Cecilia Sanders - madre de hospicios
10 AGOSTO 2015
PORTAL EDITORIAL "LA ORTODOXIA Y EL MUNDO"
Hace 10 años murió Cecilia Sanders, la antepasada del movimiento de hospicio moderno. Fundado por ella en 1967, St Christopher's Hospice en Londres se convirtió en el primer hospicio del mundo. tipo moderno.
primeros hospicios
La idea misma de cuidar a los enfermos terminales y moribundos fue traída a Europa por el cristianismo. En la antigüedad, los médicos creían que no era necesario ayudar a los enfermos terminales. Ayudar a los enfermos irremediablemente se consideraba un insulto a los dioses: después de todo, ya habían dictado una sentencia de muerte.
El primer uso de la palabra "hospicio" en el sentido de "lugar para el cuidado de los moribundos" apareció solo en el siglo XIX. Para entonces, parte de los hospicios medievales habían cerrado debido a la Reforma. Otros se han convertido en hogares de ancianos para ancianos. La mayoría de el trabajo que hacían lo retomaron los "hospitales" donde los médicos solo atendían a los enfermos que tenían posibilidades de recuperación. Los enfermos desesperados vivían sus días prácticamente sin ningún tipo de atención médica en residencias.
A principios del siglo XIX, los médicos rara vez visitaban a los pacientes moribundos, ni siquiera para certificar su muerte. Los sacerdotes lo hicieron.
"Damas del Calvario"
La historia más reciente del movimiento de hospicios está asociada con el nombre de Jeanne Garnier. Cristiana profundamente religiosa, enviudó a la edad de 24 años y sus dos hijos murieron. En 1842, Jeanne abrió un refugio para mujeres moribundas con enfermedades terminales en su casa de Lyon, que compartió con ellas. últimos días sus vidas, aliviando su sufrimiento.
“Estuve enfermo y me visitasteis” (Mateo 25:36)- esta frase del evangelio, dicha por Cristo en una conversación con los discípulos sobre el Juicio de Dios después de la Segunda Venida y poco antes de Su Crucifixión, fue escrita en la fachada de la casa de Jeanne. Llamó a su orfanato Calvary.
Jeanne quería que el orfanato tuviera una atmósfera de "intimidad respetuosa, oración y tranquilidad ante la muerte". Un año después de la apertura del hospicio, Jeanne murió, escribiendo poco antes de su muerte: "Fundé este orfanato invirtiendo 50 francos, y la Providencia de Dios terminará lo que comenzamos".
Y su trabajo fue continuado por muchos: inspirada en el ejemplo de Jeanne, la francesa Aurelia Jusset fundó el segundo refugio del Calvario en París en 1843, luego las Damas del Calvario fueron a otras ciudades de Francia: Rouen, Marsella, Burdeos, Saint-Etienne. , luego Bruselas, y luego en 1899 - al otro lado del océano, a Nueva York. Los cuidados paliativos modernos para los moribundos se basan en gran medida en los principios establecidos por las Damas del Calvario.
Hospicio "Damas del Gólgota". Orfanato Santa Mónica. finales del XIX siglo
"Casa de la Santa Rosa"
A principios del siglo XX comenzaron a abrirse hospicios en Londres, Nueva York y Sydney, fundados por ascetas de las iglesias católica y anglicana. Entonces en los hospicios, la mayoría de los pacientes morían de tuberculosis, que en ese momento era incurable, aunque también había pacientes oncológicos.
Frances Davidson, hija de padres religiosos y ricos de Aberdeen, fundó la primera "casa para moribundos" en Londres en 1885. Allí conoció a un sacerdote anglicano, William Pennfeather. Juntos, establecieron una "casa de paz" para los pobres moribundos de tuberculosis.
Rosa Hawthorne, una mujer rica y próspera en el pasado, después de enterrar a un niño y a un amigo cercano, se convirtió en monja dominicana, "Madre Alphonse", y fundó la "Casa de la Santa Rosa para los Enfermos Terminales" en el Bajo Manhattan. Ella y sus compañeras se autodenominaron "Siervas del Alivio del Sufrimiento en el Cáncer Incurable".
"Hospicio Madre de Dios»
La monja irlandesa de la Orden de las Hermanas de la Misericordia, Maria Akenhead, también se dedicó al servicio de los moribundos. María trabajó mucho en los hospitales de la orden y soñaba con crear un albergue para los moribundos, pero enfermedad crónica la encadenó a la cama para siempre.
Convento en el barrio más pobre de Dublín, donde pasó su últimos años, tras la muerte de María, inspirada por la fe y el coraje de su hermana en 1874, y convertida en tal orfanato. Al frente del "Hospicio de la Madre de Dios" estaba la monja Maria Joanna.
Luego se abrieron otros hospicios, incluido el St. Joseph Hospice en Londres a principios del siglo XX. A este hospicio acudió Cecilia Sanders, cuyo nombre está asociado pagina mas nueva en la historia de los hospicios en el mundo.
Hospicio de San José. Londres
Conoce la muerte con dignidad
cecilia termino Universidad de Oxford especializado en " Trabajador social". Fue a trabajar al Hospital St. Thomas de Londres, donde conoció a un refugiado de Polonia, David Tasma, que se estaba muriendo de cáncer. Se negó a comunicarse con nadie. Solo cuando Cecilia decidió decirle a David que se estaba muriendo comenzaron a comunicarse.
De David aprendió cosas muy importantes: qué dolor tan terrible experimenta un paciente de cáncer moribundo, qué importante es anestesiarlo, dándole la oportunidad de enfrentar adecuadamente la muerte. Tras la muerte de David, Cecilia se convirtió al cristianismo y decidió dedicarse al cuidado de los moribundos.
En 951 entró instituto medico, donde realizó investigaciones en el campo del tratamiento de las enfermedades crónicas síndrome de dolor. Y en 1967, Cecilia organizó el St. Christopher: el primer hospicio del mundo de tipo moderno. Fue Cecilia Sanders quien introdujo el concepto de "dolor general", que incluye el dolor físico, emocional, social y espiritual.
Hablaba constantemente de la necesidad de lidiar con el "dolor general" en pacientes incurables. “Si el dolor es constante, entonces su control debería ser constante”, creía Sanders. Al aliviar a una persona, por ejemplo, del dolor espiritual, el médico alivia el dolor general. Pero el dolor insoportable, tan a menudo suicida en pacientes con cáncer es el sufrimiento principal, una persona pierde dignidad, apariencia humana ...
Foto: cicelysaundersinternational.org
La principal contribución de Cecilia Sanders al movimiento de los hospicios, y al cuidado paliativo en general, fue su demanda de un régimen estricto de morfina, no a pedido, sino a tiempo. Este modo de dispensar analgésicos se ha convertido en un paso revolucionario en el cuidado de pacientes con cáncer en fase terminal. En otros hospitales, los médicos tenían miedo de dar medicamentos a los moribundos; dicen que se volverán drogadictos ...
Los pacientes del St. Luke's Hospice casi no experimentaron dolor físico. Los médicos del hospicio usaban el llamado “Cóctel Brompton”, que consiste en opioides, cocaína y alcohol, para aliviar el dolor.
Cecilia Sanders difundió activamente sus ideas y recibió apoyo en todo el mundo: el movimiento de hospicio rápidamente cubrió los países de Europa y América. En 1979, por sus servicios a su patria, se le otorgó el título de Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico.
Hospicio de San Cristóbal
El día del décimo aniversario de la muerte de Cecilia, sus compañeros que trabajaban en St. Christopher's Hospice se reunieron para honrar la memoria de Cecilia. Tom West, ex Madico principal hospicio, así la recuerda:
“Todo comenzó hace 60 años... Estudiamos juntos, fuimos juntos al laboratorio médico del Hospital St. Thomas. Y luego sucedió algo que nos hizo muy amigos de por vida. Justo antes de nuestros exámenes finales, a mi padre le diagnosticaron un cáncer de pulmón incurable. Y durante tres semanas, Cecilia se mudó con nosotros.
Estos tres últimas semanas ella hizo que la vida de su padre no fuera tan terrible como temíamos. Los terapeutas la escucharon. Y ella hizo una orden firme: “si hay dolor, hay que quitarlo antes desaparición completa"," necesitas darle un poco de whisky "," necesitas ayudar con las deposiciones.
El padre se convirtió en el primer paciente de cáncer incurable que Cecilia atendió en su casa.
Más tarde me invitó a unirme a la "Unión Cristiana", donde conocí a dos médicos misioneros. Ellos me inspiraron a viajar a Nigeria, donde trabajé en un pequeño hospital misionero. Y Cecilia en ese momento en Londres estaba creando un hospicio de St. Cristóbal. A menudo me escribía, me contaba cómo iban las cosas.
Un día, después de vender una alfombra persa terriblemente cara, compró un boleto y me visitó en Nigeria. Examinó todo, incluida la unidad de maternidad, que fue construida y equipada con el dinero del Gremio de Orfebres, con quien me reunió.
Cecilia me ofreció convertirme en el médico jefe del hospicio, lo cual hice cuando regresé de Nigeria. Los siguientes 20 años fueron excepcionalmente llenos de acontecimientos... Realmente "hicimos lo que predicamos".
…Ya me he jubilado, han pasado años. Y solo unas semanas antes de la muerte de Cecilia, sucedió un milagro: llamé al hospicio y ella contestó el teléfono. Ya no se levantó de la cama, convirtiéndose en paciente de su propio hospicio.
En silencio, con calma, dijimos frases de despedida aceptadas en nuestro hospicio: “Perdóname. Gracias por todo. Adiós".
Cecilia Sanders murió de cáncer en St. Christopher's Hospice, que ella misma fundó, a la edad de 87 años, en 2005.
Foto: BBC
10 mandamientos de hospicio
Experiencia trabajo practico los hospicios extranjeros y nacionales permitieron desarrollar una serie de reglas, regulaciones, prescripciones morales, por primera vez generalizadas y formuladas en forma de 10 mandamientos por el psiquiatra Andrey Gnezdilov. Más tarde, la doctora, fundadora y médica jefe del Primer Hospicio de Moscú, Vera Millionshchikova, hizo adiciones al texto de los mandamientos. El texto enmendado de los mandamientos es el siguiente:
1. El hospicio no es una casa de muerte. Esta es una vida digna hasta el final. Trabajamos con personas reales. Solo ellos mueren antes que nosotros.
2. La idea principal del hospicio es aliviar el dolor y el sufrimiento, tanto físico como mental. Poco podemos hacer solos y sólo junto con el paciente y sus familiares encontramos enormes fuerzas y oportunidades
3. La muerte no puede acelerarse y la muerte no debe retardarse. Cada persona vive su propia vida. Nadie sabe su tiempo. Solo somos acompañantes en esta etapa de la vida del paciente.
4. No se puede pagar por muerte, al igual que por nacimiento.
5. Si un paciente no se puede curar, esto no significa que no se pueda hacer nada por él. Lo que parece una bagatela, una bagatela en la vida persona saludable- Tiene mucho sentido para el paciente.
6. El paciente y sus familiares son un todo único. Sea amable al entrar en la familia. No juzgues, ayuda.
7. El paciente está más cerca de la muerte, por lo tanto es sabio, he aquí su sabiduría.
8. Cada persona es individual. No fuerce sus creencias sobre el paciente. El paciente nos da más de lo que podemos darle.
9. La reputación del hospicio es su reputación.
10. Tómese su tiempo al acercarse al paciente. No se pare sobre el paciente, siéntese a su lado. No importa el poco tiempo que haya, es suficiente para hacer todo lo posible. Si cree que no manejó todo, entonces la comunicación con los familiares de los difuntos lo calmará.
11. Debe aceptar todo, desde el paciente, hasta la agresión. Antes de hacer cualquier cosa, comprenda a la persona, antes de comprender, acéptelo.
12. Decir la verdad si el paciente lo quiere y si está preparado para ello. Esté siempre listo para la verdad y la sinceridad, pero no se apresure.
13. Una visita "no programada" no es menos valiosa que una visita "programada". Visite al paciente con más frecuencia. No puedo entrar - llamar; si no puede llamar, recuerde y aún ... llame.
14. El hospicio es un hogar para pacientes. Somos los dueños de esta casa, por lo tanto: cambia tus zapatos y lava tu taza después de ti.
15. No deje su amabilidad, honestidad y sinceridad con el paciente, llévelos siempre con usted.
16. Lo principal que debes saber es que sabes muy poco.
Al escribir el material, los libros de V.S. Luchkevich, G.L. Mikirtichan, R. V. Suvorov, V. V. Shepilov "Problemas de ética médica en cirugía" y Clark, David y Jane Seymour. Reflexiones sobre los Cuidados Paliativos.
Traducción ana barrabash
http://www.pravmir.ru/sesiliya-sanders-mat-hospisov/
2. Movimiento de hospicio hoy
En 1947, la Dra. Cecilia Sanders, entonces trabajadora social recientemente certificada y ex enfermera, se reunió en su primera ronda en St. Los arcos de un paciente cuarentón, un piloto llamado David Tasma, que venía de Polonia. Tenía un cáncer inoperable. Después de unos meses, fue trasladado a otro hospital donde el Dr. Sanders lo visitó durante otros dos meses antes de su muerte. Hablaron mucho sobre lo que podría ayudarlo a vivir el resto de su vida con dignidad, sobre cómo, habiendo liberado al moribundo del dolor, darle la oportunidad de reconciliarse consigo mismo y encontrar el sentido de su vida y de su muerte. Estas conversaciones sentaron las bases de la filosofía del movimiento de hospicio moderno.
Después de la muerte de David Tasma, Cecilia Sanders se convenció de que se necesitaba un nuevo tipo de hospicio para brindarles a los pacientes la libertad de encontrar su propio camino hacia el significado. La filosofía del hospicio se basaba en la apertura a la experiencia diversa, la minuciosidad científica y la preocupación por el individuo.
Después de que St. Christopher's Hospice, el primer hospicio moderno creado gracias a los esfuerzos de Cecilia Sanders, abriera su hospital en el Reino Unido en 1967 y organizara un servicio de visitas en 1969, una delegación de Norteamérica. Florence Wald, decana de la Escuela de Enfermería de Yele, y Edd Dobingel, capellán del Hospital Universitario, se encontraban entre los fundadores del primer servicio de hospicio de extensión en las montañas. New Haven, Connecticut. En 1975, apareció el hospicio en Canadá, en Montreal. Este hospicio se basaba en un departamento de cuidados paliativos muy modesto e incluía un servicio móvil, así como varios médicos consultores. Este fue el primer uso de la palabra "paliativo" en esta área, ya que en el Canadá de habla francesa la palabra hospicio significaba atención o atención insuficiente.
Los equipos de todos estos hospicios desarrollaron los principios ahora respaldados por Organización mundial Sanidad, sobre qué son los cuidados paliativos:
· Afirma la vida y ve la muerte como un proceso normal;
No acelera ni retarda la muerte;
· Alivia el dolor y otros síntomas molestos;
· Combina los aspectos psicológicos y espirituales de la atención al paciente;
· Ofrece un sistema de apoyo para ayudar a los pacientes a vivir una vida activa hasta el final;
· Ofrece un sistema de apoyo para ayudar a las familias a sobrellevar las dificultades durante la enfermedad de un familiar, así como después de la muerte del familiar.
Los primeros hospicios en Inglaterra como St Christopher's Hospice y hospicio para niños La Casa Helen se creó en casas especiales. Estos son hospicios privados, son completamente independientes y separados de los hospitales. Junto a esto, la English National Cancer Society crea hospicios en el territorio de los hospitales ya operativos, donde pueden utilizar todo lo que tienen las clínicas.
Tradicionalmente, los hospicios en el Reino Unido se organizan en edificios especialmente construidos para ellos. Al mismo tiempo, los hospicios infantiles organizan una parte importante del trabajo de las familias de acogida en casa, porque ayudan a las familias que crían niños con varias enfermedades y diferentes ciclos de vida. El criterio principal es que el niño no está destinado a convertirse en adulto. En este edificio en sí, una familia con un niño enfermo o un niño puede pasar un promedio de 1 a 2 semanas al año para que los familiares puedan relajarse. Por lo general, los niños con enfermedades oncológicas bajo el cuidado de hospicios organizados de esta manera son muy raros.
Desde principios de la década de 1980, las ideas del movimiento de cuidados paliativos comenzaron a extenderse por todo el mundo. Desde 1977, el St. Christopher Hospice ha estado operando Centro de Información, que promueve la ideología del movimiento de hospicios, ayuda a hospicios y grupos de voluntarios de nueva creación con literatura y Consejo practico organización de hospitales de día y servicios de campo. Las conferencias periódicas sobre el cuidado de hospicio permiten que los médicos, enfermeras y voluntarios, representantes, se reúnan e intercambien experiencias. religiones diferentes y culturas. Muy a menudo fue en tales conferencias donde surgió la decisión de establecer un hospicio en un país en particular, como fue el caso en la sexta conferencia internacional, cuando la enfermera jefe de la clínica en Lagos escribió una carta al Ministro de Salud de Nigeria con una solicitud para facilitar la organización de un hospicio en Nairobi.
En algunos países, el movimiento de hospicios se desarrolló de esta manera, mientras que en otros los hospicios se formaron sobre la base de instituciones médicas más tradicionales. Como en India, donde, de una población de 900 millones, una de cada ocho personas contrae cáncer y el 80 por ciento busca tratamiento cuando es demasiado tarde. En 1980, el Dr. de Souza, director de un importante hospital en Bombay, habló en la Primera Conferencia Internacional sobre Cuidados de Hospicio. Habló muy convincentemente sobre los problemas del movimiento de hospicios en países en desarrollo, sobre el hambre y la pobreza, así como el dolor físico. "Ya es bastante malo en sí mismo ser viejo y enfermo. Pero ser viejo, enfermo de cáncer terminal, hambriento y pobre, no tener seres queridos que te cuiden, quizás este sea el colmo del sufrimiento humano". Gracias al Dr. de Souza, se abrió el primer hospicio en Bombay en 1986, y luego otro. Hermanas de la Orden de la Santa Cruz que recibieron una especial educación médica cuidaba a los pacientes. En noviembre de 1991, India celebró el quinto aniversario de la fundación del primer hospicio, en honor del cual conferencia Internacional"Compartamos la experiencia: Oriente se encuentra con Occidente".
En 1972 en Polonia, uno de los primeros entre los países socialistas, apareció el primer hospicio en Cracovia. A fines de la década de los ochenta, cuando se instaló la Clínica de Medicina Paliativa en la Academia Ciencias Médicas, los cuidados paliativos se han convertido en parte de las estructuras de los servicios de salud pública. Ahora en Polonia hay alrededor de 50 hospicios, tanto seculares como de propiedad de la iglesia.
En Rusia, el primer hospicio apareció en 1990 en San Petersburgo por iniciativa de Victor Zorza, un periodista inglés y participante activo en el movimiento de hospicio. Él y su esposa, Rosemary, escribieron el libro "La historia de Jane Zorza", que tiene dos subtítulos: "El camino a la muerte" y "Vivir hasta el final". El libro fue traducido al ruso y publicado por la editorial Progress en 1990. V. Zorza trajo a Moscú y luego a Leningrado no solo el libro, sino también un gran deseo de contribuir al desarrollo del movimiento de Hospicio en Rusia. Esta fue su promesa a su hija Jane, quien recibió gran ayuda y apoyo en sus últimos días en un hospicio en Inglaterra.
Andrei Vladimirovich Gnezdilov se convirtió en el director del primer hospicio. Después de un tiempo, se creó en Moscú la Asociación Ruso-Británica de Hospicios para brindar apoyo profesional a los hospicios rusos.
A principios de la década de 1990 se creó el Patronato para la creación de hospicios en la URSS, presidido por el Académico D.S. Lijachev. El hospicio en el hogar para niños con cáncer se organizó en Moscú por iniciativa de un empleado del Instituto de Investigación de Oncología y Hematología Infantil EI Moiseenko en octubre de 1993 como una de las áreas de trabajo de la Sección Infantil de la Sociedad de Moscú para la Asistencia al Cáncer. Pacientes. Los primeros hospicios para pacientes adultos comenzaron a crearse en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades de Rusia.
En 1992, un pequeño grupo de voluntarios y trabajadores médicos ayudar a los enfermos terminales en casa. En 1997, con el apoyo financiero y administrativo del gobierno de Moscú, se inauguró un nuevo edificio para el Primer Hospicio de Moscú en el centro de la ciudad, en la calle Dovator.
Las ideas del movimiento de hospicios continúan extendiéndose por toda Rusia. En total, ahora hay alrededor de 20 hospicios en Rusia, incluidos los de Kazan, Ulyanovsk, Yaroslavl y otras ciudades.
En los Estados Unidos, el sistema de hospicio es extremadamente diverso. Difieren en la cantidad de asistencia proporcionada, la estructura y la organización, incluidas las fuentes de financiación. Children's Hospice en Norfolk, Virginia, organiza el cuidado de todas las familias de este relativamente pequeño pueblo en el que hay niños con enfermedades graves. Estos incluyen niños con enfermedades hereditarias y congénitas subletales, y niños con defectos cardíacos, asma y enfermedades oncológicas, incluidos los que han sido curados. Hijos únicos con infección por VIH no incluidos en este grupo, son asistidos por una organización especial. La principal forma de organización de la asistencia en tales condiciones es la asistencia domiciliaria. Si un niño necesita atención hospitalaria debido a la gravedad de su estado o por motivos sociales, se lo interna en el hospital.
Sin embargo, la ubicuidad de los hospicios es solo "una cara de la moneda". Con un aparente bienestar externo, no se han resuelto todos los problemas del movimiento de hospicios. En particular, el presidente de la Asociación de Hospicios Estadounidenses observa con pesar que durante los 25 años de existencia de los hospicios estadounidenses, muchos empleados no han podido comprender la esencia de la ideología de los hospicios. Además, en su opinión, los hospicios deberían ser más activos, influir opinión pública de lo contrario, ellos (es decir, los hospicios) pueden convertirse en “rehenes de los caprichos de las autoridades sanitarias”. Puede convertirse en paciente del hospicio estadounidense solo si tiene un seguro médico lo suficientemente grande. En los EE. UU., los pacientes con cáncer constituyen el 80 % de los pacientes de cuidados paliativos y solo el 20 % son pacientes neurológicos y con VIH.
El Hospicio de Berlín tiene solo 12 camas. Pero dado que el nivel de vida allí es mucho más alto, los alemanes, si es necesario, pueden "organizar una unidad de cuidados intensivos con personal médico altamente calificado en casa".
A cualquier estado, ya sea EE. UU., Alemania o Ucrania, los hospicios traen beneficio económico. Y mucho. Los estadounidenses evalúan la viabilidad económica de los hospicios por el producto nacional bruto producido por los familiares liberados del cuidado de los enfermos terminales. En muchos países, los hospicios son ampliamente utilizados para pacientes con SIDA en la etapa terminal de la enfermedad, cuyo funcionamiento es mucho más económico que los hospitales convencionales. Se ha acumulado una experiencia positiva en el uso de hospicios para el cuidado y tratamiento de pacientes con SIDA en los EE. UU., Canadá, Gran Bretaña, los Países Bajos y otros países. En concreto, a finales de junio de 2003 se inauguró el tercer hospicio en Filadelfia (EE.UU.), perteneciente al sistema Calcutta House, donde los pacientes estarán en habitaciones separadas con aseos y baños individuales; Todos los huéspedes del hospicio comparten la cocina, la lavandería, el comedor, la sala de estar y la sala de meditación. Muchos pacientes, al ingresar a tales hospicios, "comienzan nueva vida"Las condiciones aquí son mucho mejores que su forma de vida anterior. En los últimos años, los cursos de informática se han vuelto muy populares entre los habitantes de los hospicios, después de lo cual los pacientes adquieren nuevas especialidades e incluso comienzan a brindar asistencia material a sus hospicios.
La experiencia a largo plazo de la clínica de oncología infantil muestra que si a los padres de un niño con una enfermedad terminal en la etapa terminal del proceso tumoral se les da el derecho de elegir si lo dejan en la clínica hasta el final, o se llevan al niño casa, la mayoría elige la segunda vía.
La ideología de los organizadores del Hospicio del Hogar Infantil de Moscú para pacientes con cáncer es que la muerte y la muerte de un niño con una enfermedad terminal debe tener lugar en el hogar, en el único lugar donde puede vivir cada momento de los últimos y más trágicos días de su vida. rodearse del calor del hogar, cerca de él y comprenderlo, de personas que lo aman, en el mundo de sus sueños y fantasías infantiles.
Es obvio que todos sus parientes sufren junto con el niño, por lo que no solo el niño mismo, sino toda su familia necesita amor y apoyo.
La organización de la asistencia a una familia que cuida a un niño gravemente enfermo en su domicilio supone el mayor alivio posible del dolor y la solución de otras tareas de cuidado, así como la asistencia en la resolución de problemas psicológicos y problemas sociales proporcionado por especialistas de diversas disciplinas: médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, sacerdotes, voluntarios (voluntarios) que han recibido una formación especial. Un programa de atención individual se adapta a las necesidades específicas de cada paciente y su familia. El apoyo a los seres queridos continúa después de la muerte del niño durante el tiempo que lo necesiten.
Bibliografía
1. Bialik MA Consultas de oncología pediátrica. – M.: Médico, 2003.
2. Grande Enciclopedia médica. T.21. / Ed. BV Petrovski. - M.: Enciclopedia soviética, 1983.
3. Ledyaeva M. Filosofía del dolor. // Conserje, No. 5. – 2001.
4. Lvova L. V. Responsabilidad ante los moribundos. – M.: Vlados, 2003.
5. Lexikon des Sozial- und Gesundhetswesens.//Hggb. Dr. R. Bauer., Oldenbourg Verlag, München-Wien, 1992.
6. Libro de texto de Oxford de medicina paliativa. ed. Por D. Doyle, G. W. Hanks, N. MacDonald. Oxford, Prensa de la Universidad de Oxford, 1995.
se hablan, y el objetivo de los asistentes es aliviar a los pacientes del sufrimiento físico y mental antes de partir hacia el otro mundo. 1. Organización de actividades de instituciones de tipo hospicio en Rusia 1.1 La historia de la creación de hospicios La palabra "hospicio" tiene raíces latinas y significa literalmente un refugio, una casa de beneficencia. Durante la era de las Cruzadas, surgieron monasterios en la ruta de los cruzados, que...
Empezar a métodos no convencionales tratamiento: en este caso, los trabajadores sociales del hospicio están obligados a dar una descripción clásica de estos métodos, para poder distinguir la charlatanería de ellos. Uno de tareas criticas trabajo Social en el hospicio es ayudar a los familiares de los pacientes. Familiares durante el período de enfermedad. ser amado pasar por todas las mismas etapas que el paciente, comenzando por la negación, la falta de voluntad ...
Durante su vida, asume algunos de los problemas y así ella misma se convierte en objeto de preocupación. servicio social. El propósito del trabajo: análisis de social - trabajo medico con personas que sufren de cáncer. 1. Rehabilitación de pacientes con cáncer La atención médica en los países industrializados con sistemas de salud altamente desarrollados se divide en preventiva, curativa y ...
monstruos humanoides con cuernos, mostrando así una tendencia hacia comportamiento agresivo. Por lo tanto, después de analizar los resultados investigación empírica nivel de tolerancia en niños pequeños edad escolar, encontramos que la tolerancia no está suficientemente desarrollada, surgieron dificultades por cuestiones relacionadas con la definición de conceptos tales como "yo", "yo y los demás", "paciencia" y "tolerancia", que ...
La palabra "hospicio" es de origen latino. "hospes" originalmente significaba "extraño", "huésped". Posteriormente, el latín "hospes" se transformó en palabra inglesa"hospicio", que significa "refugio", "casa de caridad", "casa hospital".
Habitualmente los primeros hospicios se ubicaban a lo largo de los caminos por los que discurrían las principales rutas de peregrinación cristiana.
Con origen primero en el Mediterráneo oriental, la idea de los hospicios ha llegado mundo latino en la segunda mitad del siglo IV dC, cuando Fabiola, matrona romana y alumna de San Jerónimo, abrió un hospicio para peregrinos y enfermos.
En 1842, Jeanne Garnier, una joven que había perdido a su marido ya sus hijos, abrió el primero de los asilos para moribundos en Lyon. Fue llamado el hospicio, y también "Gólgota". Algunos más fueron descubiertos más tarde en otros lugares de Francia. Algunos de ellos todavía están activos hoy.
El comienzo del movimiento de hospicio en el mundo moderno.
En 1947, la Dra. Cecilia Sanders, una trabajadora social recién certificada y ex enfermera, se reunió en su primera ronda en St. Los arcos de un paciente cuarentón, un piloto llamado David Tasma, que venía de Polonia. Tenía un cáncer inoperable. Después de varios meses, David fue trasladado a otro hospital, donde el Dr. Sanders lo visitó durante otros dos meses antes de su muerte. Hablaron mucho sobre lo que podría ayudarlo a vivir el resto de su vida con dignidad, sobre cómo, habiendo liberado al moribundo del dolor, darle la oportunidad de reconciliarse consigo mismo y encontrar el sentido de su vida y de su muerte. Estas conversaciones sentaron las bases de la filosofía del movimiento de hospicio moderno.
En 1967, Cecilia Sanders crea el primer St. Christopher's Hospice moderno en el Reino Unido.
Los primeros hospicios en Inglaterra, como St Christopher's Hospice y Helen House children's hospice, se establecieron en casas especiales. Estos son hospicios privados, son completamente independientes y separados de los hospitales. Junto a esto, la English National Cancer Society crea hospicios en el territorio de los hospitales ya operativos, donde pueden utilizar todo lo que tienen las clínicas.
Desde principios de la década de 1980, las ideas del movimiento de cuidados paliativos comenzaron a extenderse por todo el mundo. Desde 1977, el Centro de Información funciona en St. Christopher's Hospice, que promueve la ideología del movimiento de hospicios, ayuda a hospicios de nueva creación y grupos de voluntarios con literatura y recomendaciones prácticas para organizar hospitales de día y servicios de campo.
En 1972 en Polonia, uno de los primeros entre los países socialistas, apareció el primer hospicio en Cracovia. Ahora en Polonia hay alrededor de 50 hospicios, tanto seculares como de propiedad de la iglesia.
Para cualquier estado, ya sea EE. UU., Alemania o Ucrania, los hospicios aportan beneficios económicos. Los estadounidenses evalúan la viabilidad económica de los hospicios por el producto nacional bruto producido por los familiares liberados del cuidado de los enfermos terminales. En muchos países, los hospicios son ampliamente utilizados para pacientes con SIDA en la etapa terminal de la enfermedad, cuyo funcionamiento es mucho más económico que los hospitales convencionales. En los últimos años, los cursos de computación se han vuelto muy populares entre los residentes de hospicios, luego de lo cual los pacientes adquieren nuevas especialidades e incluso comienzan a brindar asistencia material a sus hospicios.
Hospicio en Rusia
En Rusia, el primer hospicio apareció en 1990 en San Petersburgo por iniciativa de Victor Zorza, un periodista inglés y participante activo en el movimiento de hospicio. Él y su esposa, Rosemary, escribieron el libro "La historia de Jane Zorza". Tiene dos subtítulos: "El camino a la muerte" y "Vivir hasta el final". El libro fue traducido al ruso y publicado en 1990.
Director del primer hospicio en capital del norte se convirtió en Andrey Vladimirovich Gnezdilov. Después de un tiempo, se creó en Moscú la Asociación Ruso-Británica de Hospicios para brindar apoyo profesional a los hospicios rusos.
En 1992, se organizó en Moscú un pequeño grupo de voluntarios y trabajadores médicos para ayudar a los enfermos terminales en sus hogares. En 1997, con el apoyo financiero y administrativo del gobierno de Moscú, se inauguró en el centro de la ciudad un nuevo edificio para el Primer Hospicio de Moscú.
Hoy en Rusia hay más de 70 hospicios: en Tula, Yaroslavl, Arkhangelsk, Ulyanovsk, Omsk, Kemerovo, Astrakhan, Perm, Petrozavodsk, Smolensk, etc. La experiencia mundial muestra que un hospicio debe atender un área con una población de 300-400 mil personas Así, Rusia carece de más de 500 hospicios.
El prólogo de Nadine Gordimer, el hombre sin el cual este libro no existiría, lo explica todo excepto uno: el destino de su proyecto en Rusia. La mayoría de las editoriales extranjeras que participan en el proyecto donan los fondos de la venta del libro para luchar contra el sida en países africanos. En su caso, esto es ciertamente correcto. Sin embargo, dada la abundancia de sus propios problemas en Rusia, sería al menos extraño que la editorial rusa hiciera lo mismo. A lo que coincidieron los representantes de Nadine Gordimer, que señalaron que la editorial rusa puede elegir entre ayudar a los infectados por el VIH y a los enfermos terminales. Elegimos este último. Hospicio.
La mayoría de las personas en nuestro país no conocen el significado de esta breve palabra. Los primeros hospicios aparecieron en Rusia hace solo quince años. Incluso los médicos a menudo están mal informados sobre los métodos y principios de su trabajo. En Rusia, donde millones de personas murieron de hambre, represiones y guerras, intentaron no pensar en la muerte. La sociedad rusa no estaba a la altura. Sobrevivió. Detrás de todos estos problemas, nos olvidamos de la verdad simple e inevitable: cada vida es finita, somos mortales.
La palabra "hospicio", así como las casas que llevan este nombre, aparecieron por primera vez en la época del cristianismo primitivo. En todas las épocas, fueron la encarnación de la misericordia y la preocupación por la paz espiritual y física de quienes la necesitaban. Como instituciones especiales dedicadas al cuidado de los moribundos, comenzaron a aparecer los primeros hospicios en mediados del siglo XIX siglo en Francia, Inglaterra e Irlanda. En la década de 1980, como es costumbre escribir en la literatura, "el movimiento de hospicio llegó a Rusia". No nos gustaría usar este patrón. No hay un "movimiento de hospicio". Hay gente. Cada uno de ellos se encontró con el sufrimiento y la muerte. Como cada uno de nosotros. Pero estas, contadas, personas pudieron no olvidar lo que vieron, no huir de eso. Pudieron ver la vida en la muerte y una persona en la muerte.
La baronesa Cecilia Sanders era una dama rica y próspera. En 1967, un amigo suyo murió de cáncer en St. Luke's Hospice. dentro de dos meses recientes su vida, hablaron de cómo, habiendo liberado al moribundo del dolor, darle la oportunidad de reconciliarse consigo mismo y encontrar el sentido de su vida y de su muerte. Desde entonces, Cecilia Sanders se ha dedicado a construir hospicios para pacientes con cáncer. Tiene 89 años, pero sigue trabajando.
Victor Zorza era un próspero periodista inglés cuando su hija de 25 años murió de cáncer en un hospicio. Antes de su muerte, legó a su padre la construcción de hospicios en India y Rusia. Victor y su esposa Rosemary escribieron un libro sobre la muerte de su hija. Publicado en Estados Unidos y marcado por el Senador Kennedy, este libro revolucionó las actitudes estadounidenses hacia la muerte. Así comenzó un movimiento a nivel nacional para la creación de hospicios. En 1987 V. Zorza vino a Rusia. Gracias a él, los médicos rusos se capacitaron en los conceptos básicos del trabajo en un hospicio. Gracias a él, en 1990 se abrió el primer hospicio ruso en Lakhta (San Petersburgo). Víctor murió en 1996, legando sus cenizas para que fueran esparcidas por este hospicio.
Hoy en día hay alrededor de 60 hospicios en Rusia. Emplean a personas de gran coraje y grandes almas. "Santo", dicen sinceramente el uno del otro, sin pensar en cuánto merecen tal evaluación. El primer médico del primer hospicio ruso fue persona increíble- Andrei Vladimirovich Gnezdilov. Psiquiatra, doctor en ciencias médicas, profesor de NIPNI que lleva el nombre V. M. Bekhterev y el Departamento de Psiquiatría del MAPO, Doctor Honorario de la Universidad de Essex en Inglaterra A.V. Gnezdilov dedicó toda su vida a aliviar el sufrimiento de los pacientes de cáncer moribundos. El primer hospicio de Moscú abrió en 1994. “Frente a pacientes con cáncer sin esperanza, me di cuenta de que no podía dejarlos”, explicó Vera Vasilievna Millionshchikova, su médico jefe, quien lideró el movimiento de hospicios en Moscú, explicó su elección.
Entre las numerosas publicaciones dedicadas al primer hospicio ruso y al primero de Moscú, la apertura en 1991 del segundo hospicio ruso en el pueblo de Lomintsevo pasó casi desapercibida. Región de Tula. Elmira Shamilyevna Karazhaeva, médica jefe del hospicio de Lomintsevo, trabajaba como médica en un hospital local. En 1990 conoció a Andrei Gnezdilov y Viktor Zorza. “Cuando conocimos a Viktor y me habló de esta idea, resultó ser muy cercana a mí, porque a los seis años perdí a mi madre. Tenía solo veintinueve años, era médica y murió de cáncer de estómago. Tal vez sea el destino…” - dice E.Sh. Karazhaev.
hospicios - agencias gubernamentales. Uno de los principios básicos de su trabajo es: "No se puede pagar la muerte". Aquí no aceptan dinero de los pacientes. Aunque al hospicio de Lomintsevo le falta mucho - camas funcionales, ropa interior desechable, colchones antiescaras, pañales... Sus empleados trabajan literalmente por centavos. Es muy duro. "Pero después de todo, incluso si nuestro salario aumenta mil veces, no seremos más amables con esto", dice E.Sh. Karazhaev.
Estas personas se preocupan por los moribundos. Sólo gracias a estas personas la Vida será preservada y extendida. Gracias a todos ellos, desde el mundialmente famoso Víctor Zorza hasta enfermeras desconocidas y enfermeras de hospicio que en este mismo momento tratan úlceras, alimentan con cuchara, toman la mano del moribundo. El que deberíamos estar al lado. Aquel por el cual nosotros, hijos, cónyuges, hermanos, amigos, no encontramos tiempo, fuerza y compasión. Y encuentran. Para todo el mundo. Para todos.
La idea misma de cuidar a los enfermos terminales y moribundos fue traída a Europa por el cristianismo. En la antigüedad, los médicos creían que no era necesario ayudar a los enfermos terminales. Ayudar a los enfermos irremediablemente se consideraba un insulto a los dioses: después de todo, ya habían dictado una sentencia de muerte.
El primer uso de la palabra "hospicio" en el sentido de "lugar para el cuidado de los moribundos" apareció solo en el siglo XIX. Para entonces, parte de los hospicios medievales habían cerrado debido a la Reforma. Otros se han convertido en hogares de ancianos para ancianos. Gran parte del trabajo que solían hacer se trasladó a "hospitales" donde los médicos solo atendían a los enfermos que tenían posibilidades de recuperación. Los enfermos desesperados vivieron sus días prácticamente sin atención médica en los hogares de ancianos.
A principios del siglo XIX, los médicos rara vez visitaban a los pacientes moribundos, ni siquiera para certificar su muerte. Los sacerdotes lo hicieron.
"Damas del Calvario"
La historia más reciente del movimiento de hospicios está asociada con el nombre de Jeanne Garnier. Cristiana profundamente religiosa, enviudó a la edad de 24 años y sus dos hijos murieron. En 1842, Jeanne abrió un refugio para mujeres agonizantes con enfermedades terminales en su casa de Lyon, compartió con ellas los últimos días de sus vidas, aliviando su sufrimiento.
“Estuve enfermo, y me visitasteis” (Mat. 25:36) - esta frase del evangelio, dicha por Cristo en una conversación con los discípulos sobre el Juicio de Dios después de la Segunda Venida y poco antes de Su Crucifixión, fue escrita en el fachada de la casa de Jeanne. Llamó a su orfanato Calvary.
Jeanne quería que el orfanato tuviera una atmósfera de "intimidad respetuosa, oración y tranquilidad ante la muerte". Un año después de la apertura del hospicio, Jeanne murió, escribiendo poco antes de su muerte: "Fundé este orfanato invirtiendo 50 francos, y la Providencia de Dios terminará lo que comenzamos".
Y su trabajo fue continuado por muchos: inspirada en el ejemplo de Jeanne, la francesa Aurelia Jusset fundó el segundo refugio del Calvario en París en 1843, luego las Damas del Calvario fueron a otras ciudades de Francia: Rouen, Marsella, Burdeos, Saint-Etienne. , luego Bruselas, y luego en 1899 - al otro lado del océano, a Nueva York. Los cuidados paliativos modernos para los moribundos se basan en gran medida en los principios establecidos por las Damas del Calvario.
"Casa de la Santa Rosa"
A principios del siglo XX comenzaron a abrirse hospicios en Londres, Nueva York y Sydney, fundados por ascetas de las iglesias católica y anglicana. Entonces en los hospicios, la mayoría de los pacientes morían de tuberculosis, que en ese momento era incurable, aunque también había pacientes oncológicos.
Frances Davidson, hija de padres religiosos y ricos de Aberdeen, fundó la primera "casa para moribundos" en Londres en 1885. Allí conoció a un sacerdote anglicano, William Pennfeather. Juntos, establecieron una "casa de paz" para los pobres moribundos de tuberculosis.
Rosa Hawthorne, una mujer rica y próspera en el pasado, después de enterrar a un niño y a un amigo cercano, se convirtió en monja dominicana, "Madre Alphonse", y fundó la "Casa de la Santa Rosa para los Enfermos Terminales" en el Bajo Manhattan. Ella y sus compañeras se autodenominaron "Siervas del Alivio del Sufrimiento en el Cáncer Incurable".
"Hospicio de la Madre de Dios"
La monja irlandesa de la Orden de las Hermanas de la Misericordia, Maria Akenhead, también se dedicó al servicio de los moribundos. María trabajó mucho en los hospitales de la orden y soñaba con crear un refugio para los moribundos, pero una grave enfermedad crónica la tuvo para siempre postrada en cama.
Un convento en el barrio más pobre de Dublín, donde pasó sus últimos años, tras la muerte de María, inspirada por su fe y el valor de su hermana en 1874, y convertido en tal orfanato. Al frente del "Hospicio de la Madre de Dios" estaba la monja Maria Joanna.
Luego se abrieron otros hospicios, incluido el St. Joseph Hospice en Londres a principios del siglo XX. vine a este hospicio lijadoras cecilia, cuyo nombre está asociado a la última página de la historia de los hospicios en el mundo.
Conoce la muerte con dignidad
Cecilia se graduó de la Universidad de Oxford con un título en trabajo social. Fue a trabajar al Hospital St. Thomas de Londres, donde conoció a un refugiado de Polonia, David Tasma, que se estaba muriendo de cáncer. Se negó a comunicarse con nadie. Solo cuando Cecilia decidió decirle a David que se estaba muriendo comenzaron a comunicarse.
De David aprendió cosas muy importantes: qué dolor tan terrible experimenta un paciente de cáncer moribundo, qué importante es anestesiarlo, dándole la oportunidad de enfrentar adecuadamente la muerte. Tras la muerte de David, Cecilia se convirtió al cristianismo y decidió dedicarse al cuidado de los moribundos.
En 951, ingresó a la facultad de medicina, donde realizó investigaciones en el tratamiento del dolor crónico. Y en 1967, Cecilia organizó el St. Christopher es el primer hospicio de tipo moderno del mundo. Fue Cecilia Sanders quien introdujo el concepto de "dolor general", que incluye el dolor físico, emocional, social y espiritual.
Hablaba constantemente de la necesidad de lidiar con el "dolor general" en pacientes incurables. “Si el dolor es constante, entonces su control debería ser constante”, creía Sanders. Al aliviar a una persona, por ejemplo, del dolor espiritual, el médico alivia el dolor general. Pero el dolor insoportable, tan a menudo suicida en pacientes con cáncer es el sufrimiento principal, una persona pierde dignidad, apariencia humana ...
La principal contribución de Cecilia Sanders al movimiento de los hospicios, y al cuidado paliativo en general, fue su demanda de un régimen estricto de morfina, no a pedido, sino a tiempo. Este modo de dispensar analgésicos se ha convertido en un paso revolucionario en el cuidado de pacientes con cáncer en fase terminal. En otros hospitales, los médicos tenían miedo de dar medicamentos a los moribundos; dicen que se volverán drogadictos ...
Los pacientes del St. Luke's Hospice casi no experimentaron dolor físico. Los médicos del hospicio usaban el llamado “Cóctel Brompton”, que consiste en opioides, cocaína y alcohol, para aliviar el dolor.
Cecilia Sanders difundió activamente sus ideas y recibió apoyo en todo el mundo: el movimiento de hospicio rápidamente cubrió los países de Europa y América. En 1979, por sus servicios a su patria, se le otorgó el título de Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico.
Hospicio de San Cristóbal
El día del décimo aniversario de la muerte de Cecilia, sus compañeros que trabajaban en St. Christopher's Hospice se reunieron para honrar la memoria de Cecilia. Tom West, ex médico jefe del hospicio, la recuerda de esta manera:
“Todo comenzó hace 60 años... Estudiamos juntos, fuimos juntos al laboratorio médico del Hospital St. Thomas. Y luego sucedió algo que nos hizo muy amigos de por vida. Justo antes de nuestros exámenes finales, a mi padre le diagnosticaron un cáncer de pulmón incurable. Y durante tres semanas, Cecilia se mudó con nosotros.
Ella hizo que estas últimas tres semanas de la vida de su padre no fueran tan terribles como temíamos. Los terapeutas la escucharon. Y ella hizo una orden firme: “si hay dolor, hay que quitarlo hasta que desaparezca por completo”, “hay que darle un poco de whisky”, “hay que ayudar con las deposiciones”.
El padre se convirtió en el primer paciente de cáncer incurable que Cecilia atendió en su casa.
Más tarde me invitó a unirme a la "Unión Cristiana", donde conocí a dos médicos misioneros. Ellos me inspiraron a viajar a Nigeria, donde trabajé en un pequeño hospital misionero. Y Cecilia en ese momento en Londres estaba creando un hospicio de St. Cristóbal. A menudo me escribía, me contaba cómo iban las cosas.
Un día, después de vender una alfombra persa terriblemente cara, compró un boleto y me visitó en Nigeria. Examinó todo, incluso la sala de maternidad, que fue construida y equipada con el dinero del Gremio de Orfebres, con quien me reunió.
Cecilia me ofreció convertirme en el médico jefe del hospicio, lo cual hice cuando regresé de Nigeria. Los siguientes 20 años fueron excepcionalmente llenos de acontecimientos... Realmente "hicimos lo que predicamos".
…Ya me he jubilado, han pasado años. Y solo unas semanas antes de la muerte de Cecilia, sucedió un milagro: llamé al hospicio y ella contestó el teléfono. Ya no se levantó de la cama, convirtiéndose en paciente de su propio hospicio.
En silencio, con calma, dijimos frases de despedida aceptadas en nuestro hospicio: “Perdóname. Gracias por todo. Adiós".
Cecilia Sanders murió de cáncer en St. Christopher's Hospice, que ella misma fundó, a la edad de 87 años, en 2005.
10 mandamientos de hospicio
La experiencia del trabajo práctico de hospicios extranjeros y nacionales hizo posible desarrollar una serie de reglas, regulaciones, prescripciones morales, por primera vez generalizadas y formuladas en forma de 10 mandamientos por el psiquiatra Andrey Gnezdilov. Más tarde, la doctora, fundadora y médica jefe Vera Millionshchikova hizo adiciones al texto de los mandamientos. El texto enmendado de los mandamientos es el siguiente:
1. Hospicio – no la casa de la muerte. Esta es una vida digna hasta el final. Trabajamos con personas reales. Solo ellos mueren antes que nosotros.
2. La idea principal del hospicio – aliviar el dolor y el sufrimiento, tanto físico como mental. Poco podemos hacer solos, y solo junto al paciente y sus familiares encontramos grandes fortalezas y oportunidades.
3. La muerte no puede acelerarse y la muerte no debe retardarse. Cada persona vive su propia vida. Nadie sabe su tiempo. Solo somos acompañantes en esta etapa de la vida del paciente.
4. No se puede pagar por muerte, al igual que por nacimiento.
5. Si un paciente no se puede curar, esto no significa que no se pueda hacer nada por él. Lo que parece una bagatela, una bagatela en la vida de una persona sana, para el paciente tiene un gran significado.
6. El paciente y sus familiares – un todo único. Sea amable al entrar en la familia. No juzgues, ayuda.
7. El paciente está más cerca de la muerte, por lo tanto es sabio, he aquí su sabiduría.
8. Cada persona es individual. No fuerce sus creencias sobre el paciente. El paciente nos da más de lo que podemos darle.
9. Reputación del hospicio – es tu reputación.
10. Tómese su tiempo al acercarse al paciente. No se pare sobre el paciente, siéntese a su lado. No importa el poco tiempo que haya, es suficiente para hacer todo lo posible. Si cree que no manejó todo, entonces la comunicación con los familiares de los difuntos lo calmará.
11. Debe aceptar todo, desde el paciente, hasta la agresión. antes de hacer cualquier cosa – entender a una persona antes de entender – aceptarlo
12. Decir la verdad si el paciente lo quiere y si está preparado para ello. Esté siempre listo para la verdad y la sinceridad, pero no se apresure.
13. Una visita "no programada" no es menos valiosa que una visita "programada". Visite al paciente con más frecuencia. Si no puedes venir llama no puedes llamar - recuerda y aún ... llama.
14. Hospicio – hogar para pacientes. Somos los dueños de esta casa, por lo tanto: cambia tus zapatos y lava tu taza después de ti.
15. No deje su amabilidad, honestidad y sinceridad con el paciente, llévelos siempre con usted.
16. Lo principal que debes saber es que sabes muy poco.
Al escribir el material, los libros de V.S. Luchkevich, G.L. Mikirtichan, R. V. Suvorov, V. V. Shepilov "Problemas de ética médica en cirugía" y Clark, David y Jane Seymour. Reflexiones sobre los Cuidados Paliativos.
Traducción de Anna Barabash
