué estorba, devasta el alma.

Por eso, cuando un joven sacerdote, que no hace mucho comenzó su camino espiritual cristiano, le dice a una persona que lleva 50 años yendo a la iglesia: “No estás listo”, es extraño. es como un graduado instituto medico, que acudió al hospital, le explicará al cirujano con 30 años de experiencia que está haciendo mal la operación.

Aquí solo necesitas tratarte con humildad. Los feligreses respetan a un sacerdote que puede decir: “No sé la respuesta a esa pregunta. No tengo todas las respuestas. Aquí es donde me parece, pero podría estar equivocado. Y la absoluta y constante confianza en sí mismas de las personas del sacerdote repele con razón.

El sacerdote debe acostumbrarse al hecho de que la gente no estará de acuerdo, discutirá, tal vez hablará con valentía con él. Y le es útil, porque todo el mundo necesita humillarse. Pero ganar tal autoridad que realmente sea obedecida por un corazón bueno, bondadoso y libre en una parroquia es posible solo a través de décadas de ferviente servicio, inmersión en oración personal y dispensación de corazón arrepentido y contrito.

El Señor humilla al poderoso sacerdote

– Cómo, después de todo, ser una persona a la que no se le permitió comulgar debido al hecho de que "no leí la regla", "a menudo se sienta en Facebook", o algo más que claramente no está relacionado con mortal pecados?

– Me parece que deberíamos decirle al abad sobre esto y discutir esta situación. ¿Y por qué una persona debe soportar todo esto si el sacerdote viola sus poderes? Después de todo, un sacerdote es tal hermano en Cristo.

yo tengo hermosa historia sobre una anciana ya muerta que vivió una vida muy dura, sufrió la pérdida de su marido después de los campos. Ella misma fue arrestada varias veces, se salvó solo de milagro ... Y ahora, en la sexta década de su vida, comenzó a ir a la iglesia. Y de alguna manera ella vino al servicio en la iglesia abierta de Moscú.

En la confesión, un joven sacerdote que era apto para sus nietos, nuevamente en “ustedes”, en voz alta para que otras personas pudieran escuchar, lo que también es inaceptable, dice: “¿Y cuándo comulgaste en ultima vez? La mujer responde: “Comulgué hace un mes. Pero hoy es mi Día del Ángel y también quiero comulgar”.

En respuesta, el sacerdote dice en voz alta: “¿No quieres quemarte en el infierno? ¿No tienes miedo de quemarte en el infierno? Y esto mujer anciana era un personaje vivo, de lengua afilada, por lo que, sin dudarlo, respondió: "¿A dónde fui al infierno antes que mi padre?" Él se atragantó, la miró y dijo ya en voz baja y a "usted": "Bueno, ve, comulga".

- ¿Qué debe hacer una persona si hay un sacerdote poderoso en el templo, y este templo es el único (digamos, en un pueblo)?

– Tómalo como una prueba de Dios. Tal sacerdote, tal vez, debería compadecerse, orar por él, porque un sacerdote autoritario es tan anormal que, obviamente, el Señor un día lo humillará mucho. Llegará un período de su vida en el que tendrá que ver roto todo su ser, su orgullo.

En el sacramento de la unción hay tales palabras: “Toda nuestra justicia es como un rublo postrado ante Ti, Señor”. El roce es tela de saco, ropa sucia y maloliente que es tan mala que incluso se ha tirado. Y el sacerdote debe ser el primero en comprender esto acerca de sí mismo.

Un sacerdote que no sabe cómo arrepentirse no enseñará nada a la gente en la confesión. Un sacerdote que no sabe rezar nunca enseñará a nadie ninguna oración.

Por lo tanto, un verdadero confesor es una persona que, en primer lugar, se confiesa regularmente y, en segundo lugar, que ora muy profundamente. Y el exterior es hermoso Palabras correctas que podemos tomar de los predicadores, de los santos padres y citar, son buenos y hermosos.

Pero el sacerdote tendrá autoridad sólo cuando sean confirmados por su experiencia propia. Y la gente se siente muy bien al respecto. Como, por ejemplo, una persona que busca la oración siempre siente si canta el coro de mercenarios o cantan los fieles feligreses del templo, para quienes las palabras dichas son preciosas.

Lo mismo puede decirse de un sacerdote: cómo se confiesa, qué dice en la confesión, si se compadece de una persona, si la acepta en su corazón, si la ama, si ora por ella: la gente lo siente de inmediato. Por lo tanto, a veces puedes ver que 40 personas se ponen de pie para confesarse con este sacerdote, y dos con este.

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Respetar la elección de la otra persona.

- Si el sacerdote se opone categóricamente a lo que le gusta al feligrés en su vida. Está claro que no se trata de pecados, sino, digamos, de amor, digamos, por el arte callejero, o el punk rock, ¿o algo más?

– Un sacerdote debe tener una perspectiva bastante amplia. Un sacerdote es una persona que debe ser capaz de ver a un feligrés pasar de la impiedad a Dios, de la vida no eclesiástica a la vida eclesial. Y en este movimiento, exigir de inmediato a una persona que comprenda todo de una vez e inmediatamente rompa todo lo que le es querido, por supuesto, no es razonable. Tarde o temprano, una persona misma renunciará a lo superfluo, pero esto puede llevar años y décadas.

Pues bien, el amor por el arte callejero no es obstáculo para la comunión. El sacerdote debe conocer los límites de su poder. Al cura no le gusta el arte callejero, por ejemplo, le encanta el primer académico mitad del XIX siglo. Si sabe apreciar el arte, respetará la elección de otra persona.

- Entonces, después de todo, ¿cómo debería ser un sacerdote si los feligreses preguntan: "¿Debo enviar al niño al jardín de infancia?", "¿Debo mudarme con mis padres?" etc?

- Simplemente diga: “Lo pienso de esta manera, esto es lo que pienso sobre esto, esto es lo que haría aquí. Pero esa es solo mi opinión y no puedo decidir por ti. Debes decidir por ti mismo, y esta es la voluntad de Dios, para que aprendas a resolver estos problemas por ti mismo”.

Si una persona va a la iglesia por primera vez, tal vez realmente necesite mucha ayuda para tomar una decisión. Pero, gradualmente, es necesario hacer crecer y educar en él su voluntad. Por supuesto, es bueno ser alimentado por un confesor como el padre Kirill (Pavlov), el padre John (Krestyankin). Cuando llegaste a un hombre, aún no habías abierto la boca, y es posible que ya te haya respondido muchas preguntas. Eso es bueno, pero son la excepción. Hay pocos de ellos en la Iglesia. Y ahora cada vez son menos. Y el hecho de que sean tan pocos es también la voluntad de Dios.

Dios nos ha hecho libres, y si un sacerdote usurpa esta libertad, se opone a la voluntad de Dios. Aquí podemos hacer una analogía con la familia. El marido es el cabeza de familia. Pero debe ganarse su autoridad de esta manera y construir relaciones con su esposa de esta manera, sin forzarla, sin torturarla, sin lanzarle citas de ella. Sagrada Escritura como granadas, para que ella misma entienda que si su marido insiste, hay que obedecerle.

¿Cómo puede una esposa aprender esto? Si un esposo sabe obedecer a su esposa cuando ella tiene razón. Si la esposa sabe que su esposo es capaz de hacer esto, entonces es mucho más fácil para ella obedecerlo cuando él insiste. Porque entiende que no es por pasión. Los sacerdotes actuamos muy a menudo según nuestras pasiones. En una parroquia, un sacerdote puede sentirse ofendido, por no hablar con alguien, acercar a algunos, alejar a otros, escuchar algunos chismes. Y esto no corresponde en absoluto al espíritu de la Iglesia, sino que es una proyección de las pasiones que rugen en el alma de un sacerdote. Porque si no hubiera tales pasiones en él, entonces ni los chismes, ni todo lo demás, simplemente sería inapropiado en la parroquia, no se desarrollaría.

Por eso se necesita un sacerdote que venza en sí mismo las pasiones, que luche con ellas.

Por supuesto, también es muy útil cuando nosotros, los sacerdotes, leemos una oración antes de la confesión: “He aquí, niño, Cristo está invisible, recibiendo tu confesión”, para recordar Una vez más imagina que es Cristo, el Creador y Dueño de todo. Y así vino un hombre a Él, y no a un sacerdote. Y el sacerdote es sólo un testigo. El sacerdote puede callar todo el tiempo y hablar sólo cuando algo en la dispensación, o en la acción, o en la intención de una persona no corresponde al Evangelio, a los Mandamientos de Dios.

El sacerdote debe decir: "Sabes, querida, no es así".

Supongamos que un hombre viniera a mí para confesarme y me dijera: “Quiero comulgar. yo soy todo buena publicación No estoy engañando a mi esposa". Si guardo silencio en esta situación, entonces pensará que después de Pascua puede volver a este pecado. Por lo tanto, en esta situación, me vi obligado a decirle a esa persona: “Querido, pero aún así debes tomar una decisión por ti mismo. Si dejas este pecado por completo, puedes comulgar. Y si no lo hace, entonces todavía no puede comulgar”.

Y en general, todos nosotros, los sacerdotes, debemos recordar que el Monje María de Egipto, después de 16 años de una vida terrible y depravada, fue admitido a la comunión. No ayunó durante tres días, no leyó los cánones y comulgó después de su arrepentimiento.

Lo más probable es que toda su apariencia, toda su ropa, el olor a perfume: todo fue pensado por ella para despertar la lujuria. Esta era su vida. Y de esta forma, solo con arrepentimiento en su corazón, llegó al monasterio en el Jordán, donde vivían los ascetas más estrictos. Probablemente, el sacerdote que llevaba el Cáliz se vio obligado a hablar con ella. Supongo que la vida guarda silencio sobre esto. Pero él debe haberle preguntado. Y si no preguntaste, entonces probablemente viste su arrepentimiento y le permitiste recibir la comunión. Es decir, hace tres o cuatro días todavía fornicaba, y ahora se le permitió comulgar, porque su arrepentimiento era muy fuerte. Hablamos de cómo la condición principal para el sacramento es un corazón quebrantado. Aquí el sacerdote vio que el corazón estaba roto. El hombre renació y se volvió diferente.

Por lo tanto, ella podría ser admitida a la comunión.

Pero nosotros, los sacerdotes, no debemos tener excesos en la otra dirección. Porque si lees el libro de los cánones y eliges de allí aquellas reglas que se relacionan con la entrega del sacramento y la negativa, entonces se encuentra muy a menudo la redacción: “Que tanto el que comulga como el que comulga sean castigados .” Por lo tanto, por ejemplo, si un sacerdote se niega a enseñar los Santos Misterios a una persona que vive en fornicación o que ha tenido un aborto, entonces se debe entender que ese sacerdote está haciendo lo correcto.

O, digamos, una persona de la iglesia se arrepiente de haber pecado por adulterio. Si el sacerdote lo admite inmediatamente a la comunión, puede que ahora no sea útil para esta persona. Necesita hacer alguna penitencia. No los siete años canónicos, pero tal vez tres meses. Santos padres sobre Sagrada comunión Dicen que el fuego quema la paja y el hierro se endurece. Ahora bien, el alma de esta persona es como la paja, y si en tal estado se le permite comulgar, entonces tal vez esto dará lugar a un cinismo destructivo en él, que todo es posible, que se le permitirá de todos modos.

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Tienes que humillarte frente a la persona.

- ¿Tuviste una prueba de poder en tu juventud?

– No quería ser sacerdote temprano, pero fui ordenado a los 24 años con la bendición urgente del obispo y tenía mucho miedo de la responsabilidad que impone el rango. Por lo tanto, se mantuvo en la mano.

Una vez, puede que le haya expresado mi opinión demasiado fuerte a una mujer de que no debería casarse con el hombre que le propuso matrimonio. Sentí que la estaba salvando de un problema. Y hasta ahora me avergüenzo de esto, no porque estuviera equivocado o acertado en términos cotidianos, sino porque esa era el área en la que, según la voluntad de Dios, ella misma tenía que tomar una decisión, y yo la invadí. Ella tomó la decisión de todos modos, pero yo tenía autoridad y expresé mi opinión con demasiada fuerza. Y todavía me cuesta recordarlo.

Y así, creo que me salí con la mía. No encajaba, no se casaba, no engendraba personas.

– ¿Cómo pueden los jóvenes sacerdotes resistir la tentación del gran poder?

“Tienes que humillarte frente a la persona. Cristo se humilla ante cada uno de nosotros. Venimos a Él en tal suciedad pecaminosa, y Él nos escucha a cada uno de nosotros. Queremos que nos ame para que no vea nuestros pecados. Decimos: mira aquí, no mires allá. Decimos: "No me arrojes lejos de Tu presencia", y al lado: "Aparta Tu rostro de mis pecados". Como un niño pequeño: "Mira aquí, no mires allá". Le pedimos que nos desidentifique de nuestros pecados.

Lo mismo debería ser cierto de los feligreses.

Y en general, recuerda que una persona es un gran santuario, el ícono más importante de Dios, un tesoro, este es el universo entero.

Y de repente esta persona, este valor de Dios, se te acerca y te pregunta algo con confianza. Y no deberías ser para él una fuente de lágrimas, tristeza, problemas. E incluso cuando se ve obligado a hablar sobre algo difícil para una persona, que es imposible, que es imposible, aún debe hacerlo sin una entonación grosera y condescendiente. Esto debe hacerse con amor y humildad.